Los mejores de los Play Off NBA: el jaguar, el elegante, el atleta de futuro, el jugador total y el secundario de lujo

Una preferencia no es algo estático. Es un movimiento de la mente que está en continua conjugación. Sólo de esta manera, nuestro criterio estará provisto de la más afinada justicia, producto la elección macerada de los más inspirados en cada faceta. La NBA se encuentra en la antesala de su gran final, antes de que sólo queden dos manadas de supervivientes, escogemos nuestros individuos favoritos en cada puesto: Derrick Rose, Lebron James, Kevin Durant, Dirk Nowtzki y Chris Bosh. Estás a un clic de ratón para conocer con más detalles las virtudes que distinguen a estos superclases…

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Los mejores de los Play Off NBA: el jaguar, el elegante, el atleta de futuro, el jugador total y el secundario de lujo

Pedro Fernaud

23.mayo.2011

Derrick Rose ha guiado a los Bulls hasta las finales de la Conferencia Este, un hito que el equipo de la ciudad de los rascacielos no lograba desde los tiempos de Air Jordan. Fuente de foto:torontodominicano.com

Base

 

Derrick Rose: el sello del jaguar en la dirección

 

El señor Rosa es algo más que un hacedor de juego. También es un hacedor de acierto. Muy pocos bases en la historia (y el tío sólo tiene 22 años) han demostrado su autonomía anotadora. Cuando penetra, es veloz como un jaguar y se tira a por el aro con la misma salvaje precisión que los grandes felinos emplean para asestar el primer golpe a ‘su comida’.

 

Si se trata de acertar desde lejos, mejora su fiabilidad cuando mayor es la tensión (¡?). En la liga regular, ha promediado 33.2% de acierto en triples (mejorando en algo más de 2 puntos porcentuales la media de su carrera). Pero sus progresos no parecen encontrar pausas en esta fase de su tiempo. En la ronda anterior, se fue al 45%, y con los Heat está en unos esplendentes 39%. Además, tiene un sensor de movimientos en sus manos para asistir con sincronía a sus compañeros (recomendables sus pick and roll con Boozer).

 

Escolta

 

Kevin Durant: hilo de seda en el tiro

 

El chico que se quiere meter en una bañera llena de jabón con Scarlet Johansson y el jugador que impresionó al orbe en el pasado mundial de Turquía sigue con sus pasos para convertir el imperio NBA en el ‘imperio Durántula’. En algunos partidos de esta ronda final, hemos conocido sus debilidades (días de desacierto, problemas de suministro de posesiones por la voracidad de Westbrook), pero éstas no son óbices para que nos quedemos boquiabiertos con la elegancia y acierto de sus tiros y penetraciones a canasta.

 

En un tiempo de cuerpos muscularmente hipertrofiados, Mr Durant nos recuerda que el baloncesto tiene algo de baile y de ajedrez temporal. Su sangre fría y esa serenidad y economía gestual (las antípodas de los modos alfa de James) son sinónimos de clase. Por si fueran pocos motivos, es otro que eleva sus prestaciones en tiempo de play off (29 puntos frente a 27.7 del tramo regular, y eso que estamos hablando del máximo anotador de la liga). Por si fuera poco, echa una buena mano en rebotes (7.7 en estas rondas finales) y frente a Dallas está repartiendo casi cinco asistencias (4.7 por velada).

 

Alero

Lebron James: la ubicuidad del atleta del futuro

 

King James es una enciclopedia de aceleraciones, tanto en ataque como en defensa. Tiene la carrocería de un tractor y la fulguración de un Alta Velocidad japonés. Por eso es prácticamente indefendible cuando encara el aro en carrera. Encima, cada año tira mejor. Y, como sucede con la nueva hornada de talentos, tiene unos depurados fundamentos técnicos individuales; lástima que no podamos decir lo mismo de su concepto del baloncesto colectivo, apartado en el que no obstante moja la oreja a su compañero ‘Flash’ Wade.

 

En defensa, se beneficia de su capacidad de concentración y sus rutilantes músculos para robar bastantes balones (más de dos por velada ante Chicago). Si se trata de rebotear, tiene números de pívot (8.9 capturas en estos play off). Lo tiene todo para enamorar pero está entre los diez jugadores más odiados de la liga.

 

¿Por qué? Ahí van dos razones. La primera, nos la apunta el maestro Yoda: “el más fácil camino escogido tú has”. Al juntarse con Wade y Bosh ha eludido la épica de construir un equipo ganador en torno a su esfuerzo y capacidad para hacer mejores a sus compañeros. Ha preferido un verano de visión empresarial al viaje del héroe de toda la vida…Respetable, sí. Inteligente, también. Pragmático, desde luego. Pero desprovisto de magia o de épica, el material con el que se han construido tantas y tantas leyendas.

 

Segunda, por sus modos histriónicos y desconsiderados para celebrar sus éxitos en ataque y en defensa. Dicho en plata: “Es de mala educación contar el dinero delante de los pobres…”. Eso sí, lo cortés no quita lo valiente; a día de hoy es el jugador más completo de la liga. Y aunque ha bajado ligeramente su rendimiento en estos play off, su trascendencia en el juego de Miami (28 puntos de media ante Boston) es capital.

 

Ala pívot

 

Dirk Nowitzki: La plenitud del jugador total

 

Tras los azares adversos de los últimos cursos, Mr Nowtzki ha conquistado un estado zen contagioso para el resto de sus compañeros, que últimamente parecen querer imitarle, como hizo Sawn Marion en el tercer partido de la serie ante los Thunder. Nowitzki tiene un imán de acierto en la media distancia. Por eso es tan temible cuando recibe de espaldas al aro, ya que es capaz de girarse y anotar como si fuese un escolta pero con la envergadura de un center (hablamos de 2’13).

 

Valiente, muy trabajador y completo en diversas facetas de juego (está promediando 31.7 puntos por partido, 5 rebotes y 3 asistencias frente a Oklahoma). Muy difícil de defender cuando tiene la pelota en sus manos. Es uno de los hombres altos que mejor bota (y pasa) de la liga y ha demostrado ser el epígono de hombre franquicia: dispuesto a partirse la cara cuando vienen mal dadas y un líder cuando toca expedición a la gloria.

 

Pívot

Chris Bosh: secundario con habilidades de protagonista

 

Mejor ser lomo de tigre que cabeza de gato. Algo así ha pensado Chris Bosh, jugador franquicia de una potencia media-baja como Toronto (cuando él estaba) y ahora el chico sombra del trío de tenores que se han reunido en Miami Heat para personificar el afán de nuestro tiempo: “lo quiero todo y lo quiero ya”. Bosh está siendo una de las sensaciones de estos play off.

 

Algo hasta cierto punto lógico si se piensa en que los dos ‘jugones oficiales’ de Miami (James y Wade) están siendo sobrevigilados y se están viendo en la tesitura (no siempre agradable, a juzgar por su lenguaje no verbal), de dárselo al tío grande que “jugó con nosotros” en USA y que este año se ha rapado.

 

Bosh está siendo capital en la remontada de los calientes de Miami frente a Chicago en particular y en las rondas finales en general. No son sólo los 34 puntos que endosó a los Bulls en el tercer partido de la serie, también es su regularidad en diversas facetas del juego. Su presencia es capital para darle equilibrio a su equipo entre el juego exterior e interior. Es rápido, fuerte y elástico. No es ningún virtuoso en ninguna faceta. Pero cumple con nota en casi todos los apartados y se mueve con inteligencia sin balón.

 

Si el equipo necesita rebotes, se arremanga y sube el suministro (10.2 capturas por velada en la serie ante Boston). Si necesita puntos, corta hacia canasta o juega dos para dos con LeBron (también reserva del 84, compañero generacional) y machaca el aro con la rabia de quien se sabe importante, pero de quien también sabe que, a veces, para triunfar hay que dar un paso a la zona ciega de los focos y ponerse el traje de secundario…

 

*Fuente de fotos de jugadores: nba.com

 

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