De Captain a Stopper

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El baloncesto NBA tiene algo de las novelas de Chales Dickens actualizadas y multiplicadas con varios gigas de popularidad, dinero y, en buena parte de los casos, dosis de turbiedad. Uno de los seres humanos más fascinantes de esa saga se llama Stephen Jackson, que es los San Antonio Spurs algo parecido a lo que en su día representó Fernando Redondo para el Real Madrid. Un tipo con clase para ponerse al frente de la nave pero que, llegado el caso, no tiene problemas en sentar su ego y ponerse a currar como un fontanero para que el equipo tenga un sistema defensivo y posicional en condiciones. Jakson es una de las vigas principales del temporadón que se están marcando los Spurs y una de esas personas a las que el caifiativo poliédrico se le queda corto. Juan Luis Barbero nos lo explica con su sabiduría y elegancia habituales.

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De Captain a Stopper

Juan Luis Barbero

2.junio.2012

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De cañonero a sombra defensiva: la mutación de Jack. Fuente de foto: cdn.bleacherreport.net



Stephen Jackson ha sido un cortocircuito andante toda su trayectoria. Capaz de alternar las posiciones de escolta y alero bajo, fue seleccionado muy abajo en el draft de 1997, y tuvo que peregrinar por las ligas de Australia, Venezuela o la República Dominicana antes de llegar a la tierra prometida de la NBA. Pero a la primera oportunidad (que le otorgan los New Jersey Nets en 2000), Jackson demostró que tenía talento más que suficiente para destacar entre las grandes estrellas de la mejor liga del mundo. Completo es la mejor forma de describir el juego de Stephen: capaz de anotar, pasar el balón, defender al más alto nivel, y con carácter para liderar un equipo. 

Pero precisamente el reverso oscuro de ese carácter ha sido siempre la lacra de Captain Jack. Su historial de equivocaciones dentro y fuera de la cancha no tiene final, baste señalar highlights como la famosa batalla de Auburn Hills en 2004 (efectivamente, Jackson formaba parte de los Pacers más macarras de la historia, junto a joyitas como Ron Artest), la trifulca a la salida de un club en 2006 (en la que el jugador llegó a disparar varias veces su 9mm), o la suspensión durante los playoffs de 2007 con los inolvidables Golden State Warriors, por aplaudir airadamente a uno de los árbitros (y luego declarar que los aplausos iban dirigidos a sus compañeros, para elevar el ánimo de la tropa…).

Jackson ha sido un volcán durante toda su carrera, acumulando técnicas y affaires a la vez que reconocimiento y loas de sus compañeros y entrenadores (Don Nelson llegó a decir de Jackson que no era una buena persona dentro del mundo NBA, pero que se trataba de uno de los mejores seres humanos que había conocido). Un auténtico dilema, un tipo la mar de interesante que esta temporada ha vuelto al equipo con el que se proclamó campeón de la NBA allá por 2003. Tras aventuras varias en Hawks, Pacers, Warriors, Bobcats y Bucks (casi el zoológico al completo), Captain Jack a vuelto a ponerse a las órdenes del sargento Popovich para convertirse en… Stopper Jack.

Porque Jackson es otro más de los fervientes creyentes en el coach de San Antonio, y si Gregg le pide que sea el perro de presa de Durant eso hará Stephen, que no se separa de la joven superestrella de los Thunder ni cuando se acerca al banquillo a por bebida isotónica (recordar que hablamos de un tipo que promedia 15.9 puntos en sus 12 años NBA, con temporadas como la 08/09 cifrada en 20.7 puntos, 5.1 rebotes y 6.5 asistencias en Oackland). Ahí queda su fantástico trabajo sobre la estrella rival en el último cuarto del segundo partido de las finales del oeste, y su perseverancia en el pegajoso marcaje durante todos y cada uno de los 18 minutos que promedia en la serie.

De Captain a Stopper, el nativo de Texas hará lo que sea necesario para ayudar a los Spurs… y de paso engarzarse su segundo anillo en el Álamo.




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