Bilbao Basket-Fuenlabrada. El tamaño (del banquillo) si importa.

Sito Alonso ahogo al Fuenlabrada con su interminable rotación de hombres de negro listos para la acción. (Por @ferstmary12)

El Bilbao Basket está de vuelta aunque nunca llegará del todo a irse. Presentación de lujo y emociones a flor de piel en una grada emocionada y agradecida por poder disfrutar un año más del baloncesto de elite.

Un proyecto a priori modesto pero que tiene incluso mejor pinta que la plantilla del año pasado, con una rotación más larga y fichajes de la calidad de Colom, Andusic, Williams o las cesiones de Marko y Dejan Todorovic, que no, no son hermanos ni familia.

Enfrente un Fuenlabrada con ilustres como Panko, Baron y el solvente Miso, con el músculo de Diagne y Akindele pero muy corto de rotaciones y con serios problemas en el puesto de base, donde sin duda le falta un buen veterano que acompañe a los jovenes Pérez y Díaz, a los que el puesto de base titular ACB les puede venir aun algo grande.

Por ahí se le empezó a escapar el partido al equipo madrileño y es que por muy bueno que sea Panko, no puede anotar si la pelota no le llega, con numerosas perdidas de balón de sus jóvenes bases bajo la presión de Colom (11 de valoración en el primer cuarto).

El Bilbao basket desde la línea de tres copio las primeras ventajas que mantuvo con comodidad a base de robos de balón y la superioridad técnica de su juego interior, donde Todorovic mostró muy, muy buenas maneras.

Sin embargo y en contra a lo que podía parecer por sensaciones, el partido no solo no se rompía, si no que el Fuenlabrada se mantenía a una distancia prudente de puntos, tirando más de acciones puntuales y de los tiros libres que de buen juego real pero el baloncesto es lo que tiene, que todas las canastas valen igual. (34-29 al descanso)

Tras el descanso se mantenía la igualdad, con los hombres locales muy bien en defensa pero abusando sin acierto en el triple mientras que el Fuenlabrada se mantenía principalmente con el músculo de Akindele que causaba estragos en el rebote y en los bloqueos.

No era la noche del capitán Mumbru y su equipo lo notaba hasta que Hervelle dio un paso adelante para irse por encima de los diez de ventaja. 56 – 42.

Reflexión de la semana. ¿Cuánta gente entra en el banquillo de los hombres de negro? Rotación infinita la que tiene Sito Alonso a su disposición.

Sin más opciones en el banquillo y con la pólvora mojada desde más alla de la línea de tres, a Casimiro solo le quedo ver morir el partido pensando en que más le vale que sus bases maduren muy deprisa.

73- 53 al final del partido. Victoria coral del Bilbao Basket que domino sin llegar a jugar bien a un rival bastante flojo donde solo Panko y Akindele dieron sensación de peligro. Mucho trabajo aun por hacer en ambos banquillos pero muchos más mimbres a disposición de Sito Alonso.

MVP de un partido donde el trabajo en equipo brillo por encima de las individualidades pero donde destacaron Hervelle y Colom, tanto en defensa como en ataque.