Los vientos de cambio, el talento de Ricky y la noche de D’Or

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La mayoría de los jóvenes del corazón del siglo XX estaban siempre a la búsqueda de cambios. Pocas canciones como las de Bob Dylan condensaron mejor ese ansia de ruptura con el pasado a la búsqueda de un mundo más amable y justo. El caso es que la Euroliga también está experimentando sus propios vientos de cambio este año (cambios que no necesariamente tienen que ser a mejor, como está demostrando el Panathinaikos con su ‘básquet rácano’). El año pasado, los cuatro equipos que estuvieron en la Final Four fueron Regal Barcelona, Olympiacos, CSKA de Moscú y Partizán de Belgrado. Para este 2011, donde la final a cuatro se va a disputar en la Ciudad Condal, todo hacía indicar que dos de esos equipos (Barça, Olympiacos) repetirían, pero el discurso de las series de cuartos está tomando unos latidos un tanto inesperados.

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Los vientos de cambio, el talento de Ricky y la noche de D’Or

Pedro Fernaud

30.marzo.2011

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 Marco Jaric está demostrando su pasado NBA para liderar a su equipo, el Montepaschi Siena, a la victoria en la eliminatoria que le está enfrentando al Olympiacos. Fuente de foto: deportes.orange.es



Decimos novedosos porque los dos mega-equipos que están palmando en sus series, Barça y Olympiacos, habían concluido como líderes de su grupo el TOP 16, por lo que la lógica indicaba que, al margen del factor cancha, salían con ventaja en sus series. El caso del Olympiacos es, si cabe más llamativo. El equipo de Dusan Ivkovik apalizó al italiano en el primer choque (89-41), con una demostración colectiva de primer orden (con ocho jugadores sumando siete o más puntos). Pero después se ha diluido.

 

El Montepaschi de Siena está demostrando tener mayor profundidad de banquillo, con cuatro jugadores ‘guadiana’, a medio camino entre la titularidad y la suplencia (Hairston, Kistof Larinovic, Kaukenas, Jaric), cuya actuación está siendo decisiva en esta serie. Mención propia merecen los 24 puntos que se marcó en el partido de ayer el ex madrilista Marco Jaric. Por su parte, el Olympiacos está pagando los problemas con las lesiones del talentoso Milos Teodosic, que este martes apenas pudo jugar nueve minutos y la falta de clarividencia de su técnico, Dusan Ivkovic, al leer algunas acciones de juego. Pero este equipo tiene tanta densidad de talento (Nesterovic, Mavrokefalides, Bourosis, Papaloukas) que no conviene descartarlo. No en vano, hablamos del vigente subcampeón de la Euroliga.

 

¿Y qué podemos decir del campeón? Pues el Regal Barcelona está contra las cuerdas por culpa de la malla defensiva planteada por Zelko Obradovic sobre JC Navarro y porque algunos de sus hombres importantes (Lorbek, Sada, Ingles, Morris) están demasiado apagados en el global de esta serie. Al equipo le falta combustible. Es demasiado desgaste mental. Este martes Navarro se quedó varado en 9 puntos. Por parte griega, Diamantidis sigue siendo un dolor de muelas (18 puntos y 7 asistencias en el tercer encuentro), bien secundado por el acierto de Nicholas y Sato y la intimidación de Batiste. De todos modos, el Barça está perdiendo por muy poco margen los encuentros y, aunque está en una situación límite, consideramos que tiene potencial suficiente para voltear esta eliminatoria.

 

¿La noticia esperanza para los blaugranas? La actuación de Ricky Rubio, que aprovechó que la defensa griega le ‘flota’ (le concede espacio para tirar, habida cuenta de sus flojos porcentajes de acierto en la larga distancia) para sumar 16 puntos, robar 3 balones y dar dos asistencias y dejar la sensación de que su talento aletargado puede ser un factor decisivo en esta serie.

 

Los vientos de cambio no acabaron de llegar a la Fonteta del Power Electronics Valencia. Y eso que los 9.200 aficionados que se congregaron en el templo naranja merecían premio, por su presencia y ánimo durante todo el encuentro. El caso es que casi todo el partido (los tres primeros cuartos) del tercer episodio de la serie estuvo gobernado por el Power gracias a la puntería de Savanovic (21 puntos), el liderazgo de Martínez (11) y la excelencia en la dirección de Cook (8 asistencias y 10 puntos).

 

También la intensa defensa planteada por los pupilos del técnico serbio. Pero una vez más no fue suficiente. El equipo taronja volvió a llegar desfondado al último acto de la función. Momento que el Madrid aprovechó para endosarle 27 puntos, con la presencia colosal de D’Or Fisher, que anotó quince de sus 19 puntos en ese último acto, capturó ocho rebotes y puso 2 ‘chapelas’ en el partido más completo (por la trascendencia) de su temporada. Para llegar con vida hasta ahí, los merengues echaron mano de la madurez competitiva de Ante Tomic, Felipe Reyes, Pablo Prigioni y…Carlos Suárez, que crece a pasos agigantados en su primer año en la superélite.

 

El Caja Laboral va a tener que sudar tinta para mojar pan en casa del Maccabi Electra. El equipo isralelí ganó con comodidad al cuadro baskonista (81-60). La clave estuvo en los dos actos centrales de la función, en los que dos tiradores implacables como Jeremy Pargo y David Blu afinaron al máximo su puntería (23 y 16 puntos respectivamente) para desfigurar las opciones de victoria de los pupilos de Ivanovic. La cosa quedó maquillada gracias al orgullo competitivo de gente como Teletovic y Barac, pero mucho tendrá que evolucionar el cuadro baskonista si no quiere perecer definitivamente en el coliseo hebreo.




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