Un día nada más

Aferrado a la idea de sí mismo, Montakit Fuenlabrada batió por un día a un endeble equipo blanco (91 – 85)
[Foto portada: Amador Vicente / Baloncesto Fuenlabrada]

Un día nada más
Theobald Philips

In memoriam, loving the alien

(Foto: Amador Vicente / Baloncesto Fuenlabrada)

(Foto: Amador Vicente / Baloncesto Fuenlabrada)

So come on, come on
we’ve really got a good thing going
Well come on, well come on
If you think we’re gonna make it
You better hang on to yourself

(«Hang on to yourself», David Bowie)

Jota Cuspinera lo tenía claro desde la misma rueda de prensa de la dolorosa derrota en Murcia: Montakit Fuenlabrada tenía que volver a ser él mismo, recuperar su solidaria condición de equipo si quería mantener la buena racha y que la grada siguiese alucinando en la fantasía lunar de llegar a la Copa. El Madrid, por su parte, se presentaba en el Fernando Martín después de una solvente faena de aliño ante el Zalgiris en la que sus pívots se habían mostrando como unos terroríficos monstruos ante una pintura no demasiado intimidante, con la consigna de seguir apuntalando la mejoría en su juego y recuperar para la causa a algunos de los integrantes de su plantilla, como el sorpresivo titular Willy Hernangómez. Juego interior hasta de los exteriores blancos (el primer tiro sin pisar la zona fue en el 6’35»), con K.C. Rivers jugando con la mano izquierda y llevando hasta el final a Marko Popovic, gracias a su superioridad física. Pero el aliento de la grada hizo que la ventaja blanca (5-10) no fuese a más; que, como en la canción, el equipo con dos tonos de verde recordara lo bien que podía hacerlo, que se aferrara a sus principios esenciales para moverse como tigres en vaselina en defensa y, alternando en ataque los balones a un Sobin que puso en evidencia al 41 madridista con un descomunal acierto desde la línea de 3, igualar el luminoso a 22 cuando sonó la primera bocina.

The return of the Thin White Duke
throwing darts
in lovers’ eyes,
The return of the Thin White Duke,
making sure white stains

(«Station to Station», David Bowie)

Para salir del laberinto, Pablo Laso puso en pista a la columna vertebral de su equipo. Con ellos, subió la intensidad defensiva y (zona 3-2 mediante), se desconcertó a los tiradores fuenlabreños. Chacho se puso los zapatos de gala y animó a los suyos a bailar, Jaycee Carroll y Chapu Nocioni desde el 6,75 lanzaron dardos a los ojos fuenlabreños y el cada vez más imprescindible Gustavo Ayón, rompiendo los cristales una y otra vez en la zona, castigó sin piedad a un absoluto principante como Chema González. La igualdad se rompió en una abrir y cerrar de ojos y solo la efectiva tenacidad de Ricardo Úriz, con oportunos triples, hizo que la diferencia no fuese inabarcable: 7 puntos que daban la vida, 7 puntos que podían significar la muerte. Pero el inaplazable descanso del mago de La Laguna hizo que la fluidez del juego del Madrid suspirara, con Doncic el Chico Maravilla al mando, dejando de de adquirir ventajas en la transición y las canastas fáciles que de ello se deriva. Fuenlabrada, con Stevic haciendo un duro trabajo en defensa y todos los francotiradores (Llorca incluido) con la mano suelta, se dió cuenta de que el tiempo no esperaba y era el momento de ponerse las pilas (47 – 49)

Time and again I tell myself
I’ll stay clean tonight
But the little green wheels are following me
Oh, no, not again

(«Ashes to ashes», David Bowie)

El tercer cuarto empezó con Josip Sobin dominando a un Ndour que había adelantado a Hernangómez en la rotación. El croata con sus ganchos derretía desde dentro el muñeco de nieve de los pívots blancos (los primeros puntos de Reyes, en el minuto 25′) mientras, desde fuera, los triples de David Wear y Marko Popovic y la intensidad penetradora de Ivan Paunic, apagaban con gasolina el fuego de la crisis de juego madridista. Las tornas se habían vuelto y Pablo Laso veía que su equipo volvía a viejos tics como descentrarse en protestas arbitrales, con técnica a Carroll incluida, y que la intensidad de la pequeña maquinaria verde le perseguía, echando cenizas sobre cenizas en forma de pérdidas de balón (hasta 10 en este cuarto, para 20 totales). Los rebeldes fuenlabreños, aupados por su público (toda la gente anónima, todo el que es alguien era necesario para ello) ganaban al campeón de Europa 68 – 62.

You love bands when they’re playing hard
You want more and you want it fast

(«Rebel rebel», David Bowie)

En el último cuarto a los locales les tocaba apretar los dientes, pues el Real Madrid tiró del hormigón armado de Nocioni y Jonas Maciulis, logrando que el acercamiento ocurriera en el exterior, al haber olvidado el equipo inexplicablemente a un Ayón que había dominado el juego mientras estuvo en cancha, y la ventaja interior de K.C. Rivers sobre Popovic que tan buenos resultados les había dado en en el inicio. Bastó un balón en este sentido al zurdo de Charlotte para que Jota hiciera un c-c-c-c-cambio, dejando que fuera Paunic quien igualara la lucha al poste. Sobreponiéndose al cansancio y al hecho de que el Madrid lograra adelantarse en el marcador, Fuenlabrada siguió queriendo más, y más fuerte, sin bajar los brazos, los chicos siguieron trabajando consiguiendo importantes rebotes ofensivos que solventaron los fallos. En una entrada a 14″ del final, Popovic lanzó una llamada de socorro en forma de pase a un hasta entonces desacertado Álex Urtasun, que dió agua a los suyos embocando un triple que a la postre resultó definitivo (86 – 85).

Tras el oportuno tiempo muerto visitante, en el subsiguiente saque de banda el inmutable Rivers, agobiado por la actividad defensiva que hacía correr el tiempo, perdió los nervios (y la posesión) haciendo al árbitro el gesto de pedir tiempo muerto. Al Madrid, que para entonces ni siquiera había llegado a bonus, le encontró la muerte en la niebla de las faltas y tiros libres que siguieron hasta el heroico 91 – 85 final. En Fuenlabrada fueron héroes, un día nada más.

We can beat them, for ever and ever
Oh we can be Heroes,
just for one day

(«Heroes», David Bowie»)

Ficha técnica, ruedas de prensa y una crónica de verdad 😉 por @ezequieldcosta en Área 18

Estadística Oficial ACB

Playlist (canciones de David Bowie escondidas en el texto, por orden de aparición):

1. «Loving the alien».
2. «Moonage Daydream».
3. «Scary Monsters».
4. «Ziggy Stardust».
5. «Hang on to yourself».
6. «Underground».
7. «Let’s Dance».
8. «Station to station».
9. «Breaking glass».
10. «Absolute beginners».
11. «Seven».
12. «Aladdin Sane».
13. «Time».
14. «This is not America».
15. «Cat people (putting out fire)».
16. «Ashes to ashes».
17. «Five years».
18. «Outside».
19. «Changes».
20. «Rebel, rebel».
21. «Boys keep swinging».
22. «Glass spider».
23. «Diamond dogs».
24. «Heroes».
Bonus track (homenaje adicional):
25. «Héroes», Parálisis Permanente.