El ritmo loco del Estudiantes no es apto para los MIB.

El ritmo de juego lo es todo en el baloncesto actual. Rebotes, acierto de tiro y defensas alternativas pueden ser valiosos argumentos para ganar o perder un partido pero en última instancia es el equipo que lleva el ritmo del partido es quien se lleva el gato al agua.

Este sábado, contra todo pronóstico, fue el estudiantes quien llevo el ritmo del partido, un ritmo loco que los hombres de negro no pudieron contrarrestar a pesar de su experiencia.

Sin embargo, no fue así los 40 minutos. El comienzo del partido no hacía presagiar la segunda victoria de la temporada de los colegiales. El Bilbao Basket dominaba el juego interior en ambas zonas y gozaba de abundantes segundas oportunidades.

De la mano de Alex Suarez y sus tres triples, los hombres de negro cerraban un parcial inicial de 12-4 y obligaban a Ocampo a pasar al “Small ball”, con Juancho Hernangomez de cuatro.

Durante esos minutos era el Bilbao Basket quien llevaba el ritmo del partido, siguiendo con disciplina militar los esquemas de Sito Alonso mientras que los colegiales se mostraban erráticos y nerviosos, fruto de su delicada situación clasificatoria.

Este Estudiantes sufre demasiado con cada canasta recibida y depende de las rachas ofensivas para coger moral y venirse arriba. Por momentos Ocampo veía como la siguiente derrota estaba al caer.

Sin embargo y pese a jugar solo a rachas, el talento de sus jóvenes estrella, Jaime Fernández y Juancho, les mantenía en el partido. El pequeño de los Hernangomez no se arruga a la hora de encarar el aro con valentía, se ponga en medio quien se ponga.

Pese a ir siempre por delante, los locales no conseguían romper el partido huérfanos como estaban de su capitán Mumbru bien defendido como estuvo por Tony Mitchell, reciente fichaje estudiantil que le da al equipo colegial un plus físico y una disciplina defensiva de la que hasta ahora había carecido.

De esa forma y pese a la sensación de dominio local, el resultado al descanso era tan solo de 42 a 40 con Hannah y Suarez como mejores jugadores locales y Juancho, Jaime y Mitchell por los visitantes.

En el tercer cuarto, el Bilbao Basket estuvo cerca de romper el partido. Con Hervelle plenamente recuperado, los hombres de negro dominaban el juego interior. El belga, Bogris y Begic pasaban literalmente por encima de Rey y Bircevic.

Pero los locales no fueron capaces de romper el partido y tras una racha de acierto de los colegiales de la mano de Jaime Fernández y una defensa zonal consiguieron ponerse por primera vez por delante en el marcador. 68-69.
Hannah no conseguía mover a sus compañeros contra la zona mientras que por los visitantes se activaba el peligroso Darío Brizuela, hasta entonces desaparecido. Entre la mambo y Jaime pasaron a dominar el ritmo del partido. Lo hicieron suyo y ya no lo soltarían más hasta el final del partido.

Los locales lo intentaron con todo, con dos bases en pista y con Bertans dirigiendo el ataque pero los jóvenes cachorros aguantaron el órdago.

Reflexión de la semana. Brizuela me recuerda mucho a un joven Juan Carlos Navarro con el que comparte bondades y defectos. Lleva los puntos en la sangre pero condiciona mucho el juego de sus compañeros con su selección de tiro.

Un triple suyo desde 8 metros sentenció el partido cuando los hombres de negro y la difícil pista de Miribilla más apretaban.

Segunda victoria colegial, 85 – 91 para romper una larga racha de derrotas y MVP para los jóvenes Brizuela y Jaime Fernández que rompieron con su talento ofensivo la siempre dura defensa de los bilbaínos.

85 – Dominion Bilbao Basket (19+23+24+19): Hannah (11), Bertans (10), Mumbrú (15), Alex Suárez (9) y Bogris (2) -cinco inicial-; Raúl López (4), Ruoff (7), Todorovic (3), Hervelle (15) y Begic (9).

91 – Movistar Estudiantes (16+24+18+33): Salgado (6), Tony Mitchell (9), Juancho Hernangómez (11), Martín (8) y Rey (6) -cinco inicial-; Jaime Fernández (26), Brizuela (12), Brandon Thomas (4), Bircevic (9) y Vicedo.