Málaga, en cinco tiros libres

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Málaga es sol, elegancia y alegría de vivir. Pocos lugares tienen su calidad de vida. También es uno de los templos de nuestro baloncesto. Roberto Fernández demuestra en este artículo su habilidad para captar el alma de los lugares que visita en clave de baloncesto. Nos acerca el encanto de la Plaza de la Merced y de la Playa de la Malagueta. También evoca el talento pionero de Mike Smith a favor de la ciudad, así como el ambiente tan especial que se vivía en el Pabellón Ciudad Jardín. Por el camino, profesa su rendida admiración al ambiente que se crea en el Martín Carpena.

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Málaga, en cinco tiros libres

Roberto Fernández

2.marzo.2011

 

Málaga es la sexta ciudad española más habitada después de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Zaragoza. Según el censo de 2009, posee 568.000 habitantes. ¿Abruma un poco tanta gente o el hecho de estar cerca de la playa y el carácter de los malacitanos ayuda a que no parezca una gran ciudad?


Es que es justo lo último de la pregunta, porque no parece una gran urbe. Málaga siempre me ha dado la sensación de pueblo andaluz más que una gran ciudad. Por todo, por su gente, por la alegría que hay en cualquier rincón, como cuando te vas a tu pueblo en verano, por el mar… no sé. Por la arquitectura, qué sé yo. El hecho es que nunca me ha dado una imagen de gran ciudad, más bien de rincón recogido.


¿Cuál es tu rincón favorito de la ciudad?


La Playa de la Malagueta y la Plaza de la Merced. Sin duda. De la última tengo un grato recuerdo de alguien de esta página (esa historia habría que contarla!!!) en una noche, digamos, loca. De la primera, La Malagueta, es más una visión, un sueño por cumplir, que de verdad un lugar favorito, pero es que tiene su encanto. Por cierto, no me olvido de otro lugar que era mi favorito: el Pabellón Ciudad Jardín!. Impresionaba trabajar ahí.


¿Por qué Malaga es una de las plazas con más solera de la ACB?


Pues porque es un equipo que se ha ido haciendo a sí mismo, y eso en la ACB siempre cala mucho. Además, Málaga siempre ha sido una ciudad donde el deporte se ha vivido con mucho “calor”, por lo que ir a ver un partido de Unicaja o del Málaga hace que esta ciudad sea una de las placenteras para viajar. Yo creo que por eso es una ciudad ascendida ya a la categoría de mítica para toda la liga.


¿Cuál es tu jugador favorito del Unicaja?


De siempre es difícil. Ha pasado mucho mito por el Unicaja. Pero me quedo con Mike Smith. E insisto, ha habido mucho jugadores enormes. Pero Mike Smith, por su pasado verdinegro y por lo que ha hecho en Málaga es mi favorito. De los actuales, simplemente porque es mi amigo, Saúl Blanco.


Tú que lo has vivido de cerca (y cotidianamente)  el trabajo de Chus Mateo…¿Cómo es, profesional y humanamente, el nuevo entrenador del Unicaja?

Profesionalmente es un tío muuuy metódico. O al menos es la impresión que me ha dado a mí en los dos años y medio que ha estado en Fuenlabrada. Pero creo que profesionalmente, y no es peloteo, es uno de los entrenadores con más talento que he visto en mucho tiempo. Humanamente, Chus es una persona que deja mucha huella en Fuenlabrada, porque era cercano y nunca, nunca, tenía un mal gesto con nadie, ¡¡ni siquiera cuando le llamaba para hacer una entrevista sin avisar al jefe de prensa!! GRACIAS CHUS!

 

MÁLAGA

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 MARTÍN CARPENA


Es un pabellón IMPRESIONANTE el Martín Carpena. Para mí, el templo del basket de hoy en día, porque aunque tenemos el Palau Olímpic, el Blaugrana, o el Fernando Buesa, o el Nou Congost, que son míticos de la liga, el Carpena es puro baloncesto. Es verdad que tan grandes los pabellones pierden algo del ambiente como en Fuenlabrada o Menorca, pero es que éste tiene ambiente por cualquier sitio donde lo mires. El Carpena es puro baloncesto. El mejor para mí.



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CIUDAD

Esta es una de las imágenes con las que me quedo de Málaga. Una calle con gente, buen ambiente, calorcito… fiesta, más gente… Málaga, esa ciudad que no da la sensación de ser tan grande, tiene callecitas como esta que son la esencia real de la ciudad. Te puedes perder por cualquiera de ellas, pero al final sabes dónde estás… y estás en Málaga. (Sobre todo lo sabes por el olor a “pescaíto” que se huele a la hora de la cena, jejeje).



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