Mi tesoro

Ivanov está de dulce. Frente al Assignia Manresa, el lugar donde más había brillado hasta este curso, multiplicó su inspiración para conjugar unos números de superjugador: 19, 15 rebotes y 5 asistencias. En este poema, nos filtramos en la travesía del hombre que ya ha condecorado su hoja de servicios con 3 MVPs esta temporada y, lo que es mejor, 8 triunfos para un Lucentum Alicante, que es quinto de esta liga. 

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Mi tesoro

Pedro Fernaud

15.diciembre.2011

«Dame una sandía y te consigo algo de provecho», el lema de ‘Levantador de orgullos’ Ivanov. Fuente de foto: deportes.orange.es 

Kaloyan tenía cualidades para ser ‘El especial’. 
Desde adolescente. 

Todavía conserva el aroma de esa medalla con sabor a oro
en el Europeo Sub-20 con Bulgaria. 

Y este verano hizo un buen trabajo con la selección,
a razón de casi una decena de puntos por velada y la mitad de esa decena en rebotes. 
Eso es, en el lugar en el que Amadeus Navarro compuso la Sinfonía Lituana de Triunfo&Genialidad. 

El año pasado, Coco, se dio a la melancolía en Sevilla. 
Mal lugar para besar a señorita Ensimismamiento.

Pero este verano, Coco, hombre auténtico,
dejo para otra vida las contradicciones. 
Mr Vidaurreta le dijo: fluirás como el mar antiguo. 

Y la luz, las paellas y la brisa mediterránea hicieron el resto. 
El quinto puesto virtual del 
Lucentum Alicante
lleva
su 
sello. 

Hasta ahora, once jornadas y tres reinados para este levantador de orgullos búlgaro. 

Coco tiene algo que nos reconcilia con el deporte profesional. 
Juega con las medias levantadas (esfúmate frío, aparta complejos)
y las lesiones, que aman el miedo, le ignoran. 

Es expansivo como Mr Nicholson en la barra del bar anexo a la ceremonia de los Oscars. 
Y genuino como Al Pacino cuando baila con sus parejas. 

Es una manada cuando va a por el rebote. 
Y un heterodoxo cuando emboca sandías a media y larga distancia. 
El entusiasmo guía sus pasos cerca del aro. 

Aunque, lo mejor, 
lo que nos conecta con el recreo,
es su manera de preservar la bola. 

Cabeza gacha. 
Gesto de onda vital. 
Y el amor de siempre por el balón. 

«Mi tesoooro». 

Nuestro tesoro, amigo.

 

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