Ganar y perder es parte del baloncesto, parte del juego, pero como en todo hay formas de ganar y formas de perder, y tratare de explicarlo con un ejemplo, un ejemplo que viví en carne propia.

Estaba, hace ya demasiados años, de segundo de un cadete preferente y jugamos un partido en el picadero, campo donde jugaban las categorías inferiores del FC Barcelona.

Durante el partido, aguantamos a un equipo muy superior a nosotros durante más de 3 cuartos, pero acabamos sucumbiendo, ya que en nada y menos, pasamos de ir de 7 o 8 a ir de 30, y de ahí al final, fueron 50.

Es decir perdimos de 50, pero al final del partido, nuestro vestuario era una sonrisa, porque competimos más de 3 cuartos, a un equipo muy superior a nosotros, es más, los gritos del entrenador del Barça, que si no recuerdo mal, era Miguelito López Abril, se oían desde nuestro vestuario, un vestuario que estaba feliz.

Y estábamos felices, porque hicimos algo, que hoy no ha hecho el FC Barcelona, que fue honrar nuestra camiseta, ya que nosotros, con el SESE, nos dejamos el alma, la vida en la pista, jugamos a nuestro 100%

Lo hicimos tanto tiempo como pudimos y lo único que podíamos decirles a los chavales, era felicidades, y el primer entrenador y yo, entramos en el vestuario, y los felicitamos, porque insisto, ganar o perder, forma parte del juego, y si perdimos, pero dimos no el 100%, sino el 200.

Hoy  a escasos 200 m del picadero, hemos visto justo lo contrario, ya que hoy el Barça no solo ha perdido de 39 puntos, hoy el Barça simplemente le ha faltado el respeto a quien ha pagado una entrada por verlos jugar, le ha faltado al respeto a la camiseta que viste, y se ha faltado al respeto a sí mismo.

El partido simplemente no tiene historia, el Madrid lo ha hecho todo bien, miento, decir que lo ha hecho todo bien es mentir, lo ha hecho a otro nivel, a un nivel superior, ha estado simplemente inmenso, y lo ha hecho desde una defensa dura, agresiva, en pocas palabras, casi perfecta.

Esa defensa le ha llevado en volandas en ataque, y en su peor cuarto, ha sumado 21 puntos, y esa grandísima defensa, ha hecho que hoy, el Barça, un equipo que no ha tenido ni un ápice de orgullo, haya sumado en su mejor cuarto, 17 puntos.

El Madrid ha llegado al Palau, con el orgullo herido, porque en la anterior visita, el Barça fue mejor, y han venido a demostrar que saben jugar a esto, a demostrar en la pista que son mejores que su rival y enfrente se han encontrado una caricatura de equipo, un equipo sin alma, sin espíritu, sin orgullo, y el Madrid simplemente ha hecho lo que tenía que hacer, que es humillar a un rival que hoy no merecía compartir la pista con él.

Desde el principio sea visto que el Madrid venia a demostrar que lo pasado en el partido ACB fue un accidente, así de salida ponía un parcial de 1 – 9 en tan solo dos min y medio, el Barça trataba de sobrevivir  gracias al talento de Rice y Tomic, pero no se jugaba a nada, no había intensidad, no había orgullo ni alma en el juego blaugrana, justo todo lo contrario que en el del Madrid.

El Madrid a base de defensa, defensa y mas defensa desarbolaba al Barça, eso y un Llull inspiradísimo al que se unía un Randolph que hoy ha estado también estratosférico y un Carroll que veía el aro como la paella de Fairy, pensemos que en el primer cuarto, el parcial ha sido de 17 – 29 y en el segundo de 14 – 25, (con Llull sumando 17 puntos) algo que hacía que a la media parte el resultado ya fuera escandaloso 31 – 54.

El Madrid simplemente le estaba no pintando la cara al Barça, le estaba dando la segunda, la tercera y la cuarta capa de pintura a su rival.

Uno esperaría que en el vestuario Bartzokas, el dueño del Bar, cogiera a sus chicos, y les hiciera reaccionar, pero está claro que hoy el Bar no estaba para monsergas, ya que hoy más que el Bar Tzokas, era pesadilla en la cocina, y lo peor, hoy esto no había Chicote que pudiera salvarlo.

El tercer cuarto simplemente confirmo que la cocina del Bar Tzokas no funciona, que el género está tocado (5 bajas), que el servicio va cansado y ni puede, ni quiere (que eso es de largo lo peor, el no querer).

Rice, Dorsey y el recién llegado Holmes eran los únicos que lo intentaban (por cierto Holmes en la primera parte se ha tenido que ir al vestuario porque en una jugada ha recibido un golpe y se ha quedado conmocionado, sin duda una premonición de cómo acabaría su equipo, conmocionado), pero con escasa fortuna, y el Madrid seguía en su función de destrucción del rival, Randolph le hacia un traje de Armani a Dorsey, y a todo el que se le ponía por delante y se llegaba al final de tercer cuarto con un escandaloso 46 – 76.

El Barça seguía sin mostrar ni un ápice de orgullo, un ápice de alma, y el Madrid como en las pelis, absorbía la poca alma de su rival, y conseguía llegar a una máxima diferencia de 54 – 101, 47 puntos de diferencia.

Quedaban escasamente tres minutos para el Madrid, quedaban largamente 3 min para el Barça, pero lo cierto es que el Madrid ha levantado un poquito el pie, ha dejado de ser ultra agresivo en defensa, y un Rice que pasaba por allí, ha maquillado…bueno maquillado, ha provocado un parcial de 9 – 1 para cerrar el partido en un sonrojarte 63 – 102, sonrojarte para los blaugranas, y maravilloso para los merengues.

Del Madrid destacaría la defensa, una defensa dura, agresiva, fuerte, una defensa casi perfecta, y en cuanto a jugadores, casi podríamos destacar a todos, pero en especial a Llull con 20 puntos 7 asistencias, 1 rebote y 24 de valoración, Carroll con 19 puntos y Randolph con 18 puntos, 11 rebotes, 2 asistencias, 3 tapones (uno tremendo a Dorsey) y 25 de valoración.

Del Barça destacar a los Dracs  y al publico que se ha quedado hasta el final, los primeros porque no han dejado de animar ni cuando se iba 47 abajo, y a los que han estado hasta el final, porque soy de los que cree que eso de irse antes de acabar no es de recibo y es una falta de respeto tanto a tu equipo, como al rival.

Decía al final del partido Koponen, que el Madrid parecía que hoy hubiera jugado contra un equipo de niños, y tiene razón en parte, pero con matices, porque hoy, si el Madrid hubiera jugado contra un equipo de niños, o de amateurs, se hubiera enfrentado contra un rival que se hubiera dejado el alma, que se hubiera dejado la piel en cada acción, en cada defensa, en cada ataque, se hubiera encontrado un rival, que habría puesto ganas, e ilusión.

Y digo que tiene razón en parte, porque el resultado igual hubiera sido similar, o incluso la diferencia hubiera sido mucho mayor, pero seguramente, al llegar al vestuario, el Bartzokas de ese equipo amateur, entraría en el vestuario, con una sonrisa en los labios, con el corazón pleno de orgullo, porque su equipo, se ha dejado el alma, la piel y la vida en cada acción, y si eso pasa, da igual si ganas o pierdes, en cambio, Bartzokas, hoy no habrá podido hacer nada ni que se acerque a eso.

En resumen, palizón enorme y humillación total y absoluta del Madrid sobre el Barça, un Barça que ha dado pena, ante un Madrid que ha estado simplemente perfecto y que le ha dado un palizón histórico al FC. Barcelona.

63 – FC Barcelona Lassa (17+15+15+17): Rice (23), Oleson (6), Eriksson (2), Holmes (8), Tomic (5) -cinco inicial-, Dorsey (10), Vezenkov (5), Peno (2), Koponen (2) y Perperoglou (-)

102-Real Madrid (29+25+21+27): Llull (20), Doncic (8), Maciulis (5), Reyes (9), Ayón (-) -cinco inicial-, Draper (-), Rudy (9), Randolph (18), Nocioni (7), Carroll (19), Hunter (7) y Taylor (-).

 

Artículo escrito por Jordi Perramón Xinxola en twitter: @guguseti

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del blog www.cosasdejordi.com

Corresponsal de www.fiebrebaloncesto.com para el FC.Barcelona y mienbro del equipo de Pasos de Salida, programa de Radio que emitimos cada domingo de 21:00 a 22:00.

Creador del podcast Flagrant Foul