No es lo mismo

A pesar de todos los esfuerzos del Montakit Fuenlabrada, Valencia Basket impuso la ley del más fuerte (100 – 84) [Foto Portada: EFE / As.com]

No es lo mismo
Theobald Philips

(Foto Miguel Ángel Polo / ACB Photo)

(Foto Miguel Ángel Polo / ACB Photo)

No es lo mismo plantillón que equipazo, aunque viendo jugar al Valencia Basket sea imposible discernir la diferencia. No es lo mismo, no, ya que plantillón sería mirar los nombres de los jugadores taronja, incluyendo a los Sato y Trías que no llegaron a disputar ni un minuto, y equipazo es lo que esos hombres hacen en la cancha, donde el maestro relojero Pedro Martínez engarza piezas de oro de muchos kilates, muchas piezas y muchos kilates, en un mecanismo que, con la precisión de un metrónomo, lo mismo te machaca atacando que defendiendo, en la pintura que desde el perímetro, corriendo que en estático. Tampoco es lo mismo una derrota que un partido perdido, y bien puede atestiguarlo Montakit Fuenlabrada que, en los últimos años, se había abonado a jugar contra los grandes liberado de la presión que atenazaba sus miembros, pero sin que esas exhibiciones le sirvieran para salir de la crisis. No, no es lo mismo, y ahora el equipo del sur de Madrid puede caer derrotado, sí, pero sin que se trate de partidos perdidos, ya que los mismos sirven para afianzar la idea de equipo de su cuerpo técnico; pregunten, si no, al Bilbao Basket, pregúntenle si fue un partido perdido para Fuenlabrada el del Barcelona…

Y ambos equipos decidieron revindicar su «no es lo mismo» en el partido inaugural (en pruebas) de la cobertura televisiva 100% de nuestra Liga Endesa, los valencianos con una salida fulgurante haciendo llover puntos con el premiado Justin Hamilton de estilete, y los madrileños dejándose la piel a base de una defensa coral y agresiva que les permitió correr y, a la postre, conseguir algunos puntos fáciles que alejaron la amenaza de ruptura de partido al sonar la primera bocina (27 – 22). En la reanudación, vimos que tampoco es lo mismo un extra pass que circular bien el balón y, así, por mucho que los jugadores del Montakit intentaron no dejar huecos libres como si les fuese la vida en ello, Valencia podía permitirse abrir el campo encontrando liberado allí donde a los defensores les era más difícil recuperar, normalmente los 45 grados del arco de 6,75, a ese Pepe Viyuela de los triples que atiende al nombre de John Shurna o, en su defecto, hacer caja con el peaje del bloqueo y continuación central. Ante el vendaval taronja, solo la apoteosis de Marko Popovic desde el triple, 5/6 en el primer tiempo, hizo que para Fuenlabrada no fuera lo mismo que se jugaran o no los segundos veinte minutos (58 – 50).

(Foto: Miguel Ángel Polo / ACB Photo)

(Foto: Miguel Ángel Polo / ACB Photo)

En el descanso, Pedro Martínez convenció a los suyos de que no es lo mismo para tu tranquilidad dejar al contrario que te meta 25 puntos por cuarto que no hacerlo, por lo Valencia Basket pasó a emplearse a fondo hasta ahogar el ataque visitante que, como otras veces ha ocurrido, ante la dificultad se tiende a olvidarse de la existencia de la pintura intentando arreglar el desaguisado con un suicidio desde la larga distancia. Tampoco fue el tercero un cuarto afortunado en materia de rotaciones para los visitantes, manteniendo Jota demasiado tiempo en pista a Ernest Scott, a pesar de su mal día a ambos lados de la cancha, o no sabiendo compensar adecuadamente los minutos de lucidez que habían mostrado Urtasun y Popovic, tan necesarios en la anotación de su equipo. Dejando a su rival en 13 míseros puntos en 10 minutos, y sumando a Shurna la silenciosa eficacia desde todas las posiciones de Fernando San Emeterio, la diferencia que había en el minuto 30 (77 – 63) se estiró aún más hasta alcanzar muy pronto la mayoría de edad (84-66).

Pero cuando peor lo tenía, Fuenlabrada recuperó la cordura olvidando circular por la línea de tres como un equipo de balonmano y dedicándose a surtir de balones sus pívots, con especial mención al efectivo Stevic, lo que tuvo como efecto colateral que aumentase la efectividad de sus exteriores, más liberados con las ayudas a que los defensores valencianos eran forzados. Con tres minutos por jugarse y el equipo de la Cultura del Esfuerzo ganando solo por 9 (87-78), parecía que aún había partido. Pero no es lo mismo serlo que parecerlo, que dice el refrán, solventando Valencia Basket la contienda con un último arreón que hizo inútil el encomiable esfuerzo del Montakit, dejando las diferencias en el marcador como espejo de la diferencia entre las dos plantillas (100 – 84).

No es lo mismo la liga regular que los playoff o cuando se bate el cobre por los títulos, es cierto, pero con su juego Valencia Basket va añadiendo argumentos a su candidatura como alternativa sólida, siendo el cero de su casillero de derrotas una mera anécdota (significativa, pero anécdota). Por su parte, Fuenlabrada volvió a caer pero creciendo, como ante el Barça, afianzando el proyecto que inició Tabak y sacando de la derrota una gasolina que necesitará ante otro tipo de enemigos; esos ante los que no es lo mismo perder que ganar…
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Valencia Basket 100 – 84 Montakit Fuenlabrada (27 – 22 / 31 – 28 / 19 – 13 / 23 – 21)

Valencia Basket: Antoine Diot (8), Rafa Martínez (6), Vladimir Lucic (13), Luke Sikma (11) y Justin Hamilton (20) -quinteto inicial-. También jugaron Jon Stefansson (3), Fernando San Emeterio (16), Bojan Dubljevic (8), Guillem Vives (3) y John Shurna (12).

Montakit Fuenlabrada: Jonathan Tabu (4), Marko Popovic (17), Ivan Paunic (10), David Wear (9) y Chema González (6) –quinteto inicial-. También jugaron Rolands Smits (7), Álex Urtasun (10), Josip Sobin (2) Ricardo Úriz (3), Álex Llorca (4), Ernest Scott (3) y Oliver Stevic (9).

Estadística Oficial