El hámster
Primer partido del CB Valladolid en casa y primera victoria, cimentada en la buena defensa y el trabajo en equipo. Buen rendimiento de Omari Johnson, Andjusic y Haritopoulos, bajo la buena dirección tanto de Suka en la cancha como de Casas en el banquillo. El Cajasol jugó a ráfagas, pero se enmarañó en la defensa pucelana y se desinfló en el último cuarto. [Estadísticas]
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El hámster
Jorge Álvarez
30.octubre.2013
Estos dos van a ser el motor del Valladolid, uno por fuerza (Haritopoulos) y el otro, por clase y eficacia (Andjusic). Fuente de foto: Fiebrebaloncesto.com / Marcos Sánchez González
Arrancó por fin la temporada en el Pisuerga con celebración. Nada más y nada menos que 1000 partidos en ACB. Y es que el CBValladolid es uno de los históricos de la liga y, precisamente por eso, no merece pasar por lo que está pasando. Sin rumbo ni timonel, año tras año se arma el equipo deprisa y corriendo esperando que la situación cambie. Pero lo cierto es que la sensación que se tiene desde fuera es que se está siguiendo la táctica del hamster: hacer funcionar la rueda, gracias al esfuerzo y compromiso de jugadores, técnicos y trabajadores del club pero para llegar a ningún sitio. ¿Hasta cuándo?
Y es que si en la primera semana de liga se anunciaba la espantada de uno de los jugadores llamados a ser determinantes en el equipo, Luther Head, en la segunda era Porta el que se desvinculaba del club, uno de los tres miembros del equipo sobrevivientes del año pasado, al parecer por desavenencias con el entrenador. Parece un calco de situaciones pasadas. Pero también parece que el trabajo técnico es muy bueno y con lo poco que hay se incorporan jugadores que ofrecen un rendimiento siempre por encima de su popularidad, a la vez que se buscan jugadores en horas bajas que tratan de aprovechar el escaparate de la ACB para darse a conocer o reverdecer laureles, respectivamente.
El más acertado y el más listo: Omari Johnson (15 puntos), Vasilopoulos (5 robos de balón). Fuente de foto: Fiebrebaloncesto.com / Marcos Sánchez González
Y con ese panorama se presentó el CB Valladolid en un Pisuerga algo desangelado. Poco público para ver al nuevo equipo, pero como siempre incansable a la hora de agradecer el esfuerzo y el trabajo de los jugadores. Y es que el público pucelano siempre ha sabido diferenciar entre lo deportivo y lo administrativo y por eso, como bien ha podido comprobar Casas en su debut en el banquillo local, siempre se puede contar con él.
Odisea 1001 «una historia de griegos». Fuente de foto: Fiebrebaloncesto.com / Marcos Sánchez González
Tanto el primer como el segundo cuarto fueron un intercambio de canastas entre los dos equipos, si bien en el primero fueron los ataques los que se impusieron a las defensas, en el segundo fue todo lo contrario. Por lo locales, Omari Johnson era el referente en ataque, mientras en el Cajasol eran Bamforth y Satoransky. Destacar la gran batalla que se libró bajo los aros entre Williams y Haritopoulos. El griego es un luchador nato. El contrapunto a la frialdad de Sinanovic. Al descanso, el marcador reflejaba lo que había sido el partido hasta ese momento, igualdad: 39-35.
El tercer cuarto siguió con la misma tónica. Si bien el Cajasol trató de acelerar el partido e incluso logró ponerse por delante, la reacción del CB Valladolid vino desde el perímetro. Suka, Wright y Vilhjalmsson encadenaron tres triples que volvieron a darle la ventaja al equipo pucelano al final del tercer cuarto: 58-55.
Hernangómez tampoco pudo hacer nada ante el rocoso Haritopoulos y solamente cuando salía Sinanovic a pista, hacía daño en la zona. Fuente de foto: Fiebrebaloncesto.com / Marcos Sánchez González
El partido se rompió en el último tramo del encuentro. Si en anteriores choques el CB Valladolid había ido de más a menos, en este caso fue al revés. Subió la intensidad defensiva y continuó con el acierto en ataque. Pese a los malos porcentajes de una de las “estrellas” del equipo, Vasilopoulos (1-7 en tiros de 2, y 0-2 en tiros de tres), el resto del plantel sí se mostraba acertado además de bien dirigido por Suka. Entre los que se encontraban inspirados era Andjusic. Con apenas 3 días de entrenamiento fue el jugador que más tiempo mantuvo en pista Casas, logrando unos buenos porcentajes (4/7 en triples). El Cajasol se quedó sin respuesta. Ante la buena defensa vallisoletana, no sabía hacer llegar el balón a sus interiores y su juego exterior se ahogaba. Aíto no quiso refugiarse en la falta de experiencia de sus jugadores, pero algo seguro que tuvo que ver para encajar un parcial de 23-13 en el último cuarto, con numerosas pérdidas de balón fruto de la precipitación, al ver que el partido se escapaba.
Ni Sastre, ni Williams aportaron lo que se esperaba de ellos. Fuente de foto: Fiebrebaloncesto.com / Marcos Sánchez González
Al final, felicidad en el lado pucelano. Una victoria fraguada en el trabajo en equipo, con una rotación amplia de 9 de los 10 jugadores que ahora mismo están en plantilla, a la espera de refuerzos. Aunque se anunciaba inminente la incorporación del veterano base Solomon, al final parece que no será de la partida.
El hamster, incansable y armándose de moral, sigue haciendo girar la rueda. Sólo falta que alguien sepa cómo hacer saltar el eje para que pueda rodar alejándose de los problemas económicos. Se buscan patrocinadores y soluciones imaginativas…desde hace ya unos cuantos años. ¿Acabará por cansarse el hamster como pasó en León?
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