Mejora sin premio para los hombres de negro
Tras la pasada victoria contra el FC Barcelona, tan balsámica como inesperada tras un mal arranque liguero, el Unicaja de Málaga llega a Bilbao como autentica prueba de fuego para conocer el verdadero estado de los hombres de negro.
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Mejora sin premio para los hombres de negro
O de cómo el Bilbao Basket dejo escapar un partido que por momentos tuvo encarrilado gracias a su superioridad interior
Fernando Santamaría
24.noviembre.2013
Fuente de foto: ACB Photo / A. Arrizabalaga
Tras la pasada victoria contra el FC Barcelona, tan balsámica como inesperada tras un mal arranque liguero, el Unicaja de Málaga llega a Bilbao como autentica prueba de fuego para conocer el verdadero estado de los hombres de negro.
Este Unicaja, de la mano de Joan Plaza ha optado por reclutar jugadores con experiencia ACB en vez de supuestas estrellas NBA que luego no demostraban nada (Y no miro a nadie Williams) como medio para volver a la zona de la clasificación que le corresponde.
Gente para los que el Unicaja supone un salto de calidad en cuanto a aspiraciones colectivas como puede ser el ex estudiantil Jason Granger o Ryan Toolson y jugadores en busca de minutos como Hettsheimeir o el también ex estudiantil Carlos Suárez tras su desastroso paso por la casa blanca.
Un proyecto de características parecidas al del Valencia Basket, ningún líder claro pero peligro en todas las posiciones y amplias rotaciones. Muy del gusto de Joan Plaza que siempre exige un alto nivel defensivo a todos sus equipos.
Por los locales, el partido empieza con la primera prueba de vida de Jackie Carmichael que anota en la pintura, rebotea con potencia y tapona salvajemente una entrada de Calloway al estilo de lo que en béisbol sería un “home run”, es decir, sacar la pelota del pabellón. (No se volverá a saber de el en todo el partido)
Carmichael aparte, el duelo está claramente en los escoltas, donde Bertans y Toolson demuestran que tienen un ADN anotador y que los aros tienen para ellos medidas especialmente amplias.
Al final del primera cuarto solo queda Bertans de ambos quintetos titulares, quedando para admiración del público unos quintetos con nombres tan ilustres como Gabriel o Grimau por lo locales, Granger, Dragic o Kuzminskas por los visitantes.
Empate a 21 y los ataques superando claramente a las defensas en ambos lados de la pista.
¿He dicho ya que me parece un acierto que Grimau vuelva a jugar de escolta y sea Bertans quien juegue de base cuando descansa Raül?
En un segundo cuarto que empieza un tanto descontrolado, aparece en pista Fran Vázquez como quinto pívot de su equipo. No es que sea este redactor un fan suyo pero que Stimac o Sabonis Jr vayan por delante de el parece un lujo excesivo.
Pero si despistados andan algunos jugadores, más lo estaban los árbitros, pitando minucias que acaban por sacar de quicio al respetable tras faltas de Grimau y Mumbru. Pitada en toda regla y el horno de Miribilla que pone en marcha sus fogones con empate a 24 en el marcador.
De la mano de Gabriel y tras un jugadon espectacular a la carrera de Raül López, los hombres de negro consiguen sus primeras ventajas, 35 – 29. Ojito al pase de Raül como jugada de la semana y ojito a la progresión de Kavaliauskas que sobre todo en ataque se va encontrando cada día más cómodo.
Tras el mal partido de la semana anterior contra el Barca, es espectáculo vuelve a Miribilla de la mano de los Raül, Gabriel, Mumbru y compañía. 42-35 al descanso tras unos malos diez minutos del Unicaja al que le cuesta meter balones a sus pívots, donde podría tener algo de superioridad.
La segunda parte empieza como acabo la primera, con el Unicaja descentrado y los locales moviendo bien lo pelota por fuera para acabar jugando dentro con Mumbru o Kavaliauskas.
La principal amenaza de los malagueños no son curiosamente ni Caner-Medley ni Toolson, si no el pequeño de los Dragic que defiende, corre al contraataque como un poseso y lanza de tres con una precisión que no es habitual en el. Sus buenos minutos permiten a los visitantes apretar el marcador hasta el 44-40.
Y mientras los pivots del Unicaja se dedican a lanzar, que no anotar, triples, German (Precisamente German que lanza mejor que todos ellos) les da un clinic improvisado de juego de pies en la pintura para sonrojo de Hettsheimer que vuela hasta tres veces al tapón. El pívot dominante en la pintura empieza a ser una especie en extinción y los fundamentos básicos dejan lugar a mucho músculo y poco cerebro (Citando a Siniestro Total) Una de las penas del baloncesto moderno.
Con Kavaliauskas y Gabriel dominando el juego interior, al Bilbao Basket no le cuesta esfuerzo mantener unas tímidas ventajas pero sin llegar a despegarse fruto de jugadas aisladas de un equipo sin ritmo ni cabeza. Sorprende los pocos minutos jugados por Jason Granger en detrimento del alocado Calloway.
Reflexión de la semana. Nos podemos olvidar definitivamente de que Carlos Suárez vaya a ser jugador de selección. Este chico esta perdido para la causa.
La primera ventaja visitante, 56-58, se produce al principio del último cuarto, como no podía ser de otra manera, tras canaston a aro pasado de Zoran Dragic, El Unicaja consigue empezar a controlar el ritmo del partido con Granger en pista y el Bilbao Basket desaprovecha sus tiros para empatar el partido.
Cuando peor se pone la cosa, aparece que nuevo Raül López, al que solo le falta la capa para ser algo así como Súper López, roba la pelota a Toolson y se marca un triple muy similar al que valió la victoria la semana anterior. Todo por decidir en los últimos dos minutos.
No se arruga el Unicaja que bien dirigidos por Granger y con Dragic y Toolson como estiletes consiguen llevarse una trabajada victoria. Sin mostrar un gran nivel, los malagueños han sabido esperar y buscar los puntos débiles de un rival, que si bien es verdad que va para arriba en cuanto a juego, no acaba de amarrar los partidos y se ve de nuevo en la parte baja de la tabla a la espera de la visita a la pista del Valladolid, de donde la victoria de puede escaparse si no quieren verse inmersos en problemas.
MVP del partido para el incansable Dragic, trabajador atrás y con el punto de mira muy afinado.