Tres jugonas y un destino
A España le está costando enchufarse a los inicios de partido en este campeonato. Por segundo partido en este campeonato, las chicas de José Ignacio Hernández salieron dispersas en defensa y aceleradas en ataque. Las coreanas aprovecharon ese despiste para estirar el marcador a su favor, con una renta que llegó a ser de ocho puntos, merced a su afinada puntería desde la larga distancia. Beon y Park nos achicharraron con seis triples (casi) consecutivos.
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Tres jugonas y un destino
Pedro Fernaud
24.septiembre.2010
ESPAÑA 84: Fernández (2), Lyttle (28), Palau (2), Montañana (15), Valdemoro (17), Nicholls (-), Lyttle (6), Pascua (-), Aguilar (2), Martínez (2), Cruz (4) y Torrens (6).
COREA 69: J. Kim (11), S. Jung (10), Beon (23), Park (12), K. Kim (2), Bo Kim (0), Kang (0), Danbi Kim (5) y Sin (6).
Sancho Lyttle volvió a ser eje capital del triunfo de nuestra selección
con 28 puntos y 15 rebotes. Fuente de foto: AFP.
Por suerte, todo quedo un espejismo. El seleccionador nacional pidió tiempo muerto y éste surtió efecto. España empezó a defender mucho mejor. De repente, nuestras chicas protegían su cesta con el cuchillo entre los dientes. Como galvanizadota de esa corriente eléctrica, funcionó una vez más Amaya Valdemoro, líder en las dos orillas.
Así pues, nuestras jugadores leyeron bien la primera línea de pase, lo que unido a su actitud y esfuerzo devino en contraataques relativamente cómodos, que ponían mejores vibraciones en el horizonte (23-23 tras el primer cuarto). El segundo cuarto incidió más en esa tónica de juego.
La cualidad más distintiva del grupo de JI Hernández es la fluidez de su circulación de balón, por momentos da la impresión de que las chicas lo mueven con un leve parpadeo de su mente. Automatismos ganadores lo llaman. Y es la consecuencia de muchas horas de vuelo juntas y de una buena afinación del trabajo en la fase de preparación para este campeonato, donde, al contrario de lo que sucedió con los chicos, la Federación Española ha encontrado un interesante equilibrio entre partidos pertinentes en casa y exigentes fuera de ella.
El caso es que el segundo cuarto puso en franquía el partido para las nuestras: 13-7. De repente, el duelo había pasado a ser un duelo en las trincheras. Con posesiones largas y mucho contacto físico. En medio de ese fregado, despuntó la capacidad resolutiva de Sancho Lyttle y la elegancia del tiro en suspensión de Ana Montañana, autora de 15 puntos tan fluidos como un anuncio de moda otoño en el Corte Inglés…
El tercer acto incidió en esa misma dinámica. Con el matiz de que las coreanas nunca desfallecen. Se toman la competición como un asunto de honor. En esa vocación se enmarca la filigrana que se marcó Kim Jy en los últimos segundos de este periodo. La base coreana desmintió las leyes temporales y del espacio para driblar a Aguilar con un cambio de dirección por la espalda y embocar un triple (a tabla) desde el medio del campo para dejar el marcador 57-48.
Pero en el deporte, como en la vida, no basta con tener una actitud combativa. También es clave un ingrediente tan misterioso como crucial llamado talento. Bien lo sabe el seleccionador, JI Hernández, que cuando vio que sus pupilas se complicaban más de la cuenta, dio una consigna tan clara como irrefutable: “Balones a Sancho”.
Sancho tiene nombre de escudero y condiciones de superclase. Gracias a su destreza para jugar en el poste bajo (y sus extraordoinarias condiciones físicas) se bastó por si sola para sentenciar el partido. Sus números también hablan por sí solos: 28 puntos y 15 rebotes.
Enfrente, las coreanas también tenían a una de las suyas inspirada: Y.Beon, autora de 23 puntos. Pero de poco vale eso, si enfrente tienes a tres jugonas en su mejor versión. Para refrendarlo, Amaya Valdemoro, una mezcla entre Carlos Jiménez y JC Navarro, tomo el mando del equipo en el tramo final del encuentro para demostrar que, a sus 34 años, sigue siendo el termómetro emocional de este competitivo equipo.
En suma: victoria por 15 puntos frente a las correosas coreanas, pase a octavos de final garantizado y…Partido atractivo mañana ante las brasileñas (18.00, Marca TV). Un triunfo nos vendría muy bien para afrontar con garantías la siguiente fase (se acumulan los triunfos de este primer tramo) de la competición y proseguir en el acopio de confianza. Volviendo al principio, tres jugonas y un destino: tocar metal, colgarse la primera medalla mundialista de la historia de nuestro baloncesto femenino. El objetivo, en realidad, de decenas de miles de aficionadas y aficionados a este deporte.