The King In The South
El baloncesto sabe mejor cuando lo mezclas con epopeyas de ficción. Juan Luis Barbero, que es a la NBA lo que Julio Maldini al al fútbol internacional, compone una pieza tan emocionante como lúcida para contextualizar los logros y redenciones que ha trazado esta temporada LeBron James para sumar su primer anillo, segundo en la cuenta de leyenda de Miami Heat y un tal Dwyane Wade…
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The King In The South
Juan Luis Barbero
28.junio.2012
El Rey de South Beach. Fuente de foto: orlandosentinel.com
En la magnífica saga fantástica Canción de Hielo y Fuego (que el que escribe devoró sin descanso hará unos 2-3 años, siguiendo la recomendación de unos amigos a los que jamás dejará de estar agradecido), hay un momento que queda grabado en la imaginación (y ahora en la retina, gracias a la loable adaptación de la HBO) del lector: la aclamación por parte de sus banderizos a un adolescente Robb Stark, abrumado ante la enorme tarea que se le presenta. «¡¡The King In The North!!, ¡¡The King In The North!!» .
Bien podría haber acontecido una escena similar la semana pasada en el vestuario del Continental Airlines Arena: imaginemos por un momento a Wade, Bosh, Battier, Haslem, Miller y demás integrantes del roster de los Miami Heat, bañando en champán a su líder y gritando aquello de «¡¡The King In The South!!, ¡¡The King In The South!!». Desde luego, tal escenita vendría plenamente justificada.
El baloncesto es un juego de equipo, y el de Spolestra ha contado con aportaciones importantísimas de un Wade en permanente lucha contra sus problemas físicos, un Bosh ayudando en la zona tras volver de su lesión, y de secundarios como Battier, Chalmers y Miller, que han dado un enorme paso adelante cuando se les ha necesitado. Pero el líder, el caudillo de la victoria Heat, no ha sido otro que Lebron Raymond James.
El mundo del baloncesto albergaba dudas acerca de la grandeza de The Chosen One. Con 3 MVPS a sus espaldas, las aptitudes físicas y técnicas del juggernaut de Akron son la envidia de cualquiera que haya intentado practicar nuestro deporte. Las reservas de críticos y aficionados tenían más que ver con una habilidad intangible, pero de incalculable valor para un profesional de la pelota naranja: el poder decisorio, la capacidad de matar un partido… lo que allende los mares denominan clutch time.
Las decepcionantes finales de Lebron ante Dallas la pasada temporada nos dejaron la imagen de un tipo asustado, que se escondía en los minutos calientes de las batallas por el anillo. Tras la derrota, The King se retiró a lamerse las heridas, dispuesto a volver un año después en busca de esa posible redención que siempre ofrece el mundo del deporte. Y en esta campaña del lockout, tras doblegar a Pacers y Celtics con exhibiciones de leyenda, James ha aplastado a los Thunder de Kevin Durant, sin respuesta ante el ataque frontal del enemigo con el #6 . Puntos, rebotes, asistencias, invasiones de la zona rival pese al dúo Perkins-Ibaka, triples decisivos con una cojera evidente…Con la guinda de un triple doble estelar en el quinto y definitivo partido.
El Rey ya tiene su corona, con la primera de las joyas prometidas a la afición de los Heat incrustada. The King In The South.
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