La clase de los Gasol, ‘el muro’ Ibaka, la fluidez de Navarro&Rudy y la magia de Ricky
Los Fiebre adictos no necesitan que la realidad les dé mucho de comer para pensar en momentos de gloria. Si encima, la preparación del Europeo deja un regusto positivo, la fantasía se dispara. Pero como le gustaba pensar al teniente Colombo, «piano, piano». Por de pronto, España ha ganado 7 de sus primeros 8 partidos de preparación con holgura. Todos los que ha jugado en casa. Más allá de la inmediatez de la crónica de cada partido, en este post compilamos 7 dinámicas positivas que ofrece la selección en la misma alfombra roja del Europeo que arranca este 31 de agosto en Lituania.
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La clase de los Gasol, ‘el muro’ Ibaka, la fluidez de Navarro&Rudy y la magia de Ricky
Pedro Fernaud
26.agosto.2011
Velocidad, desparpajo y fantasía en el pase han caracterizado el rendimiento de Ricky Rubio en esta fase de preparación… La magia ha vuelto. Fuente de foto: lasexta.com
1) La recuperación de la chispa de Ricky.
El talento se tiene o no. Es algo inefable. No se puede explicar. Es como la belleza. ¿Qué siente Naomi Watts cuando experimenta la llama del deseo en el espejo de la mirada un desconocido? ¿Qué siente Ricky cuando deshilacha a sus rivales con los requiebros de su bote o cuándo regala pases que no están en la imaginación a sus compañeros? Sólo él lo sabe. Lo que sí sabemos los aficionados es lo que se siente al otro lado del espejo. Fascinación. Tras una temporada estragado con su tempo director y su tiro, el señor Rubio está de vuelta. La promesa de la aventura norteamericana, con más espacio y menos presión de «haz lo correcto, todo por la copa» parece haberle liberado. Su rendimiento en la preparación va de menos a más. Ni siquiera la lesión del tobillo parece haber frenado su progresión.
2) El rol más protagónico de ‘rompe-estómagos’ San Emeterio.
Hay algo confiable en el jugador emblema del Caja Laboral y MVP de la liga regular de la ACB de este año. Se deja cada centímetro de energía en sus acciones: defiende con prestancia, va fuerte al rebote y no tiene mal tiro…Pero lo que de verdad le define es ese deje de búfalo para entrar a canasta cuando todas las leyes de la física se oponen a su obstinación. ¿El resultado? Estómagos atormentados, canasta fáciles y-o un reguero de tiros libres para sumar solvencia al equipo desde el puesto de tres.
3) La capacidad intimidatoria de Ibaka.
Dicen que entrar en contacto con el tren superior de la anatomía del jugador de los Thunder es como tocar una pared. Lo que está claro es que su presencia es un plus para esta selección, que en este campeonato de Europa tendrá un seguro de vida en la zona, donde nuestros adversarios van a tener que sudar tinta, ingenio y mucha valentía si quieren esquivar a trepamuros ‘Serge’.
4) El momento dulce de Gasol S.A.
Tanto Pau como Marc están demostrando estar en un momento óptimo de juego. Ambos son un tratado andante de cómo jugar de espaldas al aro, correr el contraataque y rebotear con fluidez. Son las torres gemelas (2’15 cada uno) que nuestro baloncesto nunca soñó con tener.
5) El fondo de talento de Navarro y Rudy.
Cuando el Europeo aterrice en esos momentos difíciles de entender, cuando la presión sea superlativa, estos dos cazadores de gloria darán un paso adelante. Están haciendo una buena preparación y eso nos ilusiona porque sabemos que ambos fluyen cuando la mayoría de las muñecas se apuntan al esguince.
6) La abundancia de transiciones rápidas en esta preparación.
Sí, nos gusta esa decidida apuesta que Mr Scariolo y su equipo están haciendo por recuperar uno de los pilares de toda la vida de la selección. Transiciones relámpago donde aprovechar la picardía, talento y velocidad de nuestros jugadores, con auténticos predistigitadores del asunto como Ricky, Rudy, Ibaka, Claver o Pau.
7) El afán comunicativo de Calderón.
‘Garantías Calde’ está de vuelta. Él es la manija de este equipo. A su cobijo, Ricky crece, el equipo carbura mejor en estático y todo parece un poco más ordenado. Conmueve ese afán que tiene por comunicarse con su técnico y hacerlo extensible a sus compañeros. Eso que los antiguos llamaban sembrar la química grupal.
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