«La eternidad se hace larga, sobre todo al final.»
Woody Allen.
Los bases han tomado al asalto la NBA moderna, como reyes de un juego cada vez más orientado hacia el exterior y en plena tiranía de la línea de 3 puntos. La posición cuenta con una riqueza de talento nunca vista y, más allá del brillo hipnótico de Stephen Curry (camino de su segundo MVP consecutivo), una pléyade de bases jóvenes domina la mejor competición de baloncesto del planeta. Westbrook, Lillard, Irving, Walker, Wall, Lowry… La lista es interminable.
Pero, dentro de la tan a menudo injusta fascinación ante la novedad inherente a todo ser humano, corremos el riesgo de olvidar al maestro de maestros, a un tipo que ya dominaba el oficio cuando la mayor parte de los asombrosos chavales anteriormente citados soñaba aún con jugar entre los profesionales. A un genio que lleva 10 años impartiendo un clínic diario de liderazgo al timón de la nave…
Porque llegar a la cima es duro, pero mantenerse en ella a perpetuidad es el reto definitivo.
La inmadurez de Blake Griffin dejó a los Clippers algo más de 3 meses sin el concurso del principal ejecutor y segundo mejor creador de su róster, pero nunca cundió el pánico en la franquicia angelina. El pequeño general de 1.85 metros (nº 4 del draft de 2005, procedente de la universidad de Wake Forest) seguía de corto, y su proverbial dominio del juego era garantía suficiente para mantener la competitividad en tan largo intervalo. 21.1 puntos (46.3% de acierto en triples, con más de dos transformados por noche), 10.4 asistencias y 2.3 robos de balon en enero; 24.3 puntos, 9.8 asistencias y 2.4 robos en febrero; 19.3 puntos y 11.3 asistencias en marzo… 30 victorias en 45 partidos sin Blake de corto. Como venía haciendo desde su llegada al hermano pobre de L.A (31% de victorias para el equipo en los 4 años anteriores a su aterrizaje, 67% desde entonces), CP3 aportaría lo necesario para mantener a la franquicia maldita en la élite. Anotar, potenciar al máximo las habilidades de sus compañeros (DeAndre Jordan haría bien en transferir buena parte de los ingresos de su mastodóntico contrato al genio nacido en North Carolina, las habilidades de Paul constituyen el 80% de su juego ofensivo), defender… Nada escapa al alcance del armador eterno.
Dominador letal de la media distancia, titiritero infalible en el arte del pick&roll (su capacidad de continuar el bloqueo en las 2 vías-pase y tiro o bandeja- le convierten en indomable), la gran ventaja de Chris sobre el resto de jugadores no radica en su físico (arrastrando de por vida la desventaja en altura) ni en su asombrosa pulcritud técnica. Su poderío nace desde un conocimiento del juego tan perfecto que permite tanto ejecutar jugadas con precisión milimétrica como adelantarse a las acciones de sus rivales. Porque, en una competición en la que el bloqueo y continuacion sigue siendo el mantra de una abrumadora mayoría de sistemas ofensivos, Paul es el mejor defensor de toda la NBA en esas situaciones. De largo.
El público mayoritario parece haber olvidado al líder de la NBA agrupando guarismos de los últimos 4 cursos, tanto en pases letales (algo más de 10 de promedio) como en el ratio de asistencias por pérdida de balón (4.3), y el equipo de Doc Rivers no se encuentra en condiciones de desafiar a Warriors y Spurs. Pero desde esta tribuna recomendamos sentarse a paladear un partido de los Clippers, para disfrutar de la eternamente sostenida maestría de su pequeño general.
Cada una de sus decisiones es una oda a la magia del baloncesto.
Los hombres de negro se reivindican de cara a entrar en play-off ante un Fuenlabrada que mostró su versión más mediocre.
Se esperaba mucho más del equipo revelación de lo que va de temporada pero no llego el Fuenlabrada a mostrar las razones que le han llevado a ocupar la sexta plaza por delante de equipos punteros como Unicaja o el propio Bilbao Basket.
El equipo madrileño se perdió ante la defensa local con un ataque espeso, malos pases y un nulo juego interior. La acumulación de faltas de una de sus estrellas, el belga Tabu, supuso una losa demasiado pesada para un equipo basado casi en exclusiva en sus tres exteriores. (Popovic, Paunic y el propio Tabu)
Los hombres de negro, dirigidos con mano firme por Raül López, quien desde que anunció su retirada parece vivir y disfrutar de su última juventud, mostraron un juego interior-exterior mucho más equilibrado. El mal partido de jugadores clave como Hannah o Bertans no supuso un problema a los locales, cuyos pivots superaron ampliamente al de los visitens.
Con la presión añadida por la incorporación del ídolo local, Marko Todorovic, fueron Bodris y Hervelle los que lideraron al equipo a una victoria que en ningún momento corrió peligro. Todorovic volvió a debutar mostrando su talento en apenas unos minutos y su influjo hizo que hasta el otro Todorovic, Dejan, jugase sus mejores minutos de la temporada.
Reflexión de la semana. Con la llegada de Marko Todorovic, ¿Quién será el principal sacrificado? Nuestra apuesta personal es Alex Suarez, cuyo año es muy decepcionante.
En los visitantes, solo la aparición de Popovic, duda hasta el último minuto, permitió al Fuenlabrada lavar su imagen y darle un poco de vida a un partido que para el último cuarto ya estaba prácticamente decidido.
Victoria y average clave para el Bilbao Basket, donde muchos jugadores de rotación como Begic, Bogris o Dejan Todorovic aprovecharon para reivindicar su sitio.
Sorprendente MVP para Bogris, que con su lucha y sin hacer mucho ruido, rompió el partido e impuso su ley en la pintura.
86 – Dominion Bilbao Basket (21+22+17+26): Hannah (14), Dejan Todorovic (8), Mumbrú (7), Hervelle (13) y Begic (10) -cinco inicial- Raúl López (11), Bertans (2), Ruoff (3), Bogris (16), Alex Suárez y Marko Todorovic (2).
71 – Montakit Fuenlabrada (15+15+18+23): Tabu (14), Llorca, Paunic (11), Wear (2) y Sobin (2) -cinco inicial- Uriz (5), Popovic (8), Urtasun (11), Scott (4), Smits (2), González (8) y Stevic (4).
Caras que son espejo del alma cuando, tras 39’59», el balón gira sobre sí mismo dispuesto a dictar sentencia. El veredicto (80 – 81), favoreció a la Penya [Foto portada: Emilio Cobos / Baloncesto Fuenlabrada]
Espejo del alma Theobald Philips
(Foto: Emilio Cobos / Baloncesto Fuenlabrada) La cara es el espejo del alma
No sonó Raphael, pero la gente salió contenta del Fernando Martín. Ni un pito, al revés, grandes aplausos al equipo y, sobre todo, a uno de los nuevos, el Álex Llorca de las fotos que ilustran la cabecera de este artículo, que tras un gran partido aportando intangibles desde una posición que no es la suya (10 de valoración con solo 2 puntos anotados, el 3º de su equipo), falló el tiro decisivo. La cara es el espejo del alma, y el alma de la grada es agradecer el esfuerzo supremo que habían realizado los suyos, remontando en la segunda mitad del último cuarto una desventaja de 13 puntos. En esta cancha se perdona la derrota, no el abandono.
Por contraste probablemente con ese ambiente de alegre resignación que destilaban los bancos naranja-azulados, a este humilde escribidor le sorprendió mucho la cara de Jota cuando compareció en sala de prensa. Objetivo como siempre en el análisis, con la claridad de buen profesor que suele exhibir en sus explicaciones, marcó los fallos cometidos pero sin olvidar destacar los aciertos, balanceando el karma de lo negativo con lo positivo. Pero sus ojos no parecían seguir sus palabras, y una cierta rigidez en la mandíbula le daba un aire de austeridad, de estarse conteniendo, al que no nos tiene acostumbrados. La cara es el espejo del alma y, por primera vez en esta temporada, la sensación era que el entrenador del Montakit Fuenlabrada no estaba contento en absoluto. Leyendo lo que nos dijo en la nevera no-frost que en invierno alberga las ruedas de prensa, e hilándolo con lo que han sido los últimos partidos, parece que el de Getxo estaba manteniendo el tipo pero, por dentro, era como ese padre que sabe que su hijo se ha presentado a los exámenes con un apretón de estudio la noche anterior, consiguiendo una nota muy por debajo de sus posibilidades.
Y es que una vez más los naranjas hicieron un partido irregular, a remolque, olvidando en muchos tramos del mismo lo que son sus señas de identidad. En este caso es cierto que esa amnesia vino fomentada por la gran defensa verdinegra, tan agresiva en el perímetro que, por primera vez en mucho tiempo, obligó a los locales a sumar de dos de dos, en ataques estáticos, cuando ellos en posicional lo hacen sobre todo de tres en tres, dejando las canastas normales para las cabalgadas en contrataque o algún balón interior para abrir huecos a sus tiradores. De esa forma, FIATC Joventut dominó el partido desde el primer minuto, con pocas ventajas de inicio, es cierto, pero casi siempre por delante, consiguiendo un cierto colchón al final del primer cuarto (20 – 24) cuando Sàbat cambió el ritmo de simple intercambio de golpes que Demond Mallet no había conseguido romper.
(Foto: Emilio Cobos / Baloncesto Fuenlabrada) Urtasun contra todos
El problema de Fuenlabrada era de vasos comunicantes, ya que si los de Maldonado lograban desconectar el ataque, los de Cuspinera dejaban de fluir en defensa y, por esos huecos, se colaba el talento descomunal (e irregular) de Brandon Paul, que encontraba sus minutos de oro. Álex Urtasun, al estar Paunic muy desdibujado con extraños problemas para controlar el bote y superar a sus pares, intentó darle la réplica pero, como el americano iba de tres en tres y el navarro de dos en dos, las diferencias se dispararon (29 – 35). El partido no se rompió en ese momento porque la superioridad de Smits sobre Paul al poste, la fontanería de Oliver Stevic y la muñeca de David Wear volvieron a conectar el circuito: abierta la vía del aro los naranjas comenzaron también a apretar en defensa (gran tapón a dos manos de Llorca a Mallet) y de esa forma, al descanso, el marcador incluso les favorecía (45 – 42).
El camino estaba claro, porque para este Fuenlabrada no hay otro camino. Y por eso quizá la cara de Cuspinera reflejaba descontento al final del partido, porque sus pupilos no supieron verlo. Volviendo a las andadas, la defensa comenzó a dejar huecos, esta vez interiores, a los verdinegros, haciéndose Rakovic el amo de la zona con ocho puntos consecutivos que igualaban el marcador. Mientras los balones fuenlabreños entraron, todo fue bien; sustituyendo a Sobin que no había podido con la mole de Rakovic, Stevic sacó a su compatriota la cuarta falta, Wear volvía a notar desde el perímetro… Pero cuando se cerró el aro, fundamentalmente porque se perdía el balón antes de intentar siquiera el tiro, nadie conseguía recuperar atrás lo perdido delante. Renacida la estrella de Brandon Paul, Sergi Vidal remachó los golpes de su compañero ante un Montakit Fuenlabrada que, como un boxeador sonado, solo buscaba que sonara la campana que le salvara del K.O. (53 – 65).
(Foto: Emilio Cobos / Baloncesto Fuenlabrada) La chanson de Rolands
El último asalto se abrió con una ráfaga de viento letón, reivindicando Rolands Smits su sitio en la élite endosando a los visitantes un parcial de 6 – 0. FIATC Joventut no se descompuso y, entregado a la veteranía de Vidal, devolvió con creces el parcial desde la línea de tres puntos. La remontada parecía un espejismo (66 – 79), pero ese espejismo era un paisaje reconocible para el Montakit Fuenlabrada 2015/2016. Tras un tiempo muerto, los naranjas volvieron a atacar con fiereza el rebote ofensivo, Smits continuó su exhibición, el renqueante Tabu se reencontró con el acierto desde el perímetro, y Urtasun abrió huecos imposibles entre los defensores para encestar o sacar tiros libres. Conectados los vasos comunicantes la Penya, desarbolada interiormente por las faltas de Drame y Rakovic, era incapaz de encontrar huecos en el perímetro entre el bosque de manos defensoras, consiguiendo solo dos puntos en esos casi seis minutos que restaban hasta el bocinazo final. Un segundo antes del mismo, Tabu penetró y dobló el balón a un abierto Álex Llorca, que no pudo embocar el tiro decisivo (80 – 81). Quien juega con fuego a veces se quema y, por eso, la cara de Cuspinera, espejo del alma, reflejaba entre líneas la frustración que la del jugador catalán mostraba a las claras entre los brazos de Popovic.
Jueves tarde, las 19:00 aprox, llegamos a casa de mis suegros, y mi mujer me comenta, Jordi, que mis padres están con gripe, y tienen entradas para ir a ver Los Luthiers, yo en esos momentos pensando ya en el Barça Madrid que iba a empezar en una tres cuartos, pero al igual que en la novela de Robert Louis Stevenson, apareció en mi, ese Mr. Hyde o ese Dr. Jekyll que llevo dentro (lo que no sé es si mi normalidad es Jekyll o es Mr.Hyde pero eso es otro tema).
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Así, me fui a casa, y puse el partido a grabar, y a las 20:30 pillábamos un taxi para ir al Auditori y disfrutar de una obra de teatro más que divertida, pero mi Mr. Hyde, y el de mi mujer, nos tenía el alma en vilo, y por ello, teníamos a un amigo, informándonos vía whatsapp de cómo iba el partido, creándome situaciones curiosas, como el no poder pegar un grito con el 25 – 4 o el 31 – 6 y el no poder hacer bajar ningún santo cuando los blancos se pusieron 6 arriba.
Evidentemente al llegar a casa, sobre las 23:30, me senté en el sofá, pille un arroz con leche casero que hace la tía Ascensión y me puse a disfrutar de un partido que tuvo diversas caras, como el Dr. Jekyll y Mr. Hide.
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En el misterioso caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde el protagonista, el Dr.Jekylll descubre una poción que le permite desdoblar su personalidad en una buena y otra mala, siendo la mala capaz de cometer los más atroces actos que uno se pueda imaginar.
La verdad es que el primer cuarto, ha sido simplemente espectacular para unos, y una travesía por el desierto para otros, el Barça simplemente defendía perfecto, y el Madrid salía un poco frio fallando los escasísimos tiros librados que le concedía el conjunto blaugrana, en ataque el conjunto blaugrana se entonaba y el parcial en este primer cuarto era simplemente de película de ciencia ficción, 25 – 4 para el Barça, el Palau se emocionaba, los 7142 espectadores se frotaban los ojos de admiración y se dejaban la garganta por su equipo, que les respondía con el mejor cuarto en años, y encima, contra el gran rival.
El segundo cuarto, empezaba más o menos igual, llegando el Barça al minuto 12 con un escandaloso 31 – 6, 25 puntos de diferencia, con el equipo rayando la perfección en defensa y con un juego en ataque fluido, muy fluido.
Pero al igual que el Dr.Jekyll, el Barça también tiene su Mr. Hyde, y en este caso su Mr.Hyde es capaz de hacer cosas mal, muy pero que muy mal, el Barça se relajo atrás, y el Madrid poco a poco, paulatinamente, fue sumando, ojo, sumando lenta, pero
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inexorablemente puntos en su casillero.
La clave fue para mí, que el Madrid bajo bastante el culo atrás, empezó a meter muchas manos, los árbitros a no pitar los contactos, y el Barça en vez de aprovecharse de esa permisividad, se dedico solo a sufrirla (el Madrid en eso fue mucho más listo, aparte de que no le quedaba otra opción, o defendía al límite o le caía la del pulpo), ya que en defensa, en vez de apretar más, y meter más manos hizo lo contrario, relajarse , dejar de meter el cuerpo, algo que tuvo mucho que ver con el hecho de que Dorsey abandonara la pista y también influyo que Ribas se doblara el pie y solo pudiera jugar 9 min en esta primera parte.
El Madrid a base de fe y carácter conseguía cambiar el signo del partido, Llull conseguía dos triples a la carrera consecutivos (mal defendidos por el Barça, porque en vez de ser agresivos e ir a buscar más allá del 6.75 al rival, lo esperaba metido dentro de su línea de 3, demasiado atrás, y eso Llull lo aprovechaba para tirar 2 triples completamente solo, tirarlos y meterlos) aparte el jugador con más carácter del mundo, Nocioni asumía responsabilidades y el Chacho empezaba a jugar y a hacer jugar a los suyos, pero como decíamos dos triples consecutivos de Llull ponían primero el 39 – 19 y escasos segundos después el 39 – 22, el Barça empezaba a desquiciarse y recibía una técnica al banquillo tras un clamoroso error arbitral, un punto más, para los blancos que serian 3 más tras un triple de Taylor, 39-26, el Barça no es que estuviera atascado en ataque, es que había aparecido hacia ya rato, su particular Mr.Hyde, habíamos pasado de los mejores 12 min que se recuerdan en el Palau a 8 para olvidar, sin tensión ofensiva, sin juego de equipo, y en defensa aun se hacia alguna cosa, pero ni de lejos lo de los 12 primeros minutos.
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La prueba de esa bajada de juego y de confianza era Samardo Samuels, que salió a pista, y parecía terriblemente cohibido, encima fallaba 3 libres de cuatro intentados y el marcador reflejaba un 40 – 28 para los locales, pero el parcial desde el 39 – 16 era de 1 a 12 para el Madrid, y la sensación era que el Barça había sido el Dr. Jekyll con el Madrid, ya que había sido bueno y no lo había rematado, y Mr. Hyde con su juego, porque había sido malo de narices, el Madrid justo lo contrario, tras ser blando y sin ritmo en los 12 primeros minutos, tras enseñar su cara mala, la de Mr. Hyde, se había espabilado a partir del minuto 12, y mostrado su cara buena, la del Dr. Jekyll, siendo agresivos en defensa, agresivos en ataque, moviendo mejor el balón, algo que les permitía conseguir buenos tiros y sobre todo anotarlos.
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Quedaba la segunda parte, y lo cierto es que el Barça parecía volver a coger algo de distancia, poniéndose 16 arriba tras una canasta de un impresionante hoy Perperoglou (46 – 30), pero el Madrid seguía defendiendo agresivo, y sequia recortando distancias, Reyes, Ayón Carroll, el Chacho iban sumando en ataque y no encontraban respuesta por parte blaugrana el Dr. Jekyll blanco lo había conseguido, había enjuagado la diferencia, y se ponía al final del tercer cuarto a tan solo 1 punto del Barça 52 – 51, el palau animaba ahora, pero no porque el partido fuera una fiesta, animaba porque el partido se estaba convirtiendo en la peor de las pesadillas.
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Y lo cierto es que el Mr. Hyde blaugrana, aun seguía presente, de salida Carroll, ese asesino con cara amable fulminaba el marcador con un triple, 52 – 54 y primera ventaja blanca, el Madrid había hecho eso que parecía imposible, remontar 25 puntos al Barça, algo que había hecho a base de trabajo defensivo, fe en sí mismo y aprovechando que el Barça se había relajado en exceso, Reyes sumaba 2 puntos más, y Ayón percutía de nuevo contra el aro blaugrana, el Barça estaba en modo Mr. Hyde total, mostrando la peor cara posible en ataque y flojeando en exceso en defensa, el Madrid se iba 6 arriba, se mascaba la tragedia.
Pascual decidía entonces volver a poner a su mejor poción defensiva en liza, Dorsey con 4 faltas saltaba al campo a falta de 7 minutos por jugar, los efectos de la poción que hacían aparecer al Mr.Hyde blaugrana se disipaban de golpe, la agresividad defensiva subía no un peldaño, tres escaleras, en ataque se transmitía esa agresividad, Satoransky tomaba las riendas, y un triple y sobre todo un matazo sobre Ayón ponían el 57 – 58 en el marcador, el Madrid paraba el partido y hacia entrar a Llull y Maciulis por Carroll y Ayón.
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Reyes se sacaba de la manga un tiro tras bote (a 4-5 metros) que ponía el 57 – 60, pero Oleson le respondía con una buen entrada, el Barça era cada vez más agresivo tanto en ataque como en defensa, y un rebote ofensivo de Dorsey acababa en canasta del americano y devolvía el dominio en el marcador a los locales, aparecía en ese momento una maravillosa conexión de los blancos, Chacho Ayón, que conseguía un precioso alley hop, y entrabamos en un proceso de intercambio de canastas que nos llevaría a un 65 – 64 tras otro alley hoop de la pareja Chacho Ayón y una canasta de Perperoglou.
El griego de Drama asumía responsabilidades, y anotaba 6 puntos en los minutos finales, redondeando un partido estratosférico por su parte (20 puntos, 6 rebotes y 17 de valoración), Dorsey dominaba el rebote, y el Madrid se quedaba atascado en 65 puntos.
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La fiesta volvía a un Palau enfervorecido, y que fue una vez más ese sexto jugador tan necesario, al final 72 – 65 victoria que vale doble, ya que da al Barça el average, un average que tiene ganado no solo con el Madrid, sino también con el Khimki y Olympiakos, y estará pendiente de lo que ocurra contra el Brose, pero sin duda esta victoria, sirve para estar mucho más cerca de clasificarse para la siguiente fase.
Mi opinión del partido.
Personalmente creo que ha sido un partido, con demasiadas cosas, tanto buenas como malas, entre las buenas, esos 12 primeros minutos blaugranas, simplemente perfectos, para los blancos su capacidad para no dejarse ir, seguir trabajando y a base de defensa y carácter no solo empatar el partido, sino irse 6 puntos arriba, también destacable la capacidad blaugrana para despertar y no desmoralizarse cuando el Madrid no solo les ha empatado, les ha superado.
Entre las malas, la pájara blaugrana, que le podía haber costado el partido, Arroyo hoy ha estado horrendo, los % de tiros libres lamentables (53%) y Samardo completamente fuera de sitio y lugar, hoy el boricua y el jamaicano han restado más que sumado para su equipo, de los blancos, su salida al inicio del choque, 12 minutos en que ni han estado, ni se les esperaba en la pista, ya que ni defendían, ni atacaban, tampoco es muy comprensible que tras ponerse 6 arriba no hayan continuado apretando, da la sensación, que unos y otros, han vendido la piel del oso, antes de cazarla.
No he entendido demasiado algunas decisiones, como tener en pista a Arroyo cuando hoy simplemente no estaba, o tener casi 20 min a Rudy en pista (18:42) cuando se ha visto muy claramente que el mallorquín esta aun muy lejos de estar físicamente para competir (no olvidemos que ha estado 3 meses de baja por lesión de espalda)
Los destacados:
Por parte blaugrana, Satoransky que ha asumido galones y se ha cargado junto a Perperoglou el equipo a la espalda en los aspectos ofensivos, 17 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias, 1 robo y 20 de valoración para el checo y como hemos dicho antes Perperoglou con 20 puntos, 6 rebotes y 17 de valoración, a ellos hay que unir el jugador clave del partido , Dorsey, que desde la defensa, ha sido clave en la victoria, 4 puntos, 10 rebotes, 2 asistencias, 2 tapones y 13 de valoración, pero con una cantidad de trabajo sucio hecho que daría para escribir varias enciclopedias.
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Por parte merengue, Ayón que ha ido de menos a más, y que ha jugado con una mano tocada, 16 puntos, 7 rebotes, 4 robos y 18 de valoración para el titán que ha demostrado que se entiende de maravilla con el Chacho (maravillosos sus dos alley hoops casi consecutivos), un Chacho que se ha ido a 8 puntos (con malos porcentajes) 5 rebotes, 6 asistencias,1 robo y 10 de valoración y que ha sabido dirigir y recuperar a los suyos del pésimo inicio que han tenido, destacaría la fe que ha tenido todo el conjunto blanco que tras un primer cuarto que ha sido una hecatombe ha sido capaz no solo de volver al partido, sino de llegar a ponerse por delante.
En definitiva, partido con dos caras,ambos conjuntos han homenajeado a Robert Louis Stevenson, mostrando respectivamente su Dr. Jekyll y su Mr.Hyde, al final por eso , quien ha encontrado La isla del tesoro de la victoria, ha sido el conjunto blaugrana, que arropado por su público, ha sido capaz de arrojar y agarrarse a su Flecha Negra, su Richard Dick Shelton ( Dorsey) que en vez de rescatar a Joanna Sedley y obtener justicia para su padre, ha rescatado al equipo y ha obtenido el premio de la victoria.
Reflexiones post partido
El Barça, con la victoria, y teniendo prácticamente ganados los average contra todos los que le siguen pone no diré un pie, pero si se agarra y bien a estar en la siguiente fase, depende además de sí mismo para poder entrar como segundo, ya que el próximo partido, va a ser un asalto a ese segundo puesto ( o dependiendo de los resultados volver a ser cuarto), su calendario es “entre comillas” asequible, visitando Vitoria (muy complicado ganar allí), recibiendo al Brose ( no hay que confiarse, pero fuera los alemanes bajan) y visitando Kaunas en la última jornada, difícil si, pero asequible también.
El Madrid en cambio con esta derrota, se complica la vida, ya que le queda un calendario no duro, lo siguiente, la próxima semana, visita a olimpiacos, que dependiendo de lo que haga esta jornada, puede estar a tan solo una victoria de la cuarta posición, después del infierno ateniense, visita al Baskonia, otro equipo que en casa, no es precisamente una perita en dulce, y por ultimo recibe en el Palacio, al Khimki, equipo que a día de hoy, está metido en la pomada por meterse en la siguiente fase (personalmente de los que están ahí en un pañuelo, Barça, Madrid, Khimki, Brose y Oly son los rusos seguidos de los alemanes los que menos confianza me generan , y es Oly el que creo puede ser el más peligroso, eso si ha de ganar esta jornada)
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Un Top-16 maravilloso, algo que digo tanto ahora, como cuando el Barça estaba penúltimo, partidazos por doquier, partidos épicos, y un continuo ver estrellas pasar por nuestros pabellones, tan solo faltaría tener aquí también a Fenerbahçe, y entonces esto ya seria simplemente orgásmico.
Veremos que ocurre, quedan 3 jornadas tan solo, y no hay absolutamente nada decidido, nada es nada, y eso es maravilloso, eso sí, ya puede Alex (@alexfbaloncesto) ((el jefe de www.fiebrebaloncesto.com ) ir comprando desfibriladores para los colaboradores, porque me da que a alguno igual se le para la patata con tanta emoción y con tantos nervios
65 – Real Madrid (4+24+23+14): Llull (7), Carroll (9), Maciulis (-), Reyes (11), Ayón (16) -cinco inicial- Nocioni (5), Rivers (2), Rudy Fernández (-), Lima (4), S. Rodríguez (8) y Taylor (3).
Artículo escrito por Jordi Perramón, en twitter: @guguseti podéis leer más cosas mías en mi web, www.pivotworld9.com donde hablo de gente grande y hay también un poco de opinión.
P.d.: Como dicen Los Luthiers…Errar es humano, echarle las culpas a otro es más humano aun (o al árbitro)
Rendía visita Morabanc Andorra al Barcaycard Center en la jornada dominical, coqueteando con los puestos de playoffs y con un Shermadini imperial durante todo el curso. Para el Real Madrid la jornada traía la excelente noticia de la vuelta de Rudy Fernández a la acción, tras 30 duelos de baja y con la visita trascendental del jueves al Palau Blaugrana en Euroliga en el horizonte. A 3:40 minutos del final del primer cuarto ingresaría en cancha Rodolfo, para unirse a la banda de pistoleros vestidos de blanco.
Rudy está de vuelta. Fuente. acb.com
Gracias a una puesta en escena cargada de intensidad, con energía en la lucha por los rebotes y el talento del recién llegado Holt (3er partido con los andorranos) imponiéndose tanto en acciones individuales como interpretando el pick&roll con Jones como socio, Morabanc llegaba al segundo cuarto metido de lleno en el choque (27-25). El titular Thompkins sostenía a los locales haciendo gala de sus recursos ofensivos, con 10 puntos en los primeros 10 minutos, en la previa del tiroteo en que acabaría convertida la segunda decena.
7 triples convertidos de 10 intentados en ese intervalo (3 de ellos liberados y sin fallo de un Rudy que hallaría el error a la quinta), con Sergio Rodríguez alimentando a sus tiradores con la mezcla habitual de precisión + barroquismo (4 asistencias). La lluvia constante supondría el principio del fin para un Andorra en el que Shermadini había perdido la brújula que el poste bajo supone siempre para el gigante georgiano. El 54-45 al descanso seguiría creciendo tras el receso, gracias a un nuevo arreón de Thompkins (5 puntos consecutivos, para cerrar sus 15 totales en poco más de 13 minutos de juego) y a las embestidas machaconas del capitán Felipe Reyes. Con la ventaja estabilizada en torno a los 20 puntos y creciendo, era tiempo para el lucimiento personal (Stojanovski y un Holt desaparecido desde el primer cuarto en los visitantes, los chavales Doncic y Hernangómez en los locales) hasta fijar el electrónico en un contundente 107-78 final.
16 triples totales logrados en 35 intentos (fantástico 46% de acierto coral): el Real Madrid de Pablo Laso se empeñó ayer en nadar a contracorriente del tópico reinante en las relaciones sentimentales, organizando al tiempo un vistoso homenaje a los grandes westerns de la historia del cine.
