El baloncesto es un deporte donde también existe lo inefable. Lo infable en el deporte de alta competición se explica cuando dos megatalentos mandan al carajo los buenos oficios defensivos de sus adversarios. Este jueves, el Unicja sufrió en carne viva la inspiración de Navarro (24 puntos y 7 rebotes) y Ricky Rubio (8 puntos y 8 asistencias), factores clave de la victoria blaugrana, junto al gran partido de Morris (29 de valoración) y Mickeal (28). Roberto Fernández nos explica con gracia y capacidad de síntesis cómo y por qué se descosió el partido.

Si alguno todavía se está preguntado qué demonios es eso de ‘fiebre baloncesto’, que deje de cavilar. Aquí tenemos un buen ejemplo de alguien afectada por el virus: Rosa Vara de Rey, periodista que se gana las habichelas hablando de baloncesto, le roba horas de sueño a su mañana de domingo para vivir ‘in situ’ el que, a la postre, fue el último partido de la temporada para el Estudiantes. La crónica indaga en algunos de los motivos que hacen de esta hinchada una de las más especiales de la ACB.

La eliminatoria más igualada de la primera ronda de los play off enfrentó a dos grandes estrategas. De un lado, Joan Plaza. ¿Su apuesta? En caso de duda, ataque estático, con mucha táctica. Y defensas muy matizadas. Enfrente, el Madrid de Messina, que lo pasó mal en esta eliminatoria, parece encontrar cierta armonía a la hora de asignar los roles de sus jugadores. Tras una temporada errática, Reyes y Bullock han dado un paso al frente. Llull y Prigioni siguen siendo valores sólidos y Garbajosa, Tomic, Lavrinovic y Velickovic han ofrecido ráfagas interesantes de rendimiento en esta serie.

Los camisas verdes (verde de esperanza, verde de oliva andaluza, verde también de automatismos defensivos casi alienígenas) del Unicaja han tumbado al vigente campeón de la Euroliga, el Power Electronics, en una serie marcada por la mayor rugosidad mental de los malacitanos.

En las otras eliminatorias, el Barça ha sacado el rodillo para no dar ninguna opción al Gran Canaria; por su parte, el Caja Laboral, después de una primera victoria en casa en amplia, tuvo que sudar tinta en el Telefónica Arena para superar a un Estu que casi compensa con corazón algunas de sus limitaciones.