Es leyenda

«Allí estaba. Sin futuro, sin presente, pero aún se mantenía en la brecha.»

Soy Leyenda (Richard Matheson)

21 de junio de 2011: el Real Madrid de baloncesto presenta a Pablo Laso como nuevo entrenador jefe, admitiendo tras bambalinas que el entrenador vitoriano no fue ni mucho menos su primera opción para el cargo. La situación del club bien podría definirse en aquel entonces con la cita de la novela de Matheson con la que abríamos la pieza: 3 ligas ACB en todo el siglo XXI, 18 años sin ganar la Copa del Rey, 16 sin reinar en la máxima competición europea y postrado ante el dominio blaugrana desde el cambio de denominación y forma organizativa del baloncesto español. Laso llegaba a un gigante en ruinas, a una estructura desolada y humeante que ansiaba reconstruirse y volver a reinar. Y su solución resultó ser tan sencilla como compleja: reenganchar a los aficionados con un juego alegre, dinámico y veloz, que asegurara a la vez competitividad para propagar de una tacada orgullo y adhesión a su idea a diestro y siniestro.

Pablo decidió enarbolar la alegría, frente a un entorno postapocalíptico.

 

«Todo depende del camino que te labres-me aseguró-. Del trabajo que lleves a cabo.»

 

19 de febrero de 2017: Felipe Reyes alza al cielo del Fernando Buesa Arena la Copa del Rey tras una final apoteósica ante el Valencia Basket. 97-95, coronando un torneo de enorme dureza tras sobrevivir a dos prórrogas previas ante Andorra (con polémica legítima) y Baskonia. Llull recibe el trofeo de MVP, merced a su erupción con 10 puntos en los 2:40 minutos finales, para sentenciar a un rival arrollador en el rebote ofensivo y liderado por un colosal Dubljevic (28 puntos totales). Un premio individual que bien pudo llevarse a su vitrina particular Anthony Randolph, que maravilló con su versatilidad y enorme riqueza ofensiva y defensiva durante todo el torneo (20 puntos y 7 rebotes en la final, 20 puntos y 2 tapones en la semifinal ante el anfitrión y 25 puntos y otros dos gorrazos en el estreno).

4ª Copa consecutiva y 5ª de las últimas 6, para engrandecer aún más el paso de Laso por la institución merengue.

 

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El héroe silencioso. Fuente fotografía: Kiaenzona.com

Desde su llegada y presentación en aquel día de verano de 2011, el Real Madrid de Pablo ha tomado parte en 23 competiciones ya extinguidas, con un balance de 17 finales disputadas y 13 títulos conquistados. Un registro pantagruélico cuya obsolescencia positiva a pocos meses vista me atrevo a aventurar, y ante el que el técnico responde como siempre ha hecho: con humildad, huyendo de grandes titulares y delegando focos y piropos en sus jugadores. Al vitoriano se le nota entusiasmado con el trabajo diario que él y su cuerpo técnico vuelcan sobre un Luka Doncic que a sus 17 años se va de la Copa con unos promedios de 14.66 puntos, 6.66 rebotes y 5.33 asistencias. Y desde la sombra seguirá construyendo piedra a piedra presente y futuro, al abrigo de un estilo que ha convertido en tendencia europea.

El pionero modesto que es leyenda.

@Juanlu_num7

 

De Mahón a la eternidad

Mayo de 2007. Joan Plaza reparte los minutos al timón de su Real Madrid entre dos bases de nivel y perfectamente compatibles: el talentoso Raúl López y el competitivo y carismático Kerem Tunçeri. Con todo, su preparador físico (Tarragó, experto conocedor de todo lo que ocurría en la órbita de Manresa) le pone tras la pista de un chico que daba sus primeros pasos en Leb Oro, y que transitó durante su debut en la segunda competición del baloncesto nacional muy lejos de las expectativas iniciales. El instinto de Plaza le habló claro: pese a que todo apuntara a lo contrario, merecía la pena acometer un fichaje que sería un proyecto formativo a medio/largo plazo, uno de esos retos que tanto apetecen al coach barcelonés.

En aquel Madrid campeón de Liga y ULEB (y finalista de la Copa del Rey), el último gran equipo del club hasta la llegada de Pablo Laso, aterrizó con 19 años Sergio Llull. Y la paciencia de Plaza y de su cuerpo técnico en la formación técnica del chico a fuego lento, nada común dentro de la agobiante rutina de un monstruo insaciable devorador de entrenadores como la organización merengue, explica mucho de lo que sucedería después.

Aprendiendo donde la paciencia es un milagro. Fuente fotografía: acb.com

 

El entonces escolta, siempre explosivo en lo físico pero con lagunas evidentes en pase, bote y tiro, ha evolucionado con los años en un espécimen único tanto en el baloncesto europeo como en la sempiterna historia del Real Madrid. Playmaker agresivo y vertical (amparado en esa exhuberancia que nunca se fue), pero también capaz organizador y buen tirador y defensor. Y sin ningún miedo a jugarse los lanzamientos definitivos, ni siquiera en el ecosistema de una plantilla trufada de excelentes jugadores. 9 años de carácter y progresión constante, de canastas sobre la bocina y de estar a las duras y a las maduras, de compromiso y de títulos (4 Ligas, 4 Copas del Rey, 1 Euroliga, 1 ULEB, 1 mundialito, 3 Supercopas…): tras desoír la llamada de los Houston Rockets, Llull enriqueció aún más su leyenda acaudillando al Real Madrid en la última final frente al Barcelona.

MVP de la gran cita liguera por segunda vez consecutiva, logro mayúsculo únicamente en poder de un extraterrestre como Arvydas Sabonis. Hoy, el gigante lituano ya tiene compañía en ese trono tan exclusivo, la de un trueno de 1.90 metros que asaltaría un aro custodiado por Sabas sin atisbo alguno de duda en su furibunda mirada.

4 Ligas para una leyenda viva de la ACB. Fuente fotografía: realmadrid.com

 

3 partidos anotando 20/+ puntos en la final contra el equipo de Pascual (resueltos todos con victorias para los suyos), y un gran doble-doble (14 puntos y 10 asistencias) en el inaugural en el Palau (derrota sobre la bocina). Todo los partidos de los playoffs por encima de la decena en producción ofensiva propia, amén de liderar puntualmente la defensa exterior de la perezosa escuadra de Pablo Laso. Sergio ha sido parte fundamental en esa refundación de la sección ideada y ejecutada por el entrenador vitoriano, asumiendo desde los inicios una coexistencia dulce con un prestidigitador canario en un perímetro de talento pocas veces visto en la historia del baloncesto europeo. Con el Chacho debutó en la Final Four de la Euroliga, en plena tormenta institucional con dimisión de Messina y sucesión extravagante de Emanuele Molin, y con el Chacho se plantó otras 3 veces consecutivas en la gran cita continental, desafiando a la derrota hasta reverdecer laureles que el club no se colocaba en la testa desde tiempos de Sabonis. De nuevo la grandiosidad del gigante cruzándose en la trayectoria profesional del menorquín.

La piernas de Llull y su confianza a prueba de terremotos le han catapultado desde Mahón hasta la eternidad…

@Juanlu_num7

Los ilusionistas

Tras un año triunfal en lo colectivo (con su equipo imponiéndose en todas las batallas competitivas del curso) pero agrio en el plano individual (sin apenas minutos ni relevancia en la rotación), Facundo Campazzo salió del Real Madrid esperando que la fórmula de la cesión saciara su hambre de pelota naranja. Meses después, convertido en uno de los rostros de la Liga Endesa 2015/16 a base de valentía y espectáculo, el equipo propietario de sus derechos aparecía en el horizonte de un UCAM Murcia brillantemente clasificado para los playoffs, y el pequeño base volvía a relamerse y a reclamar focos.

 

El Facu vs El Chacho: duelo de chisteras. Fuente fotografía: acb.com

 

Castigando cual martillo pilón la inconsistencia defensiva del Real Madrid, la pulga argentina y el canterano Antelo (letal desde la larga distancia con esa mecánica de tiro extravagante y certera a partes iguales) armaron el taco en el fastuoso Barclaycard Center: 52 puntos anotados entre ambos (+ 9 asistencias del playmaker con el 7 a la espalda), con los murcianos ahogándose en la orilla tras los fallos desde el tiro libre del propio Facu. El cuadro visitante exigió lo mejor de la batería exterior merengue, con 48 puntos y 14 asistencias de los Sergios (10 pases letales firmados por un magnífico Rodríguez) y 20 de un Carroll que protagonizó un tiroteo brillante con Antelo desde la línea de 3 puntos. Sobreponiéndose a la penitencia defensiva coral y a los errores desde la línea de libres (personificados en esos 3 aciertos en 12 intentos de un negado Ayón), el Real Madrid acabó llevándose la victoria con un tanteo de otra época: 107-103.

La serie se trasladaba a Murcia en la jornada dominical, y el planeta basket esperaba cierto propósito de enmienda del campeón de Copa a la hora de bajar el culo atrás y proteger su canasta. Pero el Real Madrid de Laso volvió a jugar con fuego, dando rienda suelta a la creatividad de los ilusionistas locales, y acabó achicharrado.

Con Ayón fuera del partido tras un ejercicio de intensidad pésimamente enfocada, Felipe (21 puntos y 8 rebotes totales, en apenas 19 minutos de juego) y el chaval Hernángomez (muy activo en labores de intimidación) asumieron la responsabilidad de cubrir el hueco dejado por un titán de Nayarit colosal durante los últimos meses de campaña, pero nada bastaría ante el empuje de los playmakers rivales y del gólem de casa. 19 puntos por barba para Campazzo y un incisivo y poderoso Faverani, y 12 mortales de necesidad firmados por un Cabezas frío cual témpano de hielo en las posesiones decisivas. Un triplazo y varios tiros libres de Carlitos acabarían por sentenciar a la tropa de Laso (errática a más no poder desde la larga distancia, 3/19 triples), regalando al club murciano la primera victoria en postemporada de su historia.

 

Historia en clave murciana. Fuente fotografía: acb.com

 

194 puntos ha encajado el Real Madrid en los dos partidos de la serie (97 de media): el objetivo de renovar la corona ACB se complica sobremanera bajo semejantes guarismos. Por lo pronto, el martes tendremos la resolución de esta oda al baloncesto ofensivo en el antiguo Palacio de los Deportes madrileño, con las chisteras de los ilusionistas de ambas escuadras prometiendo nuevas sorpresas y emociones para el personal.

@Juanlu_num7

Sueño o realidad. Real Madrid – Boston Celtics

¿Real Madrid jugando contra Boston Celtics en el Barclaycard Center, en Madrid? Un sueño.

La cita es una realidad y es el 8 de octubre a las 19:30h, dentro de los NBA Global Games 2015.

 

Todavía recuerdo aquel famoso partido en el que esos mismos equipos se enfrentaron en 1988 (en el Open McDonald’s) acercando a nuestro baloncesto colosos como Larry Bird, McHale, Parish o Danny Ainge. Un escalofrío recorría el cuerpo de cualquier amante del baloncesto sólo de pensar que estrellas como aquellas pisarían nuestras pistas de baloncesto, se sentarían en nuestras sillas y comerían nuestros torreznos.

Le plantaron cara jugadores ahora tan familiares y entrañables como Fernando Martín, Drazen Petrovic, Fernando Romay, Chechu Biriukov o Pep Cargol. Y alguno más no tan recordado ahora como Johnny Rogers. Uno de mis jugadores favoritos por su humildad, su lenta pero siempre efectiva finta-bote-tiro y su predilección por los tiros desde la esquina de la pista (allí donde nadie pisa y no hace falta pasar la mopa).

 

bosmad88_pepbirdPep Cargol tuvo el honor de defender a Larry Bird, dejándolo sólo en 29 puntos. Fuente: marca.es

Y lo hicieron muy bien (algunos tan bien, como Pep Cargol, que generaron interés en los equipos NBA los días siguientes) no sólo por el resultado (96-111) sino también porque se unieron a la alegría, velocidad y frescura que tiene un auténtico partido NBA. ¡Fernando Romay puso varios tapones, a McHale, Bird y Parish!

A día de hoy, todos esperamos un partido más de tú a tú. Otro nivel. El Real Madrid, con la impronta de Pablo Laso, ha digerido y equilibrado en esta temporada una velocidad y ofensiva que nada tiene que envidiar a muchas franquicias NBA. Lo complicado de ese esquema tan veloz es llevarlo a cabo con control y aunque todo parecía indicar en un inicio que los partidos del Madrid podían llegar a convertirse en encierros de San Fermín (todos corriendo de un lado a otro con un periódico en la mano y el balón en la otra), en los últimos partidos se han visto también destellos de sensatez y aplomo. Para ello, jugadores como Nocioni son vitales complementando la velocidad de la luz que conseguía alcanzar Sergio Llull (llegando a correr incluso por delante del balón mientras lo botaba), y que por otro lado también está dosificando últimamente.

 

20150807_rma_llullSergio Llull, próximo a la velocidad de la luz. Fuente: kiaenzona.com

Los Celtics vienen con muchas ganas de ganarlo «todo y siempre», seguramente por el mal saber de boca que les dejó el 4-0 que les propinó Cleveland hace unos meses en primera ronda de Playoffs (y que no fue lo único que les propinaron, lo digo por el acoso y derribo a Crowder en el último partido, que terminó noqueado en el suelo «involuntariamente» por JR Smith). Quieren recuperar buenas sensaciones, y según la filosofía NBA eso sólo se consigue ganándolo «todo y siempre». Con esto tenemos asegurada ya la tensión por ambas partes.

 


JR Smith noquea a Crowder en el cuarto partido de primera ronda de Playoffs 2015. Fuente youtube:AllNBAHighlights

 

Rudy está ansioso por jugarlo (para hacer algún que otro mate «in your face» y dar mucho espectáculo) y yo por verlo. No pienso perdérmelo. Tampoco los torreznos 🙂

 

Fuego blanco o cómo funcionan los puentes hacia la gloria

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Un artículo de Pedro Fernaud Quintana. El Real Madrid ha conquistado su novena Copa de Europa tras vencer al Olympiacos en una final repleta de intensidad, emoción y acierto de Carroll y los intangibles de Nocioni. Ya han pasado tres días de la hazaña. Espacio suficiente para reflexionar sobre la misma desde diferentes perspectivas.

Actualmente, hay una exposición en el Reina Sofía que condensa lo más destacado de los últimos años de El Kunstmuseum Basel, considerado el primer museo público municipal del mundo. La exposición se llama Fuego Blanco, que coge el título de la obra de un artista de origen judío. Resumiendo mucho, podemos decir que ese fuego blanco hace referencia a un poder divino donde todo tiene sentido, equilibrio y armonía.

Tengo la sensación de que el pasado fin de semana el Madrid fue capaz de curarse de sus heridas más importantes de los últimos tiempos gracias a una receta llamada continuidad en el cambio, que personificó como nadie Pablo Laso, que ha ganado en temple para gestionar el rendimiento de los jugadores durante el partido y administrar con más tino los tiempos muertos. El caso es que el equipo ha agregado dos factores decisivos al talento de los últimos años: profundidad de banquillo y mala leche competitiva, que también podemos definir como determinación ganadora.

Más allá de la consistencia de Nocioni, de su vuelo para cambiar las situaciones de miedo (ahora volvemos con él), me quedo con la consistencia coral del equipo. A saber:

-Los Sergios han aportado reparto de juego y puntos en la dirección-

-Carroll, su lluvia de puntos en la final (como dice mi amigo Collan, todo depende que entre la primera para que Yeisi nos enseñe el camino del amor…).

-Maciulis es hormigón en movimiento en defensa, no exento de acierto en ataque si es preciso, como vimos en la final.

-Rivers anota cuanto más lo necesita el equipo y es de los que encadena sin interrupción, como vimos el sábado en semifinales.

-Rudy ha puesto sus destellos, aunque creo que al tipo que más cobra de la plantilla se le tiene que pedir más regularidad y acierto en las grandes citas.

-En cuanto a los interiores, Felipe ha estado negado en esta F4. Se lo perdonamos porque su liderazgo ha sido fundamental para llegar a la orilla del éxito europeo.

-Ayón se puso el traje de superhéroe en semifinales y ha ido de menos a más conforme discurría la temporada; lo mismo que Slaughter, un cheque al portador en defensa.

-Bou ha estado ahí, pero no ha logrado sobreponerse a la nube de dudas de los últimos tiempos.

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Así las cosas, el factor diferencial de estos dos partidos ha estado en la actuación de Andrés Nocioni, Don Andrés a partir de ahora, que ha sumado números muy similares (concretados en la misma valoración, 18) en los dos partidos.

El Chapu se ha convertido en el embajador merengue del fuego blanco del que hablábamos al principio de esta reflexión. Él solo ha inyectado fe, fluidez y confianza al equipo para precintar el aro en defensa (con sus tapones de dvdteca o su defensa de antología a Bjelica) y anotar en algunos de los momentos más comprometidos.

Su trabajado instinto (afinado en 8 años de NBA e incontables días de cacería y pesca) ha suministrado al equipo la alegría y determinación ganadora (jugar sintiendo que todo el posible, a través de la concentración en lo concreto) necesaria para actualizar su leyenda como escuadra más laureada del viejo continente (9 Copas de Europa, 4 Recopas y 1 Copa Korac).

Fuentes de foto: lavanguardia.com y 2.bp.blogspot.com