‘Errol Navarro Flynn’, las defensas geométricas y la belleza báltica

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España se miró en el espejo de la máxima exigencia y se encontró a un galán. Hechuras nunca le han faltado, pero…Le podía la pereza. Cierta desidia le impedía implicarse. La tele (los anuncios de sus estrellas), las papas fritas (cierta sobre ingesta de partidos en casa, con mucho cariño de la gente y poca textura competitiva) y la timidez del que todavía no se acostumbra a estar rodeado de tanta belleza y glamour en la Costa Azul (nuestra selección es caviar competitivo para algunas de nuestras joveznas estrellas como Ibaka, Ricky o Llull).

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‘Errol Navarro Flynn’, las defensas geométricas y la belleza báltica

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Pedro Fernaud

5.septiembre.2011

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JC Navarro ofreció una demostración de destreza y puntería ante los lituanos. Fuente de foto: marca.com


Así hasta que se encontró con una hermosa mujer báltica que le hizo sacar lo mejor que llevaba dentro. Desde el inicio de ayer, nuestros jugadores sacaron su mejor versión. Navarro anotó con la facilidad de los carismáticos, el Errol Flynn del baloncesto sacó la ballesta y tocó manzana (embocó triples) con la facilidad de los sinfónicos. Así hasta sumar 5 canastas de 3 y un total de 22 puntos (18 en el descanso).

 

España tuvo textura de filarmónica en la primera mitad. Calderón recuperó su solvencia NBA: defendió con pasión, anotó con precisión y dirigió con templanza. Rudy volvió a hacer muchas cosas bien (no necesariamente anotar, aunque sumó 8 puntos).


Los hermanos Gasol ya tienen claro lo de poner una franquicia de valoración rápida, en esta ocasión la suma del rendimiento de ambos se fue  hasta los 25 puntos y 12 rebotes. Una pasada. Como la geométrica demostración de defensa ofrecida por la roja en la primera mitad. A todo esto, Lituania aguantó el tirón como pudo. El pabellón estaba abarrotado y la presidenta del país y Arvydas Sabonis contemplaban con asombro lo que estaba pasando. Dio igual la presión ambiental y los favores arbitrales.

 

Tampoco les sirvió de mucho el orgullo competitivo de Valancuinas (13 puntos), Kaukenas (11) y Pocius (11). Porque España hizo una primera mitad para enmarcar (la belleza del espejo de su comensal daba idea de la magnitud de su conquista: 36-62 al final del segundo cuarto). Luego Lituania puso empeño y amor propio; nada que el oficio de Pau Gasol y el buen día de la segunda unidad (Ibaka, 15 puntos, Llull y Calderón) no pudieran gestionar con solvencia. El marcador final (79-91) sólo expresa un pálido reflejo de la primacía española en este duelo.

 

¿Lo mejor de todo? Todavía quedan muchos momentos especiales. La seducción sólo acaba de empezar…

 



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