El gigante blanco reclama su trono. Límite 48 horas
¿Cómo se superan los fantasmas? Existen diversas películas que dan cuenta de esas historias de superación, historias como por ejemplo ‘Descubriendo a Forrester’, ‘El Indomable Hill Hunting’, ‘Precious’, ‘Gente corriente’…Narraciones que relatan los miedos que envuelven a personajes cotidianos que, en un momento dado de su biografía, se ven contra las cuerdas y encuentran dentro de sí mismos, y en algunas personas de su entorno, la fuerza y la sabiduría para salir adelante. Algo de historia auto-superación tiene la actual temporada del Real Madrid de baloncesto, donde un puñado de jóvenes talentos y veteranos de vuelta en este negocio han tenido que afrontar momentos de severa adversidad. Sin embargo, esta semana las piezas de eso tantas veces indefinible como la armonía parecen haber encontrado su lugar en el puzzle para los jugadores blancos, que han encontrado en su actual técnico, ‘Lele’ Molin, a un faro de sensatez y tranquilidad. Luis Collantes ha vivido ‘in situ’ los partidos del Madrid contra Power y Barça y relata de sus sensaciones (las propias de un madridista irrendento) en un artículo cargado de emotividad y pinceladas analíticas.
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El gigante blanco reclama su trono. Límite 48 horas
Luis Collantes
11.abril.2011
Los 14 puntos de Ante Tomic ante el Barça fueron capitales en la victoria de este sábado del Madrid ante el Barça Fuente de foto: blogdedeporte.com
En menos de 48 horas, el Madrid ha conseguido vencer a dos de sus más temidos fantasmas de los últimos años: volver, dieciséis años después, a la Final Four y vencer a su eterno rival, el Regal Barcelona, tras diez clásicos consecutivos cayendo ante los azulgranas en la liga ACB.
La victoria del jueves pasado en la Caja Mágica fue celebrada por los aficionados como si de la obtención de un título se tratase, y no es para menos, ya que el destino llevaba dieciséis años siendo esquivo con el Madrid- rey de Copas de Europa- negándole la posibilidad de participar en la máxima cita europea del baloncesto y reeditar sus triunfos, lejanos ya en la memoria.
Ese caprichoso destino ha querido que la Final a Cuatro se juegue este año en Barcelona, sin que el vigente campeón se ganase el derecho a defender el título, por lo que la familia madridista , siendo consciente del aliciente que esto supone, abarrotó la Caja Mágica por primera vez en la temporada y se dejó la voz y el alma para empujar al equipo hacia las semifinales de la máxima competición europea.
Si analizamos el encuentro con el Power a nivel técnico, se podría decir que el Madrid superó la barrera de los cuartos de final de la Euroliga merced a su gran capacidad reboteadora, la mejora en su juego interior, la intensidad defensiva de la que hace gala toda la plantilla…Pero también gracias al apoyo de la afición, que en estos cuartos de final ha respondido a la llamada del club y ha resultado un factor determinante para dotar a los jugadores de ese plus de confianza necesario para decantar la moneda del lado de la victoria.
En semifinales espera el Maccabi, equipo bien compensado que no le pondrá las cosas sencillas a los blancos, que tendrán que mantener el nivel defensivo mostrado en los últimos partidos y estar inspirados en ataque (al Madrid le cuesta demasiado encontrar espacios en la canasta rival) para obtener así el pasaporte que conduce a la gran final del 8 de Mayo.
Por otro lado, frente al Regal Barcelona, el Madrid ratificó las sensaciones que ya despertaron el a final de la Copa del Rey 2011, partido en el que demostraron que son capaces de tutear al todopoderoso Barcelona gracias a un alto nivel de concentración e intensidad defensiva.
Bien es cierto que en el partido del sábado no estaba Navarro, posiblemente el mejor jugador de la liga ACB, y sin él, la capacidad anotadora del Barcelona, baja enteros, ya que carece de la explosividad y creatividad que el catalán aporta. No obstante, el Madrid supo controlar la mayor parte del partido, anulando la dirección de juego por parte de Ricky Rubio y maniatando a los tiradores blaugranas; negándoles tiros cómodos.
Si existían dudas sobre si el Madrid acusaría el cansancio del partido de la Euroliga 48 horas antes, el ambiente de la Caja Magica se encargó de disiparlas, dando aliento a los suyos desde el primer minuto, que sirvió para que el Madrid se escapase en el marcador, endosando un parcial de 11-0 en el primer cuarto, gracias a la inspiración de Sergio Llull, Carlos Suárez y la buena dirección de Prigioni.
Las apariciones de Lakovic, Grimau y el buen hacer de Erazem Lorbek, permitieron al Barça no perder la cara al partido. Tras 40 minutos en los que ninguno de los 2 equipos se distanció claramente del otro, llegó la prórroga, donde el Madrid amenazaba con desfallecer, acusando el desgaste y la tensión de jugar 2 de los partidos más importantes de la temporada sin tiempo para recuperar, pero fue entonces cuando las palmas volvieron a sonar, las banderas volvieron a ondear y el pabellón transmitió a los suyos la fuerza necesaria para llevarse la victoria en forma de tiros libres.
Posiblemente, no fue el Madrid-Barca más atractivo en cuanto a calidad baloncestistica se refiere de los últimos años, pero fue el más parejo, el más disputado y el más apasionante. Un duelo en suma que permitió al Madrid cazar al Barcelona en lo alto de la clasificación ACB y demostrarle al mundo que son capaces de vencer al que muchos consideran el mejor club de Europa.
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