Fiascos del draft: toma 1

blogs-icono

La magnífica idea de gestionar el talento universitario vía draft (nacida en 1947) ha servido al baloncesto estadounidense para potenciar la competitividad de su liga y dar a todos los aficionados (incluso a los de franquicias perdidas en el fondo del ranking) una buena razón para acudir a las canchas. Si tu equipo es un desastre y hace un ridículo sostenido durante toda la campaña, al menos siempre te quedará  la ilusión de ver en acción a algunos de los más prometedores jugadores novatos en el curso siguiente.

***

Fiascos del draft: toma 1

Juan Luis Barbero

13.diciembre.2013

 

La magnífica idea de gestionar el talento universitario vía draft (nacida en 1947) ha servido al baloncesto estadounidense para potenciar la competitividad de su liga y dar a todos los aficionados (incluso a los de franquicias perdidas en el fondo del ranking) una buena razón para acudir a las canchas. Si tu equipo es un desastre y hace un ridículo sostenido durante toda la campaña, al menos siempre te quedará  la ilusión de ver en acción a algunos de los más prometedores jugadores novatos en el curso siguiente.

 

Es cierto que la ayuda del sistema a la competitividad presenta claroscuros (los equipos menos potentes mejoran, pero muchas veces se ha dado el caso de escuadras que comienzan mal la temporada y acaban dejándose llevar, acumulando derrotas en busca de la posición más alta posible en el siguiente draft) pero el invento funciona en líneas generales, siempre y cuando la falta de sagacidad de los ejecutivos y ojeadores de la franquicia no acabe convirtiendo una inmejorable oportunidad en una metedura de pata épica. Y precisamente en estos últimos casos nos vamos a centrar, comenzando por el mítico Nº1 del draft de 2001. Abróchense los cinturones: comienza fiascos del draft.

 

Los Wizards acabaron la temporada 2000/2001 con un lamentable récord de 19 victorias por 63 derrotas. Una banda con todas las letras. El experimento Howard-Richmond-Strickland había fracasado con estrépito, y solo un joven Richard Hamilton arrojaba algo de luz al futuro de la franquicia. El aterrizaje del mítico Air Jordan como presidente de operaciones venía ilusionando a la doliente parroquia capitalina, en espera de que el Mike ejecutivo replicara los milagros del Mike de pantalón corto. Si hubieran sabido entonces lo que se les venía encima…

 

Dios se hizo humano, y regresó a la tierra para contemplar su obra… Fuente: espn.go.com 


El que fuera caníbal de los Chicago Bulls gastó la primera elección de aquel draft en un chaval salido del instituto (primera vez en la historia en la que un jugador sin experiencia previa en la NCAA llegaba a la más alta posición del sorteo): el center Kwame Brown. Ya entonces comenzaba la sequía de pívots de nivel, que se prolongaría hasta nuestro días, así que Air se dejó llevar por el potencial oculto del crío de 2 metros y once centímetros. Y bien oculto que estaba…

 

El curso rookie de Brown (4.5 puntos y 3.5 rebotes como «estelares» promedios) no sería sino el inicio de una discretísima carrera entre los profesionales, que se cifra en 6.7 puntos y 5.5 rebotes durante los 606 partidos disputados hasta la fecha. Escasez de movimientos al poste, mano muy mejorable, sin contundencia en la lucha bajo los aros, limitado poder de intimidación, nula ética de trabajo. Tras ser traspasado por los Wizards (cansados de él tras su cuarta campaña) a los Lakers de un Kobe desatado, tampoco hallaría «manos pequeñas» Brown (esa fue la razón que Jordan esgrimió para justificar su error, otra hazaña más del mítico Air en su versión de traje y corbata) en la soleada Los Ángeles el entorno ideal en el que dar rienda suelta a sus habilidades ocultas. Ni en Memphis, ni en Detroit, ni en Charlotte, ni en Oackland…

 

Kobe predicando en el desiertoFuente: nba.com


Cuando llegue el inevitable momento de la retirada, el mayor logro de Brown será seguramente el haber engañado a Air y a su trouppe, para que confiaran en él como flamente Top1 de su promoción (en la que figuraba gente como Pau Gasol, Tony Parker, Zach Randolph, Joe Johnson o Tyson Chandler). Junto a él estará la firma de un contrato de 7 millones de dólares por una temporada con los Golden State Warriors, 10 años después (ya sin trampa ni cartón) y para caer lesionado al 9º partido. 9 noches en el parqué, a razón de 6.3 puntos y 6.3 rebotes en cada una de ellas. Hagan cuentas…

 

El mítico Kwame Brown, protagonista de nuestra primera entrega de Fiascos del Draft.