Maneras de perder

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Nadó y nadó contra corriente el Blancos de Rueda durante toda la liga y al final…llegó a la orilla de la salvación. De nuevo se reencontró con su juego de equipo, en el que todos aportan, y logró imponerse a un Cajasol algo blando en defensa. Nacho Martín por n-
ésima vez (20 ptos, 10 reb) y Montáñez fueron los mejores por los locales. En el Cajasol destacaron Bogdanovic en su lucha con Nacho Martín y en la dirección Satoransky, aunque no fueron suficientes para doblegar al Blancos de Rueda.

La sorpresa rondó el Pisuerga durante 35 minutos. Al final, la calidad de hombres como Dubljevic y Doellman junto con el cansancio local tras un gran esfuerzo defensivo, pusieron el marcador en su sitio y el Valencia Basket se llevó una trabajada victoria. El CB Valladolid dio otra cara completamente desconocida hasta ahora, la de un equipo de baloncesto. [Estadísticas]

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Maneras de perder

Jorge Álvarez

Fotos: Marcos Sánchez González

24.marzo.2014

Los mejores de cada equipo, por dentro y por fuera (Doellman, Omari Johnson). Fuente de foto: Fiebrebaloncesto.com / Marcos Sánchez González

 

 

Hay maneras y maneras de perder. Hasta la fecha, el CB Valladolid había explorado todas las que podríamos considerar como poco honrosas. Sin embargo, ayer la imagen fue completamente distinta. Jugó como un equipo y aguantó en el partido hasta el minuto 35, cuando todavía ganaba 74-71, contra el segundo clasificado. ¿Qué es lo que cambió respecto a partidos anteriores? Sobre todo y por encima de todo, la actitud de los jugadores. Y desde esa buena actitud se construyó una defensa fuerte, de presión en toda la pista durante casi todo el partido, lo que le permitió al equipo competir y parecer un equipo ACB. Ricard Casas indicaba que la incorporación de los dos nuevos jugadores, Johnson y Mack, había cambiado la dinámica del grupo, siendo ésta ahora más positiva e integradora. Quizás, más que la incorporación de estos dos nuevos jugadores, el verdadero cambio ha venido de la marcha de Rowe. Como se suele decir, que allá donde vaya encuentre tanta paz como aquí deja.

 

Los dos nuevos, de momento aportaron ganas y poco más. Habrá que esperar a próximos partidos, para verles algo mas (Armon Johnson y Lamont Mack). Fuente de foto: Fiebrebaloncesto.com / Marcos Sánchez González

 

Desde el primer minuto se vio que el CB Valladolid estaba decidido a ofrecer otra cara. Aguerrido en defensa y con más paciencia en ataque, se mantuvo hasta al final del primer cuarto por delante. Omari defendía bien a Doellman, mientras en ataque Haritopoulos hacía daño con su estilo tan eficaz como falto de estética. Tuvo que salir Dubljevic, a la postre el mejor del partido, para poner orden y en ventaja en el marcador a su equipo (20-23), tras un cuarto en el que el perímetro del Valencia no acertaba con el aro (1/6 en tiples).

 

Esta vez sí que el Valladolid fue un equipo defensivo y con aportación de todos los que jugaron (Haritopoulos, Suka). Fuente de foto: Fiebrebaloncesto.com / Marcos Sánchez González

 

En el segundo cuarto, la tónica fue parecida, si bien Omari y Drenovac se unieron en ataque a Haritopoulos y pusieron en ventaja al equipo local. Perasovic se desesperaba en la banda porque sus pivots no eran capaces de cerrar el rebote y no encontraba en Van Rossom al canalizador de sus instrucciones. El pobre base belga se pasó todo el partido entra y sale en función del cabreo de Peras. La diferencia de rebotes al  descanso fue de 17 a 15 para los locales, 6 de los cuáles ofensivos. Omari se adueñó de las dos zonas y además de defender bien a Doellman también encontró la forma de anotar gracias a su versatilidad para jugar de 3 o de 4. A pesar de todo ello, gracias a sendos triples de Pablo Aguilar y Lafayette se llegó con empate al descanso (38-38).

 

El base valenciano Van Rossom, sufrió esta vez más que en otras ocasiones, con la buena defensa del Valladolid. Fuente de foto: Fiebrebaloncesto.com / Marcos Sánchez González

 

En el tercer cuarto, el CB Valladolid salió con más empuje todavía. Un parcial de 8-0 con un sensacional Pozas hizo a Perasovic llamar al orden a sus jugadores. De nuevo los rebotes de ataque de Omari y Haritopoulos y la muy buen dirección del propio Pozas hacían  sufrir al Valencia. Por fuera, también Andusic encontraba la inspiración y sólo Lavrinovic por los visitantes parecía entonado. Al final del tercer cuarto, la diferencia era de 6 puntos para los  locales (65-59). Y no fueron más porque de nuevo los triples de Pablo Aguilar y sobre todo dos de Rafa Martínez, les permitieron llegar al tramo final del encuentro con opciones de remontar.

 

Pozas volvió a destacar en el control del juego y con una muy buena defensa. Fuente de foto: Fiebrebaloncesto.com / Marcos Sánchez González

  

Y en el último cuarto…la lógica se impuso. Cuando restaban 5 minutos para el final, el CBValladolid dominaba por 74-71. Al final del partido el resultado fue 77-91. Un parcial de 3-20 demoledor para lograr la victoria y un respiro para un agobiado Perasovic. ¿Se le apagó la luz al CBValladolid o se le encendió al Valencia Basket? Un poco de las dos cosas. El equipo pucelano había hecho un gran esfuerzo defensivo durante todo el partido y, aunque Casas había tratado de rotar a sus jugadores para administrar el cansancio, al final la fuerte defensa pasó factura. Por otro lado, El valencia Basket cerró el rebote y Perasovic se acordó de Dublevic. En el capítulo del rebote, se pasó del 27-20 para los locales al final del tercer cuarto al 30-34 final para el Valencia. Un parcial de 3-14 en este cuarto, incluyendo los tres rebotes de ataque claves que capturaron cuando el marcador estaba en 74-76. A esa eficacia defensiva contribuyó Dubljevic, a la postre el mejor de su equipo con 15 ptos y 11 rebotes. También apareció el perímetro con Sato y Lafayette, además del de siempre, Doellman, quien sin estar muy fino debido a la buena defensa de Omari, terminó con 17 ptos y 20 de valoración.

 

El Valencia tiene un equipazo, para muestra un par de botones: Dubljevic, Sato. Fuente de foto: Fiebrebaloncesto.com / Marcos Sánchez González

 

A pesar de la derrota, el aficionado vallisoletano se fue del Pisuerga con otra cara. Sabe lo que puede dar su equipo, más bien poco, por eso sólo exige lo que ayer se le dio, compromiso y esfuerzo. Esperemos que al menos veamos partidos con esta intensidad de aquí al final de la temporada, porque hay maneras y maneras de perder. Esta, nos vale.

 

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