CAI Zaragoza: el honor de la historia, el liderazgo de Quinteros, el impulso de la afición más fiel y la riqueza táctica

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El baloncesto también es un sentimiento. Una emoción que adquiere grandeza en una plaza como Zaragoza, donde más de 10.000 personas son abonadas a un club cuya historia invita siempre a esperar el mejor baloncesto. Por suerte, en los últimos tiempos, el juego del equipo también invita a formular expectativas altas en torno al equipo más brillante de los recién ascendidos (el otro es el Vive Menorca, penúltimo en este tramo de campeonato, con cinco triunfos). Estamos en la alfombra de la jornada 24 (que todavía no se ha disputado) y el CAI figura decimoquinto en la clasificación, con ocho triunfos. Algunos de ellos especialmente valiosos, como el que consiguió en el Palau blaugrana ante el Barça, tras la disputa de la prórroga (70-71), o los que obtuvo en casa ante el Caja Sol (82-78), Asefa Estudiantes (84-70), Blancos de Rueda Valladolid (72-68). Si miramos la trayectoria del equipo maño en clave de ‘superviviente’ también merece la pena consignar los triunfos que ha obtenido en casa de dos rivales directos en su lucha por la salvación: primero (jornada 15) en el Centro de Tecnificación de Deporte de Alicante, ante el Meridiano (57-58); después, ante el CB Granada en el Palacio de Deportes de la ciudad nazarí: 66-75, su última victoria (en la J 20).

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CAI Zaragoza: el honor de la historia, el liderazgo de Quinteros, el impulso de la afición más fiel y la riqueza táctica

Pedro Fernaud

9.marzo.2011

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Paolo Quinteros es el alma de este quipo; lo lidera con sus intangibles y también en la faceta anotadora, asistente y…De valoración media. Fuente de foto:deportes.orange.es



La historia sopla a favor. De acuerdo, este CAI no es exactamente el mismo club que aquel fundado en 1980 por José Luis Rubio y que ganó dos Copas del Rey (1984 y 1990). Aquel equipo hizo época en la liga con jugadores tan inolvidables como los hermanos Arcega (Fernando y Pepe), Quino Salvo, Francisco Zapata, Melvin Turpin, Andre Turner, Mark Davis, los hermanos Angulo (Alberto y Lucio), jugadores que hicieron grande a este club, que también obtuvo puestos de honor en la liga ACB, donde compitió en la década de los ochenta y noventa.


En concreto, el equipo fue el tercer mejor conjunto de la ACB en dos ocasiones: 1986-87 y 1987-88. También logró ocupar la cuarta plaza otros en tres cursos: 1983-84, 1985-86, 1988-89. Este equipo, que como tal continúa hoy en la primera división nacional, militó por última vez en la liga ACB en la temporada 1995-96. En 2002 se juntaron un grupo de empresarios aragoneses y fundaron el actual CAI, heredero de aquel gran equipo, que está haciendo honor a su excelso pasado.


Como olvidar aquel conjunto en el que, sucesivamente, fue reinando la clase de Fernando Arcega, la facilidad anotadora de Davis o el insultante talento de Lucio Angulo, todo ello emitido en retransmisiones añejas por la 2, ese canal que hoy día se ha enamorado rendidamente de la cultura, dejando de la lado a su viejo amante: deporte, y a su ex musa favorita: baloncesto. “La historia y el escudo no ganan partidos”. Algo así se ha hartado de decir Ettore Messina estos meses. Aún reconociendo la carga de verdad que hay en sus palabras, también conviene decir que la historia también te inspira, te compromete y te recuerda que el sitio en el que juegas fue escenario de grandes gestas y que en tu mano está reverdecer esos laureles. La historia pues también puede funcionar como intangible motivador para los técnicos y jugadores del CAI.


Paolo Quinteros: Marchando una de triples, marchando otra de liderazgo. El escolta argentino (Colón, 1979) es el principal referente anotador de este equipo (12.1 puntos por velada) y también el jugador con mejor valoración media del conjunto (11.9). Quinteros es uno de esos jugadores hacia los que los aficionados profesan un cariño especial. Medalla de bronce en los JJOO de Pequín con su selección y también presente en el combinado albiceleste que compitió en el pasado mundial de Turquia (¡tras jugar el cuso pasado en LEB!, Paolo hace de la implicación un arte.


En Zaragoza (antes estuvo una temporada en el Climalia León) se ha ganado las simpatías de los aficionados por su compromiso con el equipo (se quedó en él aún cuando el equipo descendió y tenía buenas ofertas ACB). Con el CAI, ha guiado al equipo a la atmósfera ACB. Y este curso está teniendo un papel (de nuevo) sobresaliente. Garantiza más de un triple por velada (1.6), penetra con el talento de los prestidigitadores (una finta de engaño por ahí, un primer paso de entrada a canasta por aquí) y asume responsabilidades en los momentos comprometidos de los choques. Un líder con humildad, carisma y talento, que cada año progresa un poco más en su juego, justo la clase de filosofía que guía al equipo zaragozano.


Jóvenes hambrientos y talentosos, talentos que quieren relanzar su carrera. Éstas son las señas de los jugadores que integran la plantilla maña. En el primer grupo, figura gente como Rafa Hettsheimeir (tercer máximo anotador del equipo (9.2) y máximo reboteador, con 5.7 capturas por velada), David Barlow (un alero australiano con mucha clase y versatilidad, que ya fue MVP de la jornada 5), Pablo Aguilar (cada día más poderoso en el físico, un valor emergente en la pintura ACB, con un gran tempo de salto) o San Van Rossom, al autor del famoso triple que dio al equipo la preciada victoria en el Palau Blaugrana, un base belga que pasa bien y tira mejor.



En el capítulo de los talentos consolidados que buscan relanzar su carrera en Zaragoza brillan con rendimiento interesante el escolta Andrés Miso (7.6 puntos por velada) y, sobre todo, Carlos Cabezas, segundo máximo anotador del equipo (9 puntos) y segundo mejor asistente (3) por detrás del ubicuo Quinteros (3.2). Cabezas es un lujo para este equipo y Abós le está dando un caudal suficiente de minutos (20) para que recupere la confianza y el brillo en su juego.


Rico entramado táctico, buena lectura del juego durante los partidos. José Luis Abós, maño de nacimiento y modelado entre la ACB (donde fue técnico asistente en el CAI y el Girona) y la LEB, donde se labró una reputación en equipos como el Drac Inca o el propio CAI, es el capitán de esta nave. Tiene un rico entramado táctico que da mucha variedad al juego en estático de su equipo, privilegiando las acciones de triples (donde el equipo es el quinto con mejor porcentaje de acierto, 36,99%, de la ACB) y, además, explica el baloncesto como un libro abierto.


Una afición de 10. Por cómo llenan jornada sí jornada también el Pabellón Prícipe Felipe, por su fidelidad en las duras (hacían lo propio cuando el equipo estaba en LEB) y las maduras y por su entusiasmo a la hora de animar…La afición maña es el mejor combustible para este equipo y una garantía de que el club tiene respaldo de primer orden para consolidarse en la élite y, poco a poco, acercarse a su antigua excelencia.

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