David Barlow: una pantera blanca silenciosa y dedicada

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Algunos jugadores triunfan desde el principio en la Liga ACB. Gente como Louis Bullock, Walter Hermann o Brad Oleson. Tipos que desde su primera temporada despuntan en la que para la mayoría de expertos es la mejor liga del planeta del mundo no-NBA. A esa categoría pertenece David Barlow, autor de 17 puntos y 9 rebotes capitales en la victoria que su equipo, el CAI Zaragoza, logró sobre el Cajasol (82-78) este fin de semana. En estas líneas te acercamos la figura de este talentoso alero australiano de 2’05 y 27 años, que juega con la elegancia de un actor de los años 40 y la determinación de una pantera, uno de sus animales favoritos.

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David Barlow: una pantera blanca silenciosa y dedicada

Pedro Fernaud

2.noviembre.2010

 

  

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La actuación de David Barlow ante el Cajasol, concretada en sus 30 puntos de valoración, resultó clave para que su equipo ganara al Cajasol y a la postre le ha valido la designación como MVP de la quinta jornada ACB. Fuente de foto: baloncestozaragoza.net

 

Sydney (sídni si lo queremos pronunciar correctamente en inglés) es una ciudad con cerca de cuatro millones y medio de habitantes. El área urbana de la ciudad contiene alrededor de 70 puertos y playas, incluyendo la famosa Bondi Beach, uno de los paraísos soñados por los surfistas de medio mundo. Asimismo, la ciudad está circundada por numerosos parques nacionales que incluyen ríos y bahías. En esa línea, no sorprende averiguar que la ciudad figura en las posiciones más altas de los ranking que miden la calidad de vida en las urbes de todo el mundo (también es, por cierto, uno de las más caras del planeta).


Con estas coordenadas (y la imagen de la Ópera de la ciudad enmarcando la vocación multicultural de esta población fundada a mediados del siglo XVIII), resulta inevitable imaginar una juventud alegre y hedonista (al menos un ambiente así) para el mejor jugador de la jornada 5 de la ACB, David Barlow, que jugó sus primeros años como profesional en esa ciudad propulsada a la liga de ciudades célebres del planeta gracias a los JJOO que albergó en 2000.


En aquel año, nuestro protagonista sólo contaba 17 años y estar en unos juegos era un sueño para él. Aspiración que cristalizó en el 2008, jugando con la selección australiana en los JJOO de Pekín. Dos años antes, con sólo 23 años, también disputó el Mundial de Japón en el que Gasol y compañía empezaron su gobernanza en el baloncesto universal. También ha estado en el pasado Mundial de Turquía, donde fue de menos a más (en su mejor partido, contra Alemania, sumó 8 puntos), una experiencia que él define como «muy frustrante» y donde su selección fue apeada por Eslovenia (87-58) en los octavos de final.


Sea como fuere, aunque Barlow no olvida sus raíces (escoge su casa en Australia como su lugar favorito en el mundo), nunca fue un chico con reservas a la hora de emprender retos que le hicieran progresar en la faceta personal y profesional. Enesa línea, estudió en la Universidad estadounidense de Metrpolitan State, que integra la segunda división de la NCAA.


Ya de vuelta a casa, fue escalando peldaños en la liga de su país, la NBL, donde conquistó tres títulos. Los dos primeros con ‘Los Reyes de Sydney’ (Sydney Kings) y el último con ‘Los tigres de Melbourne’ (Melbourne Tigers) en la temporada 2007-08. Vino a España hace un par de temporadas. El pasado cursó fue piedra capital en el ascenso del CAI Zaragoza. El equipo maño logró su pase con el mérito incontestable que siempre da haber liderado la liga regular de la LEB Oro (la segunda división de nuestro baloncesto con juego de primer nivel en otras competiciones punteras en Europa).


Y en las cinco primero jornadas ACB se está convirtiendo en una de las sensaciones de la competición. Fue actor protagonista en la victoria (primera de la historia) de su equipo en el Palau Blaugrana en la Jornada 4: 70-71, prórroga incluida. Y frente al Cajasol volvió a exhibir la elasticidad, elegancia y, por decirlo todo, barba que hace que algunos aficionados vean en el una versión (muy) amable de Pau Gasol. Comparaciones magnas al margen, Barlow tiene unas cuantas cualidades que merecen atención: es uno de sus aleros que carga fuerte el rebote, tiene buenos porcentajes de acierto en el tiro y aprovecha su agilidad para ejecutar con éxito las entradas a canasta.


En la web del CAI figura un test sobre sus gustos personales, a tener en cuenta. En él, se define como alguien «dedicado y callado». También como un buen cocinero de fajitas. Y confiesa que se enfada irremediablemente con el humo de los cigarros. Tampoco tiene reparos en reconocer que prefiere una hamburguesa a una tortilla de patatas (¡?). Eso sí, es difícil no simpatizar con dos de sus tres últimas respuestas. Por un lado, señala que mejoraría la situación de la humanidad con «una mejor educación para todo el mundo». Por otro, señala que su sueño personal se cifra en «ser feliz con una gran familia».


Cuando le toca hablar de una mascota imposible señala tres animales que parecen definir su manera de moverse en una cancha de baloncesto: «una pantera, un tigre, un gueopardo». Un tipo peculiar este Barlow que, llegado el caso, preferiría viajar al pasado antes que al futuro. De ese modo, podría «ver el mundo antes de que existiésemos las personas». Lo dicho, una pantera blanca y silenciosa anda suelta en la ACB y amenaza con importunar el orden establecido…