Mejor ser Steve McQueen que Paul Newman

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Hay gente que ama, trabaja o respira mejor a la contra. Estudiantes pertenece desde tiempos inmemoriales a esa estirpe. El equipo de la calle Serrano, de origen libertario y alma idealista, funciona mejor cuando le toca conjugar tareas titánicas. Complicadas hasta decir improbable. Una buena muestra la tuvimos en la noche de este domingo.

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Mejor ser Steve McQueen que Paul Newman

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Pedro Fernaud

12.diciembre.2011

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Jayson Granger, potencia y técnica al servicio de la épica estudiantil. Fuente de foto: deportesonline.com


El equipo de Pepu palmaba de un modo meridiano ante el Madrid, que llegó a disfrutar de una renta de 13 puntos a su favor en el primer cuarto, amparado en la clase de Tomic en el poste bajo y la supersónica facilidad de Llull para repartir juego (con 8 asistencias, ha sido el mejor de la jornada en esa faceta).

 

Después, el partido entró en un entretenido intercambio de golpes. Grander, antimadridista confeso, se disfrazó de los añorados Russel o Winslow (americanos jugones del Estu de los ochenta y noventa) y realizó toda clase de acrobacias para engordar su cuenta anotadora (21 puntos) y la de su equipo. El Madrid opuso buenos cimentos reboteadores en las manos de Reyes y Mirotic, que sigue de dulce (14 puntos y 11 rebotes).

 

Pero, de repente, a los blancos, les entró un estado de miedo, tal vez vacío, que gente como Gabriel (inteligente casi en cualquier centímetro de la pista) y Driesen (muy hábil para mover sus 215 centímetros al galope) aprovecharon de un modo conmovedor, épico incluso. Adjetivos que seguramente copiaron de la afición del Estudiantes, que puede presumir de tener una masa social (unos 10.000 abonados) que inspiran hasta para hacer una película de acción con giros en la trama que suenan inverosímiles al común de los ciudadanos.

 

Una en la que el héroe no sería Paul Newman (guapo oficial, educado, modales exquisitos, sonrisa de ganador), sino Steve McQueen: un tipo atormentado pero carismático, inconstante pero seductor, que prefiere siempre lo difícil, como este Estudiantes de Pepu que navega por el primer año de la segunda década del XXI. Un equipo que de momento sólo parece ser capaz de ganar en compañía de los suyos (sus cuatro triunfos en liga se han producido en el Palacio de los Deportes).

 



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