Recuerdos de la Selección. 1er Capítulo, “España, país de Bases”.

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“Un base es un arquitecto del juego”, (opinión de un ingeniero), “un base es la prolongación del sentido común”, (opinión de un entrenador), “un base es el que reparte las cartas de la baraja” (opinión de la madre de un jugador que se ha apuntado este año a baloncesto), “un base tiene el corazón repartido entre su hemisferio de administrador de recursos y su hemisferio de incitador de magias” (opinión de un escritor). Todas esas definiciones encuentran un canal-jugador en la sensacional pieza que ha compuesto Alejandro B. Cervera para provocar un saludable pellizco de nostalgia en los aficionados Fiebre que vibran desde hace cuatro décadas con las evoluciones de la selección española. No es casual que Alejandro escriba base con mayúscula; a veces el contenido altera la fisonomía del continente…

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Recuerdos de la Selección. 1er Capítulo, “España, país de Bases”.

Alejandro B. Cervera

22.abril.2012

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Nacho Solozábal, faro de sentido común y fluidez competitiva para el Barça y la selección de los años 80 Fuente de foto: Archivo fotográfico del FC. Barcelona



J.A Corbalán, N. Solozábal y J.L Llorente, esta era la tripleta de Bases que se colgó la Plata en Los Angeles’84.

J. A Corbalán (1975, 77, 79, 80, 81, 82, 83 y 84)* (por favor, aquí meter un enlace que remita a la letenda explicativa de abajo) debutó internacionalmente en 1975 convirtiéndose desde ese mismo momento, en el indiscutible Mariscal de Campo de la Selección y en el Base más importante del baloncesto español en los subsiguientes 10 años.

Suya fue la segunda mitad de los 70 y los primeros 80. Cediendo, justo después de esa Plata olímpica, el testigo y timón de la Selección a un siempre sobrio y eficiente N. Solozábal (1980, 81, 82, 83, 84, 86, 87 y 88).

El Base blaugrana fue toda una institución durante esos 80. Un muy buen y excelente cesionario del insustituible J.A Corbalán.

J. Costa (1979, 81, 82 y 85) y J.L Llorente (1979, 80, 84, 85 y 88) fueron, durante esos años, los bases que más veces acompañaron a los anteriormente citados. Ellos dos y los puntuales J. Creus (1983 y 86) y V. Gil (85).

Pero fue en 1987 cuando de verdad dio la sensación de que algo podía cambiar en nuestro baloncesto.

Ese año debutó con la Selección absoluta J.A Montero (1987,88 y 89) un jugador completamente diferente a lo que hasta ese momento había sido el paradigma de Base español. Anotaba, dirigía, mandaba y lo mejor y más sorprendente, se estaba convirtiendo en todo un icono mediático.

Pero no podía ser. Gracias a su condición física, técnica y conocimiento del juego, J.A Montero era utilizado indistintamente de “1” y de “2”, lo que terminó desquiciándolo hasta prácticamente hacerle desaparecer de la escena internacional.

Y con todo eso…, la década de los 90.

Por primera vez en muchos años, se carecía de un director de juego de primer nivel  y solo J.A Arcega (1987, 89, 90 y 92) reunía la suficiente experiencia internacional como para garantizar un cambio generacional de garantías.

Pero, España es un país de Bases, siempre lo ha sido y más pronto que tarde apareció un nuevo referente, R. Jofresa (1990, 91, 92, 93 94 y 97).

R. Jofresa se convirtió rápidamente en el nuevo líder de la Selección y suya fue la primera mitad de los 90, compartiendo posición, principalmente, con el anteriormente citado J.A Arcega y con un irregular J.M Antúnez (1990,91 y 94).

En líneas generales, esa década de los 90 no fue buena y por la posición de Base pasaron nombres tan variopintos como M. Hansen (1991), T. Jofresa(1993, 94 y 97), J.L Galilea (1995) o I. Corrales (1999). Y otros que nunca llegaron a asentarse en el puesto, siendo P. Laso (1989 y 95), N. Azofra (1993 y 98) y N. Rodilla (1998 y 99) un claro ejemplo de ello.

Mención aparte merece  N. Rodríguez (1995, 97, 98, 99, 00, 01 y 02), la excepción que confirma la regla.

El malagueño debuto en 1995 siendo fijo en todas las convocatorias internacionales hasta 2002. Jugador de carácter y fuerte personalidad fue el alma de la Selección durante esos años. Y con N. Rodríguez como dueño y señor de la posición, nos adentramos en una nueva década.

R. López, C. Cabezas, J.M Calderón y J.C Navarro (por aquel entonces, Base puntual y un muy buen comodín para esa posición), el futuro era suyo, y con ellos, el cambio.

R. López (2000, 01, 08, 09 y 10) y J.C Navarro fueron los primeros “juniors de Oro” que debutaron con la absoluta y junto a N. Rodríguez formaron la terna de Bases que participó en Sidney´00.

Uniéndose poco después J. Calderón (2002, 03, 04, 05, 06, 07, 08 y 11) y C. Cabezas (2003, 05, 06, 07 y 09) los cuales contaron, durante esa primera mitad del nuevo siglo, con la inestimable ayuda de los veteranos C. Marco (2002 y 03) y J. Comas (04).

Con J.M Calderón a los mandos (ha sido el más regular y el que finalmente ha terminado como indiscutible) llegaron los mayores éxitos de la Selección, y junto a él, un joven S. Rodríguez (2005, 06 y 07) que parecía destinado (aunque sin conseguirlo) a cambiar por completo el concepto de Base en nuestro baloncesto.

Y entre tanta entrada y salida y sin terminar de definir la pareja de Bases que acompañara a J.M Calderón, llegamos a Pekín’08 y el debut internacional deR. Rubio (2008, 09, 10 y 11).

R. Rubio es “otro tipo de Base”, parece tenerlo todo para marcar una época, y gracias a su juventud, el futuro de la Selección, en esta posición, está más que asegurado.

Pero no está solo, ni mucho menos. A los J.M Calderón, C. Cabezas y R. López aún les queda mucho baloncesto y Bases como S. Llull (2009, 10 y 11) yV. Sada (2011) vienen empujando muy fuerte.

En definitiva, podemos afirmar y sin miedo a equivocarnos, que España es un país de Bases.

*Entre paréntesis, los años correspondientes a Eurobaskets, Mundiales y Olimpiadas que disputaron.


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