Jet, esto me va a doler más a mí que a ti

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Dallas no ha empezado con buen pie las finales NBA 2011. Miami ganó en casa (92-84) gracias a una buena defensa y al rebote ofensivo. Después de una primera mitad igualada, los Mavs fueron perdiendo gas durante la segunda, saturando a Dirk (que terminó con una leve lesión en el dedo medio de la mano izquierda) y cediendo al tiro exterior de Lebron. Lo que deja un 1-0 para Miami, que volverá a jugar en casa el segundo partido esta madrugada (Viernes 3 a las 3:00h, hora peninsular).

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Jet, esto me va a doler más a mí que a ti

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Alejandro Echeverría Rey

2.junio.2011

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Antes de comenzar la temporada (octubre de 2010) Jason Terry (Jet para los más allegados) tuvo una iluminación. Este año (se le pasa el arroz competitivo) Dallas iba a ganar las finales NBA. Para levantarse cada mañana recordándolo se plantó un tatuaje (más) con el trofeo NBA en el brazo derecho. Fue el «artista» personal de su compañero de equipo DeShawn el que se encargó de buscar un hueco en su cuerpo (más visible que el ‘206’, código postal, y el contorno de su Seattle natal que lleva en el pecho) y plantificarle el sello del supersticioso.


Hoy todos los artistas tatuadores de la zona se frotan las manos, y lo que no son las manos, después del mal comienzo de Dallas en el primer partido (perdiendo 92-84). ¿Quién será el agraciado que se lo arrancará a tirones? Quién podrá recitar la gusosa frase: «Jet, esto me va a doler más a mí que a ti». Y es que un par de días antes de comenzar las finales, Jet volvió a encencer el flexo de las visiones. Como un borracho abrazado a un amigote en un bar vino a decir lo siguiente: «Como perdamos las finales me lo quito».

Vamos, como el que coge el móvil delante de los amigos y empujado por el alcohol marca el número de una chica inalcanzable (a todas luces) para él, gritando: «Que la llamo, que la llamo, que la llamooooooo!». Para nunca apretar el dichoso botón. 

Nosotros también tenemos una visión, y en ella aparece el que se encargará de quitarle esa copa del brazo. 

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A muchos (y a más de una) os ha venido otra imagen a la mente. También vale.

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En cualquier caso… dolerá 🙂


Se han hecho muchas comparaciones con las finales de 2006 que también les enfrentaron y la conclusión es que todo ha cambiado. O eso quieren creer en Dallas, que hace 5 años comenzaron ganando los dos primeros partidos en casa, para luego hundirse en el fango con cuatro derrotas seguidas. De todas formas, comenzar la serie actual en Miami (prácticamente imposible ganarles en casa) para luego intentar remontar suena también algo complicado. Y es que aunque Nowitzki y Jason Terry están en su versión mejorada 2.0 (únicos supervivientes del 2006) y el equipo es más equipo que nunca… tienen delante la versión también mejorada de Miami. El mayor refuerzo ha sido sin duda el «amado por todos», Lebron.

Por favor, que nadie olvide nunca el video que hicieron en Cleveland para «animarle amorosamente» a que se quedara (mientras que en Nueva York fueron más atrevidos llegando a prometer incluso el «día Lebron» de striptease gratis para todo el mundo). Aquel video con la música «We are de the world» terminaría llamándose «We are Lebron», lo siento.


 

Aunque el encuentro comenzó tremendamente igualado, en el tercer cuarto se iba viendo poco a poco como Dallas reculaba en ataque y se sucedían las pérdidas de balón y los tiros complicados. Fue la segunda mitad la que decidió el resultado final por desgaste físico y por el tiro exterior de Miami. El tridente Wade-Bosh-Lebron (22-19-24 puntos, respectivamente) ha funcionado realmente bien tanto en ataque como en defensa, mientras que Dallas cargó todo su ataque en Dirk-Terry-Marion(27-12-16 puntos) de forma algo más descordinada. El emparejamiento Lebron-Terry (se especulaba mucho sobre el emparejamiento Lebron-Dirk, pero se cruzaron menos que las piernas de Lucia Lapiedra) secó por completo el ataque de ‘Jet’, lo que propició todavía más presión para Nowitzki que terminó con un derrochador 7 de 18 en tiros de campo.

 

 

Fruto de la intensidad, Nowitzki se lesionó el dedo medio de la mano izquierda en una jugada con Bosh en el último cuarto. A pesar de la necesidad de un bendaje, Dirk jugará sin problemas esta noche. Lebron lo explica tan claro como el mismísimo maesto Miyagi: «Es en la mano izquierda, no pasa nada». 

 

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Resumiendo: Dallas lo tiene gris-oscuro-tirando-a-verdoso, pero Miami es muy proclive a sobre-empanarse cuando las cosas se dan demasiado fáciles. Los Mavs deben volver a repartir más el juego para compensar las ayudas en defensa de hasta 3 contra 1 a Dirk y Jet. Como el siguiente partido no va a ser menos duro, el mal procentaje de tiro de ambos equipos deja en el rebote la clave para ganar el segundo encuentro. También esa dureza defensiva puede pasar una mala jugada a Miami si se empieza a traducir en faltas. Por ahora les ha salido bien, ganando en casa el primero y dejando al equipo contrario muy tocado físicamente.


La imagen más representativa del partido fue la «cachada» en el aire que le hace Lebron a Jason Terry, cual guepardo atrapando una gacela Thompson en el aire. Y es que así fue durante todo el partido: juego duro (o durísimo, «…hard as hell…», palabras del propio entrenador en un tiempo muerto) y ni una sola canasta fácil.

 

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Podéis ver el video completo de la cacería directamente en el siguiente enlace de la web nba.com: 

 Pincha aquí para ver el video



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