Huracán blanco

El primer partido de la gran final había arrojado ya señales premonitorias de la superioridad merengue, pese a que el arreón final de un talentoso Hezonja apretara el electrónico de forma sorprendente. Pero el torrente de juego y espectáculo quedaba reservado para la segunda cita, celebrada ayer en un abarrotado Barclaycard Center (12.924 espectadores). El Barcelona de Xavi Pascual creyó que resguardarse en el pabellón capitalino les salvaría del huracán blanco, sin recordar los devastadores efectos que la tropa de Laso es capaz de desencadenar.

La furibunda puesta en escena de los locales, superlativos tanto en ataque como en defensa, se llevó por delante al trabajado equipo azulgrana, que viene sufriendo más de la cuenta a domicilio esta temporada. 31-10 el demoledor parcial del primer cuarto, con 5 triples sin fallo de un Llull en éxtasis. Si el de ayer fue el último partido del base madridista en casa, no pudo dejar un mejor recuerdo en la alucinada hinchada merengue.

Fallar no era una opción para Llull. Fuente de la fotografía: acb.com

El conjunto visitante era un saco de boxeo que encajaba golpes de toda condición y perdía balones con idéntica facilidad, mientras se agarraba a la inspiración de Doellman para evitar un ridículo mayor. La pulcritud técnica del de Cincinnati en todas sus acciones es siempre un regalo magnífico para los buenos aficionados a nuestro juego, pero ayer resultaría insuficiente.

Con Tomic y Hezonja perdidos esta vez para la causa, las miserias barcelonistas tanto a la hora de proteger su aro como a la de defender el pick&roll central quedaban a la vista de todos. Rudy, Ayón (magnífico el esfuerzo del Titán de Nayarit, batallando contra sus problemas físicos) y Carroll aportaban puntos al inagotable caudal blanco, mientras el resto de compañeros trabajaban de manera incansable. El intercambio de canastas era un lento e inexorable suicido para los de Pascual, en una batalla que había quedado resuelta tras los 10 minutos iniciales.

100-80 el resultado final, con los 24 puntos (6/8 triples) y 5 asistencias de Llull a la cabeza de la exhibición coral (11 triples totales anotados de 18 intentados). El Real Madrid viaja a la Ciudad Condal a una victoria de proclamarse campeón de la Liga Endesa, y cerrar así una conjunción de títulos que hace 40 años que no se da en la casa blanca: el famoso triplete.

El vuelo imparable de Nocioni hacia el aro, metáfora de lo ocurrido en la matinal del domingo. Fuente de la fotografía: sport.es

Corazón de acero

La primera semifinal de la Liga Endesa citaba a dos de los mejores equipos de la competición en el coliseo capitalino. El Real Madrid, campeón de todo hasta ahora, contra la fenomenal plantilla del Valencia Basket de Carles Durán y su fastuosa batería interior.

La hiperactividad y agresividad ofensiva de un Llull protagonista en la previa (los Houston Rockets han confirmado su interés en incorporar al base/escolta de Mahón para el curso que viene) marcaba el paso en los locales, mientras Van Rossom y Dubljevic daban la réplica desde el bando visitante. El cielo es el límite en el caso del ala-pívot de Montenegro, cuya versatilidad es realmente difícil de ver en el Viejo Continente: un gólem de 111 kilos capaz de recibir, echar abajo la pelota naranja, ejecutar el bote con aproximación al aro y acabar asistiendo con un perfecto pase a su socio en la pintura. El futuro ya está aquí.

Así, y pese al mal día de sus tiradores exteriores, la tropa taronja se mantenía enganchada al partido. 25-20 al final del primer cuarto, aprovechando la crispación del Barclaycard Center (y del cuadro merengue) durante el segundo para aproximarse aún más (29-27). Nadie se mostraba contento con la labor arbitral, pero perder la concentración ante este hecho suele resultar letal en estos niveles de exigencia competitiva. Una reacción genial del Chacho (triplazo frontal y canasta por elevación tras penetración) y un triple desde la esquina de Llull dispararían la renta del Real Madrid hasta los 10 puntos, con los que llegaríamos al descanso. 46-36.

Los Sergios, claves en la victoria. Fuente: marca.com

La muchachada de Durán volvería del receso dispuesta a recortar la desventaja, amparándose en la mayor y más fiable de sus fortalezas: su batería de hombres altos. De cómica debe calificarse la deficiente defensa blanca en situaciones de pick & roll durante el tercer cuarto, con Lishchuk irrumpiendo hasta en 3 ocasiones en el corazón de la zona local. La falta de fluidez ofensiva de los de Laso (2 puntos anotados en 5 minutos de juego, con Sergio Rodríguez en el banco) sería mitigada por el esfuerzo individual de un Llull desatado. El partido en un puño, 59-57 para ingresar en el periodo decisivo.

Y ahí emergería el tipo que da título a esta crónica, MVP de la final de la Euroliga y corazón de acero del Madrid. Tras no haber anotado en los 3 cuartos precedentes, el acorazado argentino irrumpió sobre el parqué, aplastando a la resistencia valenciana bajo sus orugas. Festival de puntos (11, incluyendo dos triples y 3 tiros libres transformados), tapones antológicos y raza, la irrupción de Nocioni sería demasiado para un Valencia que además sufriría la lesión de un inspirado Loncar (15 puntos, máximo anotador de su equipo).

Nocioni patrulla la zona. Fuente: acb.com

 

81-71 el resultado final, con Rudy Fernández liderando estadísticamente a los ganadores (18 puntos y 7 rebotes, 8/9 desde la línea de libres) en una serie que promete basket del más alto nivel.

 

 

Los Otros

Los playoffs abrían fuego en el fastuoso Barclaycard Center (intentaremos abandonar la añorada denominación de Palacio de los Deportes, los nuevos tiempos mandan y atropellan), con el campeón de Copa y Copa de Europa recibiendo al Herbalife Gran Canaria del eterno Aíto García Reneses, finalista de la otra gran competición europea del Viejo Continente.

El respetuoso saludo de Rudy Fernández a su viejo maestro servía de prolegómeno para un duelo que nos reservaba un inesperado e impactante inicio. El Real Madrid vive desconectado de la realidad desde la consecución de la tan perseguida novena corona europea, y los asaltantes isleños aprovecharían la situación para atacar con furia las playas merengues. 0-12 el parcial de apertura, entre la pulcritud de Bellas al timón, el dominio en el rebote del gigante Tavares y el acierto exterior del tirador Salin. La inexistente defensa en transición del equipo de Laso y su deficiente circulación ofensiva llevarían el desangrado hasta un preocupante 5-19, momento en que el entrenador vitoriano se giraría hacia su banquillo, para dar entrada a «Los Otros».

Venimos repitiendo hasta la saciedad desde inicios de curso aquello de que la diferencia entre este Madrid y el de años precedentes se encuentra en el factor físico y mental que aportan algunas de sus nuevas incorporaciones. Con Ayón desaparecido esta vez, serían Nocioni y Rivers los encargados de acaudillar la reacción mediante bravura, intensidad defensiva y acierto ofensivo. Apoyados en Llull y el inmortal Felipe Reyes, argentino y norteamericano desencadenaron un parcial 22-4 en la segunda mitad del primer cuarto, para devolver el duelo a su curso natural.

From lost to the Rivers. Fuente foto: www.kiaenzona.com

Y los merengues se harían en ese punto con el mando del partido, para no volver a perderlo. La magia de Sergio Rodríguez (20 puntos anotados, sin fallo en el tiro y con acciones de manejo de balón sacadas de un videojuego), la maestría en las ayudas defensivas de Slaughter, la intimidación de Mejri, los triplazos de Rivers (5/6 en el partido desde la larga distancia)… La profundidad merengue en su apogeo. Todos ellos bajo el estandarte de un Felipe Reyes con el que cada temporada toca renovar aquello de «en el mejor momento de su carrera». 18 puntos anotados en 17 minutos de juego para el capitán, torturando con tiros de 4-5 metros a un Tavares muy incómodo a la hora de abandonar la guarida debajo de su aro para hostigar a sus pares. Los amarillos, abandonados ya en ataque al enorme corazón de Brad Newley (20 puntos + 5 rebotes), se vieron arrollados por el festival madridista.

El Chacho divierte al respetable. Fuente foto: acb.com

101-74 el resultado final, minutos de calidad para el chaval Doncic (16 años) en la rotación y las maletas listas para tratar de ajusticiar la serie en el segundo duelo, sin que lo abultado del resultado nos haga olvidar el papel protagonista de «Los Otros» para dar la vuelta al preocupante inicio. La brillante tropa de Laso se siente cómoda este año también en la oscuridad.

@Juanlu_num7

Rey del invierno

La competición más excitante del baloncesto ACB volvía como cada año, para subir la temperatura competitiva en pleno invierno. Lejos quedan ya aquellos tiempos en los que, a la tierna edad de 10 años, el que escribe contemplaba con los ojos como platos las evoluciones de un gigante lituano capaz de dominar ambas zonas y pasar el balón desde su atalaya, como el más imaginativo de los bases. Imposible aventurar que aquella Copa del Rey del año 93 daría inicio a un periodo de 19 años sin volver a alzar el trofeo…

Pero aquellos tiempos forman ya parte de la historia más tenebrosa de la sección. Tras abrir las vitrinas para los títulos de 2012 y 2014, el Real Madrid de Pablo Laso viajaba a la isla de Gran Canaria en busca de su tercer entorchado en 4 años. 2 reacciones furibundas, para superar la hibernación en sendas primeras partes ante CAI Zaragoza y Joventut (mismo rival de aquella final de A Coruña), colocaban a la tropa merengue en la gran final. Allí esperaba su némesis, para una nueva entrega de la batalla eterna.

Los blaugranas golpearían primero, merced a dos dagas a Abrines desde la línea de 3 y al brutal desempeño de un imperial Tomic (25 puntos y 11 rebotes totales en su hoja estadística, 40 de valoración). El gigante croata percutía a su antojo sobre la pintura blanca, y la ventaja de los de Xavi Pascual se situaba en 7 puntos pasados ya los 19 minutos de juego. De nuevo la alarma en la primera parte, de nuevo el mismo héroe de los anteriores cruces.

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El talento de Tomic, problema irresoluble para los merengues. Fuente: acb.com

 

Rudy Fernández ha sido el jugador más destacado del campeón, desde su acierto e hiperactividad. El talento ofensivo del mallorquín y el trabajo abnegado de sus compañeros (mención especial para un enorme Nocioni, cuya participación fue puesta en duda por el propio Laso al observar el estado de su tobillo en el calentamiento) darían la réplica al imparable Ante, para dejar con ventaja de 7 a los madridistas. Fogonazos de calidad de Navarro (incluido un triplazo inverosímil, marca de la casa) devolvían la igualdad al electrónico. 71-71, momento de los mejores, momento del prestidigitador barbudo.

La genial penetración con bandeja de Sergio Rodríguez sentenciaba la final a falta de 7 segundos, tras el error previo del capitán blaugrana. 2ª Copa consecutiva para el Real Madrid, con Rudy (16 puntos, 5 asistencias y 5 balones robados) recibiendo el trofeo de MVP y cortando las redes del fastuoso Gran Canaria Arena. Desde aquí otorgaremos además el MVP del coraje a un ejemplar Chapu, capaz de ayudar en ataque, en el rebote, y de firmar varios espectaculares tapones. Todo ello con un tobillo del tamaño de la pelota naranja protagonista.

 

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Nocioni regala un póster a Pleiss. Fuente: abc.es

El guerrero Nº13

El preciosismo del Real Madrid esteta del curso pasado no resultó suficiente para hacerse con la ansiada Euroliga, y la segunda derrota consecutiva en la gran final del Viejo Continente (esta vez ante la tropa amarilla de David Blatt, seguida de otro resbalón frente a la némesis culé en la final de la Liga Endesa) legitimó la creciente demanda de cambios desde la cúpula merengue. Nuevos ayudantes para Laso, correcciones en el estilo divertido y arrollador (que no sirvió para alzar los títulos, pero llenó el pabellón y guió al equipo hasta una nueva final de la Copa de Europa, con el mérito que ello supone) y nueva confección del róster. Replicando el modelo de los grandes trasatlánticos europeos de los últimos años (Barcelona incluido), tocaba plantilla de 13 jugadores. Las convocatorias llegaban al equipo blanco.

Los tableros de entrenamiento sufren la pujanza de Marcus. Fuente: realmadrid.com

 

Una de las escasas peticiones del entrenador que escuchó la directiva fue la de renovar a Marcus Slaughter. Señalado por Laso como el mejor defensor interior de Europa, el californiano permanecía así en el club de sus amores, a costa de un ostracismo total. La imagen del gigante con ropa de calle, observando los partidos desde la barrera mientras informaba puntualmente de sus peripecias vitales vía Instagram, se convirtió en un clásico del Barclaycard Arena.

Y en la barrera languideció el amigo Masacre hasta que el arranque al ralentí del equipo comenzó a inquietar al cuadro técnico. La defensa sesteaba, el atolondramiento del trío interior (con Reyes siempre en perfecto estado de revista) crecía, y el equipo sufría las consecuencias. Momento de buscar soluciones para reactivar a la tropa, momento de rebuscar en las profundidades del banquillo, momento del Guerrero Nº 13…

El impecable arranque en el Top 16 (roto el pasado 29 de enero, precisamente en la reválida ante el Maccabi) ha traído fogonazos de aquel Madrid del curso pasado, intenso en su mitad de cancha y efervescente en la ajena. Victorias en la siempre complicada guarida del Estrella Roja y en tierras germanas, grandes partidos frente a Galatasaray y a un Panathinaikos venido a menos. Y todo ello coincidiendo con la relevancia creciente de Slaughter en la rotación europea, con su movilidad (de valor incalculable en los cambios defensivos), su maestría en las ayudas y su intensidad inagotable. Intangibles que causan impacto, siempre al servicio del grupo.

El invierno ha despertado de su letargo forzoso al Guerrero Nº13.

@Juanlu_num7

El caso Rondo

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Años de rumores contantes tocaron a su fin: tras jugar un papel fundamental en la última era gloriosa de Boston, Rajon Rondo hacía las maletas rumbo a Texas. Los Celtics, trufados de 1ªs rondas de cara a los próximos drafts, fortalecen las raíces de su reconstrucción y dejan marchar a un jugador desencantando, y en una edad que dificulta enormemente la aceptación del encargo de liderar una travesía por el desierto. El base llega a un conjunto construido para ganar en presente y dar una alegría postrera al veterano Dirk Nowitzki, alfa y omega de la franquicia.

 

Las dudas tomaron al asalto los medios especializados y Twitter según se confirmó la operación, fundamentalmente a la hora de analizar el trato desde la óptica tejana. La debilidad evidente del róster de Carlisle en el puesto de base (Jameer Nelson nunca llegó a reencontrarse con su tiro exterior, aspecto clave en el rol que el coach demandaba del ex de los Orlando Magic) no era argumento suficiente, ante las complejidades derivadas de la adaptación de Rajon al sistema de Dallas. Un base sin tiro y que necesita el balón en sus manos para un equipo que jugaba con un pointguard alejado del balón durante muchos minutos, dejando el manejo de la naranja a Monta Ellis y agazapado esperando su oportunidad desde tiros liberados.

Los problemas que la aparición de Rondo podrían ocasionar a un sistema ofensivo tan eficaz como el de los Mavericks (el mejor de la liga, con 111 puntos producidos por cada 100 posesiones) pesaban más en muchos foros que el que el equipo añadiera a su arsenal un creador calibre All Star. ¿Podría Rick rehacer ese puzzle de ritmo elevado y pick&pops, para adaptarlo a su nuevo y flamante recluta?.

El nativo de Kentucky se había mostrado muy poco agresivo en ataque durante los 22 partidos de este curso como miembro de los Orgullosos Verdes. Apenas 8.3 puntos por partido (peor registro desde su año rookie) y un porcentaje de acierto en los tiros libres inaceptable para un jugador profesional, mucho menos si hablamos de uno de perímetro. Rondo nunca fue un gran lanzador de libres, pero ese 33% era producto de una falta alarmante de concentración y tensión competitiva, trasladada también a esa pereza defensiva en un tipo capaz de causar verdadero impacto en esta faceta de juego.

Apenas 7 citas con el nuevo uniforme (15.4 puntos, 5.4 rebotes, 7.4 asistencias y 1.6 robos de balón de media) no permiten emitir un veredicto definitivo, pero la maestría táctica de Carlisle y ese incipiente entendimiento con Tyson Chandler (cliente perfecto para esos pases bombeados de precisión máxima) permiten ser optimistas. Partidazos como el de la vuelta a Boston (29 puntos y 5 triples-tope de carrera- para un motivado Rajon) ayudan a la causa.

Y ya saben lo que pasa en el mes de Abril, cuando la tensión de las eliminatorias por el anillo desencadenan a ese monstruo insaciable que anida en el interior del #9…

 

En busca de la frescura perdida

Cualquier parecido entre el arranque de temporada del Real Madrid 2014/15 con el del curso anterior es pura ficción. Desde las altas instancias del club se promulgó la fijación de un nuevo rumbo, con el objetivo de evitar errores pasados: la tropa caminaría con ritmo fijo y machacón, a prueba de desgastes excesivos, para llegar en apogeo a las citas importantes del camino (con la Final Four de la Euroliga con un arterisco). Gestión de ritmos y leves variaciones estilísticas (con el fichaje de Nocioni encaminado a tal fin), fruncir el ceño y resultar más antipático para los rivales. Problema: esa antipatía ha acabado filtrándose a la propia parroquia merengue, la misma que acudía en masa al Palacio atraída por el estilo impuesto por Laso. Y los rivales tienen pocas noticias de ella…

No vamos a dejarnos llevar por el drama, la situación del Madrid en la parrilla es positiva a estas alturas de campaña (uno de los 4 líderes de la Liga Endesa y quemando etapas en el Viejo Continente). La derrota de ayer en el Palau (donde el equipo no gana en Liga Regular desde 2006) sumó a esas desconexiones defensivas que parecen ya peligrosa seña de identidad del nuevo grupo, un desacierto ofensivo exterior-interior preocupante. Es de esperar que el equipo recupere su frescura con Sergio Rodríguez de vuelta (a 4 minutos quedó reducida la participación ayer de un Chacho mermado) y Rudy en su punto de forma. La vuelta del alero mallorquín a su mejor nivel se espera como agua de mayo, dada su importancia diferencial en ambos lados de la cancha.

 La agresividad de Satoransky desbordó al perímetro visitante. Fuente: acb.com

 

El principal foco de preocupación del cuerpo técnico, además de la señalada y creciente pérdida de sintonía con la grada, debería ser el decepcionante rendimiento de su batería interior. La irregularidad de los gólems merengues la hora de cerrar su aro es una de las claves del bajón defensivo grupal (77,15 puntos encajados de media en la Liga Endesa, únicamente 5 equipos presentan números superiores) y su producción de puntos y rebotes en aro ajeno dista también mucho de lo exigible (salvando aquí a un excepcional Felipe Reyes). Ni el irregular Bouroussis ni el recién llegado Ayón son capaces de imponer sus centímetros y contundencia física en la zona, y Mejri anda más perdido que una piraña en un bidé. Con Slaughter en el papel del Guerrero Número 13, en ropa de calle e informando puntualmente vía Instagram de sus aventuras y desventuras gastronómicas y vitales, se completa el muestrario.

Apenas hemos asistido a ciertos fogonazos (como la victoria 90-70 ante Anadolu Efes) de lo que la tropa de Laso, Mateo y Tabak es capaz de interpretar. Esfuerzos defensivo-ofensivos continuados, eliminando las desconexiones para desperezar de una vez por todas al monstruo blanco. La búsqueda de la frescura perdida continúa, con el coach vitoriano en el papel de un peculiar Indiana Jones patrio.

Las aventuras del nuevo Indiana Jones. Fuente: RealMadrid.com

 

 

 

Subidos a la montaña rusa

El sorprendente UCAM Murcia rendía visita al Barclaycard Arena, cómodamente ubicado en la 6ª posición de la tabla gracias al excelente rendimiento de la tripleta Lima – Antelo – Radovic. El Real Madrid les recibía con la novedad de Facundo Campazzo en el quinteto titular de Pablo Laso. Un emotivo minuto de silencio por la joven Alicia, jugadora del Club Baloncesto Benidorm fallecida el pasado viernes, precedía al inicio del duelo de la 7ª jornada de la Liga Endesa.

La exhuberancia física del Madrid (con Llull, Maciulis, Bourousis y Ayón de inicio) desencadenaría un furibundo parcial de 18-4 en el arranque. El alero lituano parecía poseído por el don de la ubicuidad, percutiendo y castigando a los murcianos en los dos lados de la pista. La defensa en transición de los visitantes daba muestras evidentes de debilidad, y el pívot heleno de los de Laso bailaba al poste sobre sus marcadores cuando tocaba jugar en estático. 26-16 en el electrónico al final del primer cuarto.

Nada hacía prever que el vagón en el que viajaban los merengues descarrilaría en el segundo parcial. El cambio de actores (Sergio Rodríguez, Carroll, Nocioni, Mejri y Felipe) acabaría por bloquear el ataque local, al tiempo que 3 triples murcianos construían un parcial de 2-11. Neto al timón y Lima en la pintura daban la réplica a los estirones de la tropa de Laso, para llegar con un inquietante 42-41 al tiempo de descanso.

¿Propósito de enmienda?, ¿bronca + ajustes del cuerpo técnico?. La salida en tromba de los locales tras el receso, con Ayón intimidando atrás y Bourousis recuperando su clínic de recursos al poste bajo (bien movimientos y canastas propias, bien certeros pases para sus compañeros), devolvería ventajas de dobles dígitos al panorama del partido. El acierto de Maciulis (20 puntos, 6 rebotes y 2 robos de balón en la tarjeta estadística del ex de Panathinaikos), la apoteósica defensa grupal y una inspirada labor en la dirección de Campazzo acabarían por sentenciar el duelo. 28-8 el marcador parcial del tercer cuarto, 90-65 el contundente resultado final.

7ª victoria para el Real Madrid en el mismo número de encuentros disputados. Ilusionante imagen de UCAM Murcia durante los 20 primeros minutos, para dar continuidad a la labor previa. En el debe cuerpo técnico blanco se halla el solucionar esos picos y valles de rendimiento, para evitar que la montaña rusa reaparezca en citas futuras de exigencia máxima. Las consecuencias de desconexiones similares en el tramo final del curso podrían resultar mucho más peligrosas.

Ayón tapona a un incauto Antelo. Fuente: acb.com

 

Real Madrid 14/15: la previa.

Con una única jornada ACB disputada, toca abordar la introducción anual de este Real Madrid versión 14/15. Son varias las novedades después del convulso final del curso pasado (espectacular el tránsito, decepcionante la resolución), así que mejor pasar directamente al turrón…

La derrota en la última final de la Liga Endesa frente a un Barcelona muy superior abrió la Caja de Pandora en la zona noble merengue. Finalmente Pablo Laso continúa como entrenador jefe, viendo menoscabada su autoridad desde dos frentes fundamentales. La marcha de sus ayudantes (López y Cuspinera cumplían contrato en Junio) es el primero de ellos, al entender desde el club que su coach necesita refuerzos dirigidos a maquillar sus debilidades en la gestión intra-partido (al más puro estilo NBA). El otro lo encontramos en la no-renovación de Darden, que el propio Laso solicitó al club. Conclusión: el míster sigue, pero su realidad ha cambiado sustancialmente.

Llegan Mateo y Tabak para ayudar al entrenador a manejar una plantilla compuesta por los siguientes nombres:

#13 Sergio Rodríguez: tras la mejor temporada de su carrera (MVP de la Euroliga), el prestidigitador canario deberá confirmar el estelar estatus alcanzado. Las orgías creativas que nos regaló el curso pasado son la mejor manera de vender nuestro deporte a los no iniciados. De los pocos que nunca se escondió en los malos momentos.

 

Arte en movimiento. Fuente de la fotografía: lavanguardia.com

 

#23 Sergio Llull: el potro de Mahón volvió a pasear su exhuberancia física por las canchas, además de registrar ciertas mejoras en la dirección de juego en estático. Domar ese carácter indómito (aspavientos excesivos cada vez que toca marcharse al banquillo) figura entre sus áreas de mejora.

#7 Facundo Campazzo: el argentino llega al equipo para ocupar el puesto de Draper. Menos anotador y mejor director que el de Baltimore, se está mostrando muy agresivo en defensa durante sus primeros partidos con la camiseta blanca. Otro playmaker sobrado de creatividad.

#5 Rudy Fernández: pese a las críticas recibidas en torno a su liderazgo en los momentos decisivos de las temporadas, el mallorquín es una bendición para cualquier equipo. Anotador con multitud de recursos y buen defensor, también aporta en el rebote y es capaz de encontrar a los compañeros mejor situados en ataque. Multitask.

#20 Jaycee Carroll: el cañonero mormón ha perdido relevancia dentro del engranaje del equipo, debido sobre todo a sus constantes problemas físicos. Capaz de desatascar cualquier duelo en ataque, en defensa habría que exigirle al menos seguir decentemente los bloqueos del rival.

#4 K.C Rivers: clásico tweener, perdido entre el puesto de 2 y el de 3. Su principal virtud es la anotación desde todas las distancias, aunque no desentona atrás. Muy distinto a Darden, apuesta clara por otra confección de plantilla.

#8 Jonas Maciulis: alero físico capaz de aportar en diversas facetas, sin ser excelso en ninguna de ellas. Puede anotar desde lejos pero no es un tirador fiable, donde si sorprenderá al personal será a la hora de postear a treses rivales (rol reservado a Darden el año pasado). Acostumbrado a cumplir con lo que el entrenador le pida, clásico jugador de equipo ideal para organizaciones potentes.

#6 Andrés Nocioni: el Chapu llega a un equipo candidato a la Euroliga en los últimos coletazos de su carrera, reconvertido a la posición de 4 tras el final de la aventura NBA. Carácter y experiencia serán sus principales aportaciones, amén de un físico y una habilidad para abrirse y lanzar desde media-larga distancia que pondrá en aprietos a los ala-pívots rivales. Más madera para el banquillo.

 

Enemigos que se unen a la causa. Fuente de la fotografía: abc.es

 

#9 Felipe Reyes: el capitán saca petróleo de unos minutos que menguan poco a poco. Contribución instantánea y excelencia en el rebote ofensivo para la segunda unidad de Pablo Laso.

#44 Marcus Slaughter: finalmente permanece en el equipo, aunque quedará fuera de la convocatoria en no pocas ocasiones dentro de una plantilla tan amplia. Uno de los grandes defensores del Viejo Continente, perfecto para un sistema de cambios automáticos. Cada vez aporta menos en ataque.

#50 Salah Mejri: el tunecino debe seguir con su progresión y ayudar a la vez gracias a su asombrosa envergadura. En ataque cada vez se le ven más movimientos al poste, pero aún le queda mucho que aprender a nivel de comprensión de juego y gestión de esfuerzos en pista. Nacido para taponar, cada vez corre mejor la cancha.

#30 Ioannis Bourousis: el espejo en el que Mejri debe fijarse. La primera temporada del coloso heleno presentó algunos altibajos, pero quedó claro que la tropa de Laso contaba al fin con un center de primer nivel. Producción de calidad en el poste bajo, gen competitivo, implicación máxima y eficiencia creciente en el tiro de tres. Su protagonismo aumentará dentro del nuevo plan del cuerpo técnico.

#14 Gustavo Ayón: el Barcelona dejó ir al Titán de Nayarit, en lo que podría ser un error fatal cuando lleguemos a los momentos finales de la temporada. Ayón busca el protagonismo que no halló durante su decepcionante paso por la NBA. Movilidad y físico difíciles de encontrar en el Viejo Continente, su lectura en el lado ejecutor del pick & roll ofensivo será una bendición con Sergio Rodríguez al timón.

Un titán en la capital. Fuente de la fotografía: tvnews.com

 

Plantilla de élite para aspirar a todo. Queda pendiente confirmar si la apuesta por alimentar más y mejor a los «perros grandes» (parafraseando al gran Shaquille O´Neal) se mantiene con Rudy Fernández de vuelta.

 

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Y al séptimo día, aburrió.

El nuevo Real Madrid de Pablo Laso y sus nuevos ayudantes arrancaba el domingo, en un Palacio de los Deportes (ahora Barclaycard Arena) con cerca de 9.000 fieles ansiosos por disfrutar de nuevo con su eléctrico y espectacular equipo. Y no sería diversión precisamente lo que encontrarían en el duelo ante el Herbalife de Don Alejandro García Reneses…

Portada: El titán de Nayarit, amo y señor de la pintura. Fuente: Vavel.com 

 

Con Sergio Rodríguez (ante la baja de Rudy), Ayón y Maciulis en el quinteto inicial, el juego se mostraría ya enfangado durante el primer cuarto. Bellas daba problemas a los locales desde su velocidad y pulcritud técnica, mientras el Madrid buscaba a sus pívots para tratar de marcar diferencias. El 17-16 al final de los 10 minutos iniciales mantenía las espadas por todo lo alto, y las rotaciones merengues permitían participar a las demás novedades del equipo. Llamaría especialmente la atención el pequeño Campazzo, muy pegajoso en la defensa de los bases rivales y exhibiendo velocidad y rapidez mental y de manos en todas sus acciones.

 

Róster más agresivo y físico que el del curso pasado (Nocioni, Ayón…), terrible sucesión de despistes defensivos: curiosa dicotomía. Se puede explicar desde la necesidad de un periodo de ajuste entre los nuevos reclutas y los veteranos, pero lo cierto es que la sangría de puertas atrás y la autopista general hasta debajo del aro merengue (sobre todo con la pareja Nocioni-Reyes en cancha) permitió a los canarios marcharse 38-43 arriba al descanso, con un acierto del 60% en sus tiros de campo.

 

La actitud de los locales cambiaría radicalmente tras el receso. El dominio del rebote y la intimidación del ogro Ayón activarían la defensa de los de Laso, para someter a su rival con un brutal parcial de 16-2 en el tercer cuarto. No ayudó a los de Aíto el flojo partido de Summers, clásico anotador (interior en este caso) para el que el único tiro malo es el que no se lanza, ni el desacierto ofensivo del resto del equipo (naufragio total desde la línea de 3 puntos). El espectacular tapón de Gustavo sobre Báez era la imagen del cambio radical que había experimentado el duelo, con ventajas para los blanco estabilizadas ya en los dobles dígitos. 70-57 el resultado final, 14 míseros puntos producidos por el Gran Canaria en toda la segunda parte.

 

Actuación diferencial de la pareja interior titular del Madrid (14 puntos + 7 rebotes Bourousis, 10 puntos + 13 rebotes Ayón) y decepción total de los grandes visitantes (3/12 tiros de campo entre Summers y Tabares, 8 puntos entre Kendall y Báez). Victoria sin brillo para unos, vergonzosa segunda parte para los otros, libretas repletas de aspectos a mejorar en ambos casos.

 

Tomás Bellas, muy solo en el bando amarillo. Fuente: elconfidencial.com

 

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