Y al séptimo día, aburrió.

El nuevo Real Madrid de Pablo Laso y sus nuevos ayudantes arrancaba el domingo, en un Palacio de los Deportes (ahora Barclaycard Arena) con cerca de 9.000 fieles ansiosos por disfrutar de nuevo con su eléctrico y espectacular equipo. Y no sería diversión precisamente lo que encontrarían en el duelo ante el Herbalife de Don Alejandro García Reneses…

Portada: El titán de Nayarit, amo y señor de la pintura. Fuente: Vavel.com 

 

Con Sergio Rodríguez (ante la baja de Rudy), Ayón y Maciulis en el quinteto inicial, el juego se mostraría ya enfangado durante el primer cuarto. Bellas daba problemas a los locales desde su velocidad y pulcritud técnica, mientras el Madrid buscaba a sus pívots para tratar de marcar diferencias. El 17-16 al final de los 10 minutos iniciales mantenía las espadas por todo lo alto, y las rotaciones merengues permitían participar a las demás novedades del equipo. Llamaría especialmente la atención el pequeño Campazzo, muy pegajoso en la defensa de los bases rivales y exhibiendo velocidad y rapidez mental y de manos en todas sus acciones.

 

Róster más agresivo y físico que el del curso pasado (Nocioni, Ayón…), terrible sucesión de despistes defensivos: curiosa dicotomía. Se puede explicar desde la necesidad de un periodo de ajuste entre los nuevos reclutas y los veteranos, pero lo cierto es que la sangría de puertas atrás y la autopista general hasta debajo del aro merengue (sobre todo con la pareja Nocioni-Reyes en cancha) permitió a los canarios marcharse 38-43 arriba al descanso, con un acierto del 60% en sus tiros de campo.

 

La actitud de los locales cambiaría radicalmente tras el receso. El dominio del rebote y la intimidación del ogro Ayón activarían la defensa de los de Laso, para someter a su rival con un brutal parcial de 16-2 en el tercer cuarto. No ayudó a los de Aíto el flojo partido de Summers, clásico anotador (interior en este caso) para el que el único tiro malo es el que no se lanza, ni el desacierto ofensivo del resto del equipo (naufragio total desde la línea de 3 puntos). El espectacular tapón de Gustavo sobre Báez era la imagen del cambio radical que había experimentado el duelo, con ventajas para los blanco estabilizadas ya en los dobles dígitos. 70-57 el resultado final, 14 míseros puntos producidos por el Gran Canaria en toda la segunda parte.

 

Actuación diferencial de la pareja interior titular del Madrid (14 puntos + 7 rebotes Bourousis, 10 puntos + 13 rebotes Ayón) y decepción total de los grandes visitantes (3/12 tiros de campo entre Summers y Tabares, 8 puntos entre Kendall y Báez). Victoria sin brillo para unos, vergonzosa segunda parte para los otros, libretas repletas de aspectos a mejorar en ambos casos.

 

Tomás Bellas, muy solo en el bando amarillo. Fuente: elconfidencial.com

 

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