El baloncesto profesional de nuestro tiempo tiene la ventaja de que ofrece un ritmo incesante de partidos. Eso es bueno para el aficionado (ávido de espectáculo) y también para el jugador, que prefiere jugar a entrenar. Esa dinámica incesante le vino bien al Madrid para lamerse las heridas de su enésima derrota abultada ante el Regal Barcelona. El equipo blanco apabulló al Granada (84-57), con un gran partido de Nikola Mirotic, su mejor choque desde que es jugador ACB. Por su parte, el Barça ganó casi sobre la bocina al Bilbao Bizkaia (63-65), con un partido imponente de Lorbek y Anderson. También merecen mención propia entre los resultados de esta decimocuarta jornada la victoria del Asefa Estudiantes sobre el Caja Laboral (72-70), del Fuenla, que sigue cuarto, en la cancha del Menorca (79-88), del Power Electronics, que ya es quinto, sobre el Cajasol (78-73), del DKV sobre el Unicaja (89-85) o del Blancos Rueda sobre el Gran Canaria (73-70). Todo ello nos los explica con gracia y criterio Rosa Vara de Rey, en otro de sus imprescindibles resúmenes de la jornada. 

El baloncesto es un juego de elecciones. También de lecturas. Posee infinidad de variaciones y cada equipo debe decidir cómo conforma su modelo. El del Baloncesto Fuenlabrada cautiva porque está entre los mejores de esta liga. El equipo madrileño está bordando el baloncesto colectivo, ofreciendo un interesante balance entre juego interior y exterior. No hace falta ser un genio para reconocer en la figura de Esteban Batista (segundo jugador más valioso de la competición, con 19 de media por velada, sólo un par de décimas por debajo del líder, Fermando San Emeterio) a uno de los ejes capitales de ese equilibrio; ya saben, las defensas rivales se cierran, ‘atemorizadas’ ante el factor intimidante del pívot charrúa, pero hay más motivos para explicar el espléndido rendimiento de un equipo que es un monumento al trabajo bien hecho.

¿Cómo funciona la cabeza de un enfebrecido de baloncesto? El artículo que tienes entre los ojos es un buen ejemplo. Carlos Sánchez Blas nos explica lo más sobresaliente del 2010 con un estilo sincopado, más propio de una melodía de Jazz que de la disertación de un académico del baloncesto. Por eso nos gusta el estilo de Charlie. Porque vive lo que te está relatando, porque lo siente. Con su habitual estilo ‘devocionado’, CS Blas aporta su criterio de periodista y fanático de este deporte para reverenciar el juego sinfónico de EEUU y el Regal Barcelona, la clase de Teodosic y Mickeal o celebrar la capacidad para superarse y triunfar del Partizan de Belgrado o del recién retirado Fabrizio Oberto. En total, 5 nombres propios y cinco equipos para paladear lo mejor del baloncesto 2010 en clave FIBA.

Ya lo decía aquel anuncio (imposible acordarse ahora de qué, quizá de automóviles), las listas son el desesperado intento humano de poner orden en el caos. Desperado pero necesario. Unas dosis de orden y concierto son claves para entender lo que sucede a nuestro alrededor. Bien lo sabe Rosa Vara de Rey, bien se lo recuerda a Gerald Fitch, un prodigio anotador que merece un hueco en su afinada lista de los cinco clubes más destacados y los seis nombres propios más relevantes en relación a lo que pasó en 2010 analizado en clave ACB. Debemos aclarar que nos produce pudor la última elección de Rosa, pero por norma general nos gusta respetar el criterio de nuestros redactores. Así pues agradecemos la mención y terminamos enmarcando el resto de elecciones como lúcidas, bien argumentadas y de justicia, desde el momento en que el grueso de las menciones descansan en el Caja Laboral, vigente campeón de liga y ejemplo de disciplina competitiva, optimización de los recursos y gestión de la excelencia.

Los caminos de la ficción son inescrutables. Bien lo sabe Josep Pastells, que en esta ocasión hilvana su undécimo relato para Fiebre Baloncesto a partir de materiales reales. La Navidad es un día de ocio y espectáculo en Estados Unidos, donde unos gladiadores modernos llamados jugadores de baloncesto se baten el cobre para entremeter al común de los espectadores que siguen con devoción sus evoluciones. ¿Pero qué ocurre si en la ecuación metemos unas gotas de romanticismo y espontaneidad a la hora de calibrar el aire pegadizo de este deporte de gigantes? Josep Pastells responde con pulso certero y envolvente a esta cuestión a través de unas líneas cargadas de acción, movimiento y…Baloncesto.

Nacido en Podgorica (Montenegro), pero pulido para el baloncesto en España, lugar en el que reside desde que tenía 14 años, que según el propio jugador es la “etapa en la que un chico crece y aprende”. Nikola Mirotic es una de las sensaciones de este arranque de campaña. Durante la pretemporada ya dejó destellos de su clase, pero su entrenador, Ettore Messina, ha preferido ir integrándole de un modo gradual en la dinámica del equipo. Al contrario de lo que sucede con Ricky Rubio (que es sólo un año mayor que él pero que llega jugando en la élite desde los catorce años), Mirotic es un semidesconocido para el aficionado medio. Han llegado buenas referencias de él, como aquel partidazo que se marcó ante el potente equipo del Zeleznik, cuando competía en categoría junior, donde se le asignó una valoración de 84, quizá un poco influido pero bastante cercana a lo que de verdad pasó. El seis de enero de este año que estamos a punto de estrenar se cumplirán tres años de aquella gesta. En las siguientes líneas, te acercamos la figura de un jugador poliédrico: gran reboteador, muy coordinado para su altura y que anota con mucha facilidad. Cualidades, por cierto, que ya han sufrido el Unicaja y el Chareroi, equipos contra los que se ha marcado sus mejores actuaciones de la temporada (ante los que sumo 14 y 25 de valoración, respectivamente).

Más de un cuarto de las mejores escuadras de este lado del charco tienen su sede en nuestro territorio. Un hecho inédito en la historia de esta competición; ningún país lo había conseguido antes. Es para celebrarlo. Felicidades pues al (por orden clasificatorio en sus grupos) Real Madrid, Caja Laboral, Regal Barcelona, Unicaja y Power Electronics. Su pegada competitiva nos exonera de referir las batallas que libraron la semana pasada y permite que pongamos el foco en dos jugones cosecha años 90. Con ellos, preparamos el paladar para el clásico que Barcelona y Real Madrid jugarán este jueves día 30 (19.00, en TVE) en el Palau Blaugrana. A un lado, Ricky Rubio, el talento del Masnou, que con poco más de 20 años ya ha sido seleccionado por la NBA y se ha colgado un oro con la selección (Europeo de Polonia) y ha ganado una Euroliga, otra Eurocup, dos Copas del Rey y dos Supercopas. De otro, Nikola Mirotic, 19 años y una leyenda tras de sí que habla de 84 de valoración en un partido de hace un par de años, mucho talento para jugar en el poste bajo y en movimiento, también un rendimiento creciente. El pasado jueves el hispano montenegrino sumó 25 de valoración en la victoria del Madrid sobre el Charleoi. En este post, te acercamos la figura de Ricky.

Una noche con los amigas puede ser la puerta de entrada a muchos cambios. Quizá de mayor calado de los que nunca estarías dispuesta aceptar. Bien lo sabe Ana, la (co)protagonista de este relato donde el baloncesto es importante, pero más aún los son los valores que pueden ayudarte a salir adelante en una cancha y…en la vida. Disfruta de la segunda parte de este intrigante relato sobre baloncesto y evolución personal.