El triplismo compulsivo, la temperatura del deseo y las balas en la recámara

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“Si se han relajado en el último acto, es su problema”. Así de desafiante se expresó Fotsis Katsikaris cuando evaluó el último cuarto en el que su equipo, el Bizkaia Bilbao, hizo frente al Regal Barcelona. El técnico griego señaló ese último acto (que ganaron 10-24) como su ‘plantilla platónica’ (defensa muy agresiva de las primeras líneas de pase y el contraataque como primera opción ofensiva) modelo hombres de negro para poner en apuros a los colectivistas blaugranas, que de la mano de Xavi Pascual están gestionando con inteligencia sus mayores y mejores recursos humanos.

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El triplismo compulsivo, la temperatura del deseo y las balas en la recámara

Pedro Fernaud

10.junio.2011

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Tiene toda la pinta de que JC Navarro y Kostas Vasilieadis (por talento, por su regularidad, por su regulón primer partido) van a partir la pana en este segundo capítulo de la final ACB. Fuente de foto: deportes.orange.es


Sea como fuere, el BBB está acostumbrado a desacreditar a las estadísticas este curso (donde por cierto ganó el primer partido de su historia en play off…). Dicho con más poética: “tu estado de ánimo es tu destino”. Lo dijo en su día el filósofo y Katsikaris lo corrobora con otro aserto “este equipo no se conforma, tenemos mucho hambre”.


Rebotes ofensivos: la temperatura del deseo ganador. Un equipo puede tener jugadores más grandes y más potentes, pero esa ventaja puede quedar contrarrestrada (y superada) con kilogramos de corazón e irreverencia. Lo demostró el BBB contra el Madrid, pero olvidó esa lección (quizá atenazado por el vértigo de verse en la alfombra roja de la gloria) en su primer partido frente al Barça, que superó con claridad a los bilbaínos en ese faceta (16 a 6).


Talento+actitud+coralidad=Victoria. Esta ecuación casi nunca encuentra desmentido en la realidad y con el Barça renueva su validez. La densidad de talento per capita de este equipo es muy alta. En el primer partido, sobresalieron Lorbek (28 de valoración) y Perovic (16). Pero es que si cierras esa vía de agua, la siguiente vez que abra el grifo en ataque, el Barça encontrará una nueva respuesta: Navarro, Anderson, Sada o Vázquez aguardan…El mérito de este equipo es que su entrenador ha logrado que sus jugadores-aristócratas se comporten como meritorios (por generosidad en el esfuerzo, por disciplina de equipo). Destrezas y trabajo, fórmula alfa.


Equilibrio interior-exterior; no al triplismo compulsivo. Algo así debió decirle a sus jugadores Mr Kasikaris al término del partido de este jueves. Agobiados por las dificultades para meter balones a sus hombres grandes, los ‘hombres de negro’ tiraron demasiado (demasiado forzados demasiadas veces) de 3: 6 de 17. Claro que lo mismo le pasó al Barça (6 de 19), con un irreconocible Navarro (1 de 6).

¿Por qué ganó el Barça entonces? Porque sus atléticos (hablamos de físico, colchoneros) jugadores exteriores se llenaron las manos de puntos gracias a sus logradas penetraciones a canasta (una oda para las fintas de pie de Jaka Lakovic), anotando 33 de los 74 puntos de su equipo, dando equilibrio al ya señalado partidazo de sus interiores. Por su parte, el BBB pagó cara exigua anotación de sus interiores (19 puntos) en relación a los hombres altos del Barça, que les doblaron en anotación: 40 puntos.


¿Qué necesita el RGB para ganar el segundo partido?


1-El Palau Blaugrana otra vez abarrotado, con ese ambiente emotivo más cercano al pabellón del Maccabi que al del Liceo de la Capital Condal…


2-Revalidar su asfixiante y coordinada defensa multizonas del campo.


3-Incidir en su equilibrio exterior-interior. Gobernar otra vez el rebote ofensivo para gozar de segundas y-o terceras opciones de tiro.


4-Mejorar su puntería, seguir dominantes en la pintura y un partido notable de sus exteriores (apuesten por Navarro o Anderson) para complicar las elecciones a la defensa vasca.


¿Qué necesita el BBB para empatar la final?


1-Poner algunas velas a sus sant@s favorit@s para que el partido del Barça esté como máximo en un notable raspado.


2-La sabiduría popular dice que “a Dios rogando y con el mazo dando”. Dicho en castizo: “ayuda al mal día de tu rival o, mejor, contribuye al bueno tuyo”. Lo que, expresado en potencial BBB, significa: defiende como si lo fueran a prohibir y niega el máximo posible de líneas pase. ¿Su ventaja? Son más móviles y tienen más hambre (o deberían tenerla…).


3-Corazón competitivo. Gente como Hervelle, Banic, Fisher, Warren, Mavroedis o Mumbrú expresan ese intangible que te hace llegar a balones imposibles, capturar rebotes fuera de catálogo o encontrar una velocidad extra para meterla solo (bendito contraataque).


4-Balas en la (re)cámara deseando salir. Banic, Jackson, Vaslieadis, Mumbrú…Son demasiados argumentos principales ‘interruptus’ de la épica bilbaína en el primer acto. El equipo vasco necesita su mejor versión en estos momentos calientes de la liga para aspirar al cetro.


5-El factor épica y la etiqueta negra de sus aleros. Con Hernández Sonseca lesionado y en franca inferioridad en cuanto a rotaciones, centímetros, músculo y talento, el equipo necesito un toque mesiánico, rendentor. Expresado con palabras de Banic: “donde nos llegan los centímetros, lo hace el corazón”. Además, los hombres de negro deberían explotar la ligera ventaja que tiene su dúo de aleros (Mumbrú, Vasiliadis) sobre el dúo blaugrana (Anderson y un renqueante Ingles, lesionado con un esguince leve en el primer partido de esta final”.

 

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