Sumando sinsabores, mirada de un …

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Lo hemos dicho en otras ocasiones. Desde el principio, Fiebre Baloncesto fue concebida como un espacio de debate y reflexión, donde cupieran todas las opiniones. Con independencia de que estemos o no de acuerdo con la opinión de nuestros colaboradores, nos encanta que éstos expresen libremente sus pareceres y enriquezcan el debate sobre nuestro deporte. Es lo que hace en este artículo, Daniel Molina, merengue irredento, que deja poco títere con cabeza en su acerado análisis de la realidad del Real Madrid (que ha escrito tras la floja actuación del equipo de las ocho Copas de Europa en la pasada Final Tour). Ahora toca saber si su análisis cobra (o no) nuevas dimensiones en el terreno doméstico, ahora que el equipo blanco se dispone a jugarse las habichuelas por el título liguero junto a los otros siete equipos más destacados de la ACB.

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Sumando sinsabores, mirada de un merengue a la realidad de su equipo

Daniel Molina

15.mayo.2011

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Nikola Mirotic es uno de los pocos elementos positivos que Daniel Molina destaca en su crítica a la temporada del Real Madrid Fuente de foto: deportes.orange.es


Tras 15 años de ausencia en la fase final de la Euroliga, llegábamos a Barcelona queriendo creer en que este hito era un paso en firme del Real Madrid de Baloncesto, en vías de consolidar por fin un proyecto a medio y largo plazo, dejando atrás  los tiempos a la deriva de una sección abandonada.


No es ésa la impresión por la imagen dada durante el fin de semana, un triste quiero y no puedo, que bien podría sumir a un equipo blando e inexperto en una depresión de cara a la disputa de la liga en el  final de temporada. Se verá, pero la percepción del balance, a pesar de haber superado una barrera de 3 lustros, a mi juicio no es la de haber avanzado. Los males están latentes, las causas sabidas a ojos de casi todos y las incógnitas ahí, como cada primavera. A saber:

 

Estructura


Directivos de dudosa capacidad: Valdano, Juan Carlos Sánchez, Herreros, inanes en la gestión. El primero por total desconocimiento de baloncesto, un orador ornamental, y malo; el segundo por ser un postizo y sin visión, enfrascado en ridícula batalla con Messina por imponer criterios; el tercero porque haber sido un gran jugador no garantiza habilidades como gestor deportivo.


El presidente no termina de creer en la sección, que más parece molestarle por deficitaria, y sigue racaneando en el presupuesto. Apostó por un técnico de élite pensando que con eso ya estaba todo hecho, y no parece comprender que volver al primer escalafón del baloncesto europeo amortiguaría esas pérdidas y sumaría prestigio al club.

 

Dirección


La marcha de Messina fue como una estocada, sobre todo emocional. Mantener a Molin suponía el dejar un cabo de continuidad al que agarrarse, lo más acertado a priori, en beneficio de los jugadores. Nada notable aportado por  el discreto italiano, cuya dirección y algunas decisiones han sido más que discutibles, como la de diluir el papel del hasta entonces creciente Mirotic en favor de un jugador en plena cuesta abajo, como Reyes, o dar casi 20 minutos de media por partido al infame Tucker, que debía haber sido cortado hace meses.


Tampoco vamos a liarnos la manta a la cabeza al citar a Messina. Que sufriera zancadillas, su nula sintonía con la directiva y falta de fe no justifica que un entrenador de su nivel huyera por la gatera en el momento clave de la temporada, cuando el equipo más necesitaba un guía, un pastor no sólo dentro, sino también fuera de la cancha. No ha podido imprimir valor añadido en año y medio, con un desfile de jugadores de por medio. Es también su fracaso.

 

Para la temporada que viene se vivirá de nuevo el debate nada beneficioso de la elección de técnico. La aclamación pipera por Pepu, los que pidan al sibilino Reneses o los que se humedezcan por los clásicos Pesic u Obradovic, con la aureola ganadora de Messina. Como cada uno, tengo mis filias y mis fobias, pero sólo pido coherencia y sobre el bloque existente saber valorar las necesidades, los puntos fuertes, débiles e imponer soluciones lógicas.

 

Equipo

 

Las especulaciones sobre fichajes mejor al final, aunque ya se debería estar trabajando en ello, porque las carencias son casi las mismas que hace un año. Vital reforzar el juego exterior con tiro y potencia, y la posición de base. Se necesita un jugador diferencial, pero dependerá del presupuesto, así que probablemente nos quedaremos con las ganas. Haciendo alarde de buena planificación, me temo que  las decisiones dependerán del resultado final en la Liga.



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