Ventanas abiertas a la leyenda
Media existencia de veranos dedicados a
la evolución.
Juan Carlos y Felipe fueron titulares desde el
principio.
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Ventanas abiertas a la leyenda
Pedro Fernaud
21.septiembre.2011
Navarro, Pau y Reyes, trío de ases que han guiado la excelente salud del equipo nacional en la última década. Fuente de fotos: marca.com
Media existencia de veranos dedicados a
la evolución.
Juan Carlos y Felipe fueron titulares desde el
principio.
Pau no lo tenía tan claro.
Se daba cabezazos contra
sus limitaciones.
Pero el destino tiene un son adverso con sus predilectos.
Jordan era suplente en el instituto,
el padre de Bird se suicidó antes de que éste entrara en la universidad,
Magic tuvo que dejarlo por su afición al amor rápido.
Cada uno de ellos convirtió la adversidad en
combustible para su leyenda.
Pau pertenece a ese Partenón.
Alumbró velocidad y acierto.
Y luego lo revistió su ambición
con suficientes músculos como
para intimidar a Lobezno o Thor.
Estos tres compañeros de generación
han cursado arco directo con el éxito;
cada uno de ellos ha forjado unas
imágenes, un espíritu que
también ha elevado el vuelo
de los clubes en los que han pastado.
Este verano la odisea ha encontrado un
nuevo jalón.
Qué decir de ‘atrapa balones’ Reyes,
que encara la canasta como un búfalo
y tira a canasta con el arco de los
más sabios alpinistas,
esos que agregan fineza al instinto.
Felipe ha jugado con el corazón inflamado
de dolor y orgullo por el padre que se fue.
Otro que está acostumbrado a jugar
con una venda en su amor propio es Pau,
al que le reprochar su buena educación.
Su respeto.
Da igual lo que digan esos aprendices de
camorristas,
Pau se gana universal admiración,
también respeto,
cuando juega como una pantera vertical,
veloz y eficaz de espaldas al aro,
imparable cuando bota o tira,
con mastodontes que acaban hechos un ovillo
en el vano intento de seguirle.
El último movimiento de este álbum
pertenece a JC Navarro,
el hombre de la facilidad para este deporte.
JC convierte la pelota en un yo-yó
y acabas entendiendo que le
vas a hacer falta o te la va a clavar.
Hace tiempo que desacreditó a los
que adoran el músculo y sospechan del
Clavar significa un triple de siete u ocho metros,
cuando está más cerca tira con un eje de
una mano y un apoyo como un
héroe griego plastificado para la colectiva memoria.
Embocar triples con nieve
y sumar más cerca de canasta con
tiros por elevación que algunos llaman ‘bomba’
y otros simplemente genialidad.
Este verano del 2011
queda grabado como la confirmación de
un trío de preferentes de la gloria.
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