Fiebre en el Garden 2.0
Boston es una ciudad de excelentes universidades, poderío económico y pasión por el deporte, entre otros destacables rasgos. En esta urbe, David Pérez despliega su entusiasmo por el deporte príncipe (en nuestro país) y traza una adictiva mirada donde capta la esencia del TD Garden, ese templo de baloncesto que volvió a pisar esta semana, el lugar donde uno se fascina con el talento de Pierce mientras los buenos oficios de una Sam Adams le hacen sentir a uno que no hay tanta diferencia entre el equipo de los 17 anillos y el del “patio de colegio”… Puro commendatore, que también nos presta su talento para enriquecer el relato escrito con fotografías muy reveladoras del carácter bostoniano.
***
Fiebre en el Garden 2.0
David Pérez Moreno
29.enero.2012
Simetría y movimiento. Qué difícil es captar el dinamismo de un partido de la NBA y la generosa ocupación de espacios que allí establecen sobre el parqué. Nuestro cronista Fiebre lo logró, móvil en mano, como los mejores pistoleros del salvaje oeste. Autor de la foto: David Pérez Moreno.
El año pasado visitamos el Garden con la sensación de que podía ser la última vez, el “Carpe Diem baloncestístico” nos hizo disfrutar a lo grande de una victoria sin paliativos de los Celtics sobre los Cavaliers. Esta vez todo hacía presagiar que habría partido hasta el final, entre los Pacers del “Baloncesto Coral” y los Celtics del “Big Three Crepuscular”. Los herederos de los Hoosiers llegaban terceros de la Conferencia Este con un record de 12-5, mientras que los Celtas se presentaban ante su público con un balance de 8-9 y ocupando la penúltima plaza de Play-Off del Este.
Para vivir una experiencia baloncestística completa en Beantown, es necesario pasarse antes del partido por alguno de los Pubs irlandeses de Canal Street, esta vez elegimos el “Hurricane O’Reilly”. La banda sonora allí no puede ser otra que U2, mientras calientas motores con una Sam Adams, posiblemente la mejor cerveza que nunca regó el gaznate de un seguidor de los Celtics.
El TD Garden es el hogar de los “Orgullosos Verdes”, una cancha en la que después de tres visitas ya te sientes como en casa. En los cinco años que han pasado desde que la pisé por primera vez, los Celtics superaron la mayor depresión de su historia hasta consolidarse de nuevo como uno de los poderes fácticos de la NBA. Miles de jóvenes, y no tan jóvenes, acuden allí cada partido, ataviados con la camisetas de Allen, Rondo, Garnett y sobre todo Paul Pierce.
Todos en pie con el Himno. Y que a nadie se le ocurra sentir lo contrario… Autor de la foto: David Pérez Moreno
El baloncesto es un deporte colectivo, pero en la NBA lo que marca las diferencias son las individualidades. En otra noche mágica, Paul Pierce rozó el triple doble con 28 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias. Se echó a las espaldas a un equipo muy mermado por las bajas de Allen, Rondo y O’Neal. Cuando Danny Ainge juntó al “Big Three” en el 2007, aquello parecía una solución cortoplacista, pero cinco años después los Celtics siguen exprimiendo al máximo a unos ‘Muchachos’ que este año sumaran 108 años entre los tres.
En la última década Boston se ha convertido en la “Meca del Deporte Profesional Americano” y ayer los hinchas verdes, que no pararon de animar a su equipo en todo momento, estaban ya pensando en la inminente Super Bowl que enfrentará al equipo local contra los New York Giants. Desde aquí le deseamos suerte a los New England Patriots; ya saben, ese equipo afincado en el Estadio donde Tassotti le partió la nariz a Luis Enrique.
Celtic Dancers. La belleza haciendo llamadas perdidas con una coreografía NBA. Son las Celtic Dancers, quizá no tan famosas como algunas de sus colegas, pero sobresalientes en elegancia, sugerencia y sincronía. Más de uno se emocionó tanto o más con ellas que con las canastas de Pierce…
El ‘Invierno nuclear’ que pronosticó David Stern durante el Lockout, al final se ha traducido en infinitos errores y unos paupérrimos porcentajes de tiro, que a ratos me daban la sensación de estar en el Palacio viendo a mi Estu, ese contra el que cualquier buen rival se convierte en fallón. Al descanso se llegó con un 42-35 para los Celtics, los Pacers consiguieron empatar el choque en el tercer cuarto y, acto seguido, los Verdes les metieron un parcial de 11-0 que a la postre ya sería definitivo.
Los Celtics siempre ganan. ¿Había dudas? Ganaron los Celtics, 94-87, a los Pacers dirigidos en los despachos, paradojas, por toda una leyenda ‘verde’ Larry Bird. Y, claro, al tipo del video-marcador le entro un ataque de entusiasmo…Autor de la foto: David Pérez Moreno
Me despido desde Boston con la esperanza de que pronto Fiebre vuelva al Garden; mientras tanto, haremos más llevadera la espera siguiendo a diario unabutacadelgarden.blogspot.com, que es lo más parecido que hay a tele-transportarnos cada noche para vivir in situ la magia del Garden.
Un abrazo transatlántico.
Canteranos de los Celtics. Vaya, parece que efectivamente el Estu sí puede presumir de superar en el capítulo canterano al imperio verde. Eso sí, a ternura y entusiasmo, el partido entre ambos equipos queda como mínimo empatado J. Autor de la foto: David Pérez Moreno.
*No olvides puntuar este artículo (en la cabecera) y hacer un «+1 Google» (a continuación) para publicitarlo. Nos será de gran ayuda tu opinión. Gracias 🙂