El hombre de la esquina
11 puntos y 4.3 rebotes en la ACB. 12.6 puntos y 4.3 rebotes en la Euroliga. Son los números de Nikola Mirotic en este primer tercio del temporada. Lo que no pueden expresar los números es el aura de este jugador. Un tipo que irradia talento y facilidad para este juego. En este poema, te proponemos un salto a su personaje cinematográfico.
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El hombre de la esquina
Pedro Fernaud
26.diciembre.2011
Tiro, aceleración e ingenio cuando juega en la pintura. ¿Su nombre? Nicolás Mirotic, alias pluriversos. Fuente de foto: acb.com
Algunos tipos no necesitan impresionar a nadie.
Ni siquiera a su sombra.
Nikola Mirotic juega a esto por el simple placer de
saber hasta dónde le llevará su talento.
Niko emboca triples con la misma facilidad
con la que
los Beatles forraban los sueños de una generación.
Mirotic es el jugador anfibio;
podría hacer de Stojakovic con su movilidad y destreza
para el bote y el tiro;
pero prefiere el rol de cuatro moderno,
una versión evolucionada de Garbajosa,
que transpira clase por los cuatro ejes y
silencia pabellones con su elegante manera de decantar partidos.
Hay quien piensa que es el hombre de la esquina.
Un especialista, digno de una película de Bogart,
con la mirada intensa y las circunstancias complicadas,
refugiado en un don y con una apariencia indolente.
Pero, a estas alturas,
el que más, el que menos,
sospecha que Mirotic no será esclavo de su personaje.
Tiene agallas para partirse el pulmón en un rebote.
Y condiciones para sumar en lo grueso (tapones, puntos, rebotes)
y lo invisible (liderazgo, intangibles, calma en los momentos cima).
Gasta veinte años
y una facilidad que abre expectativas que él resume
con el desparpajo de los mejores:
“Quiero ayudar al Madrid a ganar algo grande”.
Palabra de Niko.
Chicago puede esperar.
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