Llull is in da zone

El récord del Madrid murió en Moscú y en las 31 victorias. El ejército rojo comandado por Ettore Messina emboscó y derrotó a la invencible tropa de Laso en plena estepa, en una revisión de la caída de Napoleón. Servidor se suma a las lecturas de la derrota como beneficiosa para el grupo, pese a lo extravagante que dicha reflexión pueda parecer. Sacudirse de encima la presión de la racha histórica antes de la Copa del Rey ayudará al grupo a competir con mayor tranquilidad en la competición más inclemente (e ilusionante) del calendario nacional.

Sin embargo aún quedaba viva la oportunidad de completar una primera vuelta liguera impoluta, y a ello se encomendaron los locales. Los problemas con las faltas de Rudy (2 infracciones ya en el primer cuarto) no frenaron a un Madrid acertadísimo desde el triple y con Mirotic dando mala vida en la pintura a Sabonis Jr. La superioridad física de Niko sobre el prometedor vástago del mejor pívot nunca visto en el Viejo Continente evidenciaba las distintas etapas evolutivas en que se hallan sus carreras: el montenegrino en plena escalada hacia el estrellato mundial, el lituano haciéndose como jugador de alto nivel. Esos veranos de intenso trabajo han transformado definitivamente el cuerpo del canterano merengue.

Pero el protagonista absoluto de la primera mitad sería un Sergio Llull en plena e imparable combustión, transitando por la famosa zona de la que hablan los anotadores en estado de gracia. El aeroplano de Mahón entró en trance y el juego se mostró ante él a cámara lenta, con todos sus secretos al descubierto. Cada suspensión encontraba el aro con suavidad, independientemente de la distancia a la que se hallara o de las faltas que sobre el ejecutor cometieran los rivales. 21 puntos (6/6 en triples) totalizaría Llull en unos minutos para el recuerdo. 52-37 al descanso.

Unicaja trataría de volver al partido cargando el juego sobre Stimac y subiendo varios pistones en defensa, generando una telaraña de manos para enfangar el ataque blanco. Y lo lograrían, algo nada sorprendente estando Plaza en el banquillo malagueño: ventaja rebajada a 9 puntos (54-45), antes de que los de Pablo Laso respondieran al reto apretando también los dientes atrás (con Slaughter y Draper en pista). La defensa reactivando el ataque, los robos de balón generando canastas fáciles (de Marcus y Rudy). 64-49 al final del tercer cuarto.

Volverían a intentar los visitantes reengancharse al partido, pero la explosión de Sergio Rodríguez daría al traste con sus ilusiones. Muy apagado hasta esos últimos 10 minutos, El Chacho finiquitaría el duelo liberando su magia anotadora (12 puntos en el último cuarto). 88-67 el resultado final (23 puntos totales para Sergio Llull). Primera vuelta invicta para el equipo que acumula 50 jornadas consecutivas en lo más alto de la Liga Endesa. Ahí es nada.