Los miedos de un Rey

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Lebron James es muchas cosas en un mismo ser humano. Es un extraordinario jugador de baloncesto y también un atleta versátil que parece enviado del mismo futuro. También es un tipo arrogante y desconsiderado. Incluso, un jugador con carencias para jugar los tramos más importantes de algunos de los partidos más culminantes. Sea como fuere, es un jugador muy especial, que tiene toda la pinta de que acabará limando su personalidad (hoy día ya realiza jugosas acciones filantrópicas) para ganarse el amor del gran público, previsiblemente en el ocaso de su carrera. Mientras esto ocurre, lucha por reinar en la NBA con tanto talento como contradicciones. Juan Luis Barbero pone en juego su afinado conocimiento de la liga y del jugador para desvelar las claves de su grandeza y también los átomos que ocupan la región cerebral de su miedo. 

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Los miedos de un Rey

Juan Luis Barbero

20.marzo.2012

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Los miedos de Lebron. Fuente de foto: WordPress



Kara Thrace: No, I know fear. And I get scared, just not of dying.
Lee Adama: So then, what scares you?
Kara: Um…(pours drink) (apologizes for pouring drink)…being forgotten.         

Permitidme utilizar este diálogo sacado de la serie Battlestar Galactica para ilustar el comienzo de este artículo. Todos tenemos nuestro temores, y uno de ellos me atrevería a decir que es común a casi todos los seres humanos. Ese temor es precisamente el que confiesa la Capitán Kara Thrace en el memorable diálogo anterior: el miedo a ser olvidado…

Incluso Lebron James, el autoproclamado monarca de la NBA, el jugador más poderoso que servidor ha visto nunca en una cancha de basket: un tipo capaz de rebotear como un ala-pívot, pasar como un base y humillar a cualquier rival con mates inhumanos…Incluso un superhéroe como él teme al olvido.

Cuando The King montó el chabacano espectáculo bautizado como The Decision para acabar uniéndose a Wade y Bosh en los Miami Heat, el extraordinario jugador de los Cavaliers no hizo más que gritar al mundo sin tapujos su objetivo de cara a la segunda parte de su carrera: ganar anillos para pasar a la historia de nuestro deporte. Muchos me diréis que algunos grandes jugadores nunca lograron llegar a El Dorado y pese a todo son Hall Of Famers y leyendas recordadas. Los ejemplos de Barkley, Miller, Stockton o Malone (entre muchos otros) están ahí, pero tanto el primero como el último intentaron hasta el final engarzarse al menos un anillo, aceptando roles secundarios en cualquier equipo candidato a la gloria. Los egos de los grandes deportistas, sus ansias competitivas, solo se sacian con los títulos…Y para un jugador de baloncesto el campeonato de la NBA es la gloria máxima fuera de los Juegos Olímpicos.

James, que llegó a jugar y perder una final con los Cavs, lideró a los Beach Boys junto a su amigo Wade hasta el penúltimo escalón ya la pasada temporada, pero Nowitzki destruyó su fama de perdedor llevándose por delante a los de Florida por el camino. La críticas arreciaron sobre el genio de Akron, apuntando sobre todo a su rendimiento en los minutos decisivos de los partidos. Cuando la presión apretaba, con el balón quemando y millones de ojos posándose sobre los capos de ambos equipos, el alemán masacró a James, Wade y Bosh. Nueva oportunidad perdida y el miedo latente más vivo que nunca.

Esta temporada los Heat vuelven a ir como tiros, en una implacable lucha contra Chicago por el primer puesto de la conferencia. Lebron lidera un año más las candidaturas al premio MVP de la liga regular con sus promedios habituales, no por ello menos asombrosos: 27.7 puntos, 8.4 rebotes, 6.6 asistencias y 1.8 robos de balón (con un 55% en tiros de campo y un 41% en triples). Pero una voz interior atormenta a The Chosen One…la cita con la historia será en menos de 3 meses y esta vez James no puede fallar…O el temor al olvido sobrevivirá una temporada más.



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