Danzad, danzad, malditos

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Nadó y nadó contra corriente el Blancos de Rueda durante toda la liga y al final…llegó a la orilla de la salvación. De nuevo se reencontró con su juego de equipo, en el que todos aportan, y logró imponerse a un Cajasol algo blando en defensa. Nacho Martín por n-
ésima vez (20 ptos, 10 reb) y Montáñez fueron los mejores por los locales. En el Cajasol destacaron Bogdanovic en su lucha con Nacho Martín y en la dirección Satoransky, aunque no fueron suficientes para doblegar al Blancos de Rueda.

El CB Valladolid continúa en el baile de la ACB aunque dá claras muestras de no estar a la altura del resto de participantes. Acumula otra derrota sonrojante, tanto por la diferencia como por el estilo de juego. Y lo peor es que la situación no tiene visos de cambio. Sin embargo, el Fuenla dá la sensación de ser un mejor equipo que lo que indica su clasificación, tanto por los jugadores con los que cuenta como por el juego demostrado en Pisuerga. Un gran perímetro y muchos centímetros abajo. [Estadísticas]

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Danzad, danzad, malditos

Jorge Álvarez

Fotos: Marcos Sánchez González

20.enero.2014

Dani Pérez o de cómo no hay que ir al extranjero para buscar los mejores bases. Fuente de foto: Fiebrebaloncesto.com / Marcos Sánchez González

 

¿Realmente es necesaria esta agonía? Si un proyecto está agotado tanto en presupuesto como en capacidad técnica, ¿por qué insistir y hacer más profundo el problema? Hemos visto jugar aquí a Corbalán, Sabonis, Oscar Smicht ¿y ahora esto? Todas estas preguntas se hacían los aficionados a la salida del encuentro, con cara de resignación y pena más que de enfado, puesto que las protestas hacia el palco y el entrenador apenas consiguieron elevarse por encima de los aplausos que la nutrida representación de los aficionados del Fuenla, incansables durante todo el partido, dedicó a su equipo.


Y es que el partido apenas tuvo historia. Desde el primer parcial (2-12) ya se vio que el encuentro era un enfrentamiento entre un equipo de baloncesto y un grupo de jugadores de baloncesto. El equipo de baloncesto tenía un base, Dani Pérez, que dirigía, anotaba y mandaba. De hecho se jugó siempre a su ritmo y fue el mejor del partido (20ptos, 7 asis y 23 de valoración). Por el contrario, el grupo de jugadores, tenía un base que subía la pelota y en cuanto podía se la jugaba sin dar ni un pase. Además, ese supuesto organizador, cada vez era un jugador distinto. ¿Es ese un sistema de juego? Sí, si se trata del lucimiento personal y se trata de ponerse en el escaparate para que, ahora sí, un equipo te fiche.

 

 

Muy espectacular en ataque, todo lo contrario en defensa. Él anota, pero es que los bases contrarios !Se hinchan! (Jason Rowe). Fuente de foto: Fiebrebaloncesto.com / Marcos Sánchez González

 

Pero el lucimiento personal sólo tiene cabida en ataque, donde aparecen los números que tanto gustan. Pero no aparece cuando hay que agachar el lomo y defender. Si defiendes en individual, es difícil entender que sea Suka quien defienda a Panko. A pesar de no estar muy acertado (5/11 en tiros de 2), hizo lo que quiso y cuando quiso, anotando al poste y desde la línea de tres.

 

De espaldas, de frente, fuera o dentro, un jugadorazo (Andy Panko). Fuente de foto: Fiebrebaloncesto.com / Marcos Sánchez González

 

Tampoco es muy normal que si el equipo contrario está muy acertado desde la línea de tres (16/27, casi un 60%), ordenes desde el banquillo una zona 2-3 y ni siquiera se te encienda la luz para intentar otras combinaciones, tal vez una 3-2 o la defensa de anticipación que ha puesto de moda Laso con Slaughter en punta. Y si has puesto la zona para detener la sangría reboteadora (26-43), tampoco es muy normal que tus mejores pivots, Sinanovic y Haritopoulos se pasen todo el último cuarto en el banquillo. Cierto es que  Diagné estuvo fantástico (10 ptos y 15 reb), pero si alguien le hizo trabajar duro fue el griego a base de coraje y el bosnio, pese a no caracterizarse por su agresividad, sus 2,21 siempre ejercen un poder intimidatorio.

 

Pivots altos, pivots jóvenes y que dan lo que se espera de un tío «alto» (Diagné, Vargas). Fuente de foto: Fiebrebaloncesto.com / Marcos Sánchez González

 

Y es que como decíamos al principio, el Fuenla dejó muy buena impresión en Pisuerga. Un perímetro temible, con Dani Pérez, Cabezas, Panko, Paunic, Vega  y unos pivots jóvenes y fuertes como Diagné y Vargas, con una planta espectacular y mucha capacidad de mejora. Si no anotaron más y ampliaron aún más la diferencia,  fue debido a un par de pájaras en ataque, y que el juego de yo la subo y yo me la juego del Valladolid tuvo cierto éxito en el último cuarto. Pero si anotas 26 puntos y te meten 32, de nada sirve que estés inspirado en ataque.

 

En el «Fuenla», todos aportan (Iván Paunic y Javi Vega). Fuente de foto: Fiebrebaloncesto.com / Marcos Sánchez González

 

Comentaba Casas en rueda de prensa que no había salido nada de lo ensayado durante la semana. El argumento comienza a ser recurrente. También que la plantilla no dá más de sí, y que sentía con fuerzas para continuar porque la directiva sabía y comprendía esas limitaciones. Mi pregunta es: ¿si no hay dinero y aún así se gasta en conformar una plantilla que se sabe a priori que no es competitiva, por qué no dar la oportunidad a jugadores locales y jóvenes para que se vayan curtiendo y de paso el agujero económico no crezca más? Y si todo ello no es posible, ¿por qué nos empeñamos en seguir danzando a un ritmo que no podemos seguir? El título de esta crónica hace referencia a una peli basada en un libro, cuyo título original sería todavía más adecuado para lo que he intentado exponer aquí: “¿Acaso no matan a los caballos?”

 

El mejor de los pucelanos en esta jornada, no estuvo acompañado por la penosa defensa del equipo (Danilo Andüsic). Fuente de foto: Fiebrebaloncesto.com / Marcos Sánchez González

 

 

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