El mayor espectáculo del mundo

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Da igual que una lluvia de asteroides cambie la faz de la NBA. Algunos equipos siguen generando una vibración especial, que convoca atenciones y seguidores con una facilidad que no necesariamente encuentra un refrendo en los resultados deportivos. A esa categoría pertenecen los New York Knicks, propietarios de dos anillos que ganaron en los albores de los años 70 (1970 y 1973) cuando en su plantilla jugaba un tal Phil Jackson, esforzado alero de ideas bohemias, que se ganó el favor del público del Madison con su trabajo y coraje en defensa. Si damos un salto de tres decenios, nos encontramos con que el equipo de la Gran Manzana vuelve a estar de moda. La irrupción de Jeremy Lin ha puesto la liga estado de efervescencia. Hacía tiempo que no pasaban tantas cosas en la NBA. Juan Luis Barbero se pone el traje azul y rojo y compone una pieza cargada de irreverencia y análisis para explicarnos la ciclotímica marcha del equipo dirigido Mike D’Antoni en lo que va de curso.

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El mayor espectáculo del mundo

Juan Luis Barbero

24.febrero.2012

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Los 3 Gallos del Garden. Fuente: NBA.com


Qué sería de nuestras vidas sin los New York Knicks. Cuando uno cree haberlo visto todo y se siente capaz de predecir las temporadas de los equipos en base a la calidad de sus rosters o a la capacidad de sus entrenadores…llegan los Knickerbockers y destruyen todas tus ideas preconcebidas, dejando a los analistas NBA del mundo con un palmo de narices. Tras más de diez años peregrinando en el desierto, de bochorno en bochorno, la legendaria franquicia de la capital del mundo se ha superado en el mes y medio de temporada que llevamos. Ya nadie sabe lo que puede pasar mañana: el Madison es una gran montaña rusa.

 

La cosa pintaba bien para los neoyorquinos al inicio de campaña. Tras hacerse con Carmelo Anthony y volver a los playoffs la temporada pasada (para caer con estrépito ante los Celtics), la gerencia de la Big Apple parecía una de las grandes triunfadoras de la mini-pretemporada en la NBA tras hacerse con el center defensivo que media liga perseguía: Tyson Chandler llegaba desde Texas con un anillo bajo el brazo para acompañar a Melo y Stoudemire en una vuelta de tuerca más al Big Three, tan de moda en la liga de un tiempo a esta parte. Así, Spike Lee y compañía esperaban una temporada ilusionante, en la picota de la conferencia este, nublados por su amor a los viejos Bockers… ¿campaña sin turbulencias? mejor cambiar de equipo, amigos: eso no va con los Knicks.

 

El calamitoso arranque del equipo origina una catarsis en la franquicia. Las críticas feroces hacia Carmelo Anthony se multiplican, negándole capacidad alguna de liderazgo. En este punto, me gustaría detenerme para una necesaria reflexión: los Knicks sabían perfectamente lo que adquirían cuando destruyeron un prometedor quinteto para traer a Melo desde Denver. Anthony ha sido y sigue siendo un alero de talento, resolutivo en ataque, un anotador insaciable. Pedirle que reparta el balón es una quimera. Sin embargo, no conviene olvidar que acaudilló a los Denver Nuggets hasta unas finales de conferencia en el año 2009, y compitió en ellas ante los Lakers…Lo cual le convierte en lo más parecido a un líder en plenitud que tienen los neoyorquinos.

 

Pero volvamos a esta temporada 2011/2012: partidos desatrosos, defensa inexistente, lesión de Carmelo y Stoudamire, palos a Mike D´Antoni…y con el equipo aparentemente ahogado en el fango llega el salvador más impredecible de los últimos tiempos en el deporte profesional. Jeremy Lin muta de agitador de toallas en Golden State a mesías de la Gran Manzana e imagen de la NBA. La prodigiosa racha de partidos del base californiano (de ascendencia taiwanesa) catapulta a los Knicks en pleno festival de puntos, asistencias y tiros ganadores (amén de ciertos problemas con las pérdidas de balón) a un record del 50% de victorias-derrotas. Y en estas nos encontramos a finales de Febrero, con el All Star a la vuelta de la esquina.

 

Con el retorno al servicio activo de Amaré primero y de Melo después, los Knicks se encuentran con 3 gallos en un mismo corral. De momento la coexistencia viene siendo pacífica, con Anthony repartiendo más juego del habitual, pero el futuro del equipo se vislumbra repleto de interrogantes : ¿quién se jugará las posesiones finales?, ¿cómo repartirá D´Antoni los tiros entre sus 3 cañoneros?, ¿quién va a bajar el culo atrás además de Chandler?, ¿mantendrá Lin su nivel con regularidad de aquí al final de la temporada?, ¿saldrá Stoudemire de la apatía que parece arrastrar desde finales del pasado curso?, ¿cómo integramos en la rotación a Baron Davis?

 

Bienvenidos al mayor espectáculo del mundo: el día a día de los New York Knicks.

 



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