Belgrado en cinco tiros libres

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La combinación de baloncesto y viajes puede ser una escuela de vida también cuando uno navega en la edad adulta. Esa impresión tiene uno leyendo las crónicas que CS Blas está cincelando para Fiebre Baloncesto. En esta entrega, Charlie nos muestra la pasión descontrolada con la que se vive el baloncesto en Belgrado, la ciudad que cobija al Partizán. Esa pasión, tan fronteriza con el fanatismo incontrolado, la pudo vivir en primera persona el Real Madrid este jueves. El equipo blanco ganó en la cancha del Patizán, en un partido extenuante en el plano emocional, que se definió a favor de los merengues gracias a la madurez competitiva de Ante Tomic, Nikola Mirotic y Sergio Llull. Con ese triunfo (56-61), los blancos se aseguran el pase a cuartos de la Euroliga como primeros de grupo, con el factor campo a favor que ello implica. Idéntico logro protagonizó el Regal Barcelona, después de su valioso triunfo en la cancha del Macabi (85-92). En este artículo, centrémosnos, podrás conocer mejor los rasgos que configuran el competitivo y legendario baloncesto serbio. El talento lo pone Carlos Sánchez Blas.

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Belgrado en cinco tiros libres

Carlos Sánchez Blas

26.febrero.2011


Fiebre Baloncesto: ¿En qué se nota la influencia del imperio otomano que dominó la ciudad durante ciento cincuenta años?


Carlos Sánchez Blas: Quizás en el carácter de las personas, o mejor en esa “viveza” que tienen a la hora de relacionarse con los demás. Venga, para ser sincero, donde más se nota es en las gradas de los estadios de fútbol y los pabellones de baloncesto. Gritos, alaridos, rugidos, pasión… También actos censurables, como el lanzamiento de monedas o mecheros. ¿Herencia otomana? No lo sé, pero la comparación, desde luego, se sostiene.


FB: ¿Es real la percepción exterior de que los serbios son muy patriotas? ¿En qué lo percibes?


CSB: Lo son y mucho. De hecho, creo que son los más patriotas de todos los países de la ex Yugoslavia. Belgrado es la ciudad europea que más conflictos bélicos ha sufrido. Un taxista me dijo: “¿Sabes por qué no reconstruimos algunos edificios bombardeados? Para no olvidar”. La rivalidad Serbia – Croacia es extrema, y el deporte sirve para darle salida.


FB: Un pajarito memorioso nos ha chivado que tienes alguna anécdota elocuente de la facilidad idiomática de los serbios. ¿Nos la puedes contar? 


CSB: Ese pajarito te la ha colado, bribón. Aquella bellísima chica era CROATA. Es cierto que dominaba el castellano, pero tengo que reconocer que no me dio ni bola. Ha pasado tanto tiempo… Cuidado con la confusión Serbia – Croacia: hace algunos años, en un partido de waterpolo con la selección serbia de por medio, se equivocaron e izaron la bandera de Croacia. Se lió “pardísima”…


FB: ¿Qué impresión general te ha transmitido la ciudad? ¿Qué sitio de la misma te ha cautivado más?


CSB: No es una ciudad especialmente atractiva. Me gustó encontrármela nevada y con temperaturas bajo cero, le otorga una dosis de  romanticismo muy cautivadora. Si caéis por allí, os recomiendo un paseo por el centro, una visita a la Fortaleza y, por supuesto, una cenita a orillas del Danubio. Me encantan los Balcanes; por ejemplo, Croacia es un país sencillamente espectacular.


FB: ¿Hasta qué punto los serbios sienten devoción por el baloncesto?


CSB: Los serbios (los balcánicos en general) tienen devoción por todos los deportes de equipo. Es asombroso como un país tan pequeño puede ofrecer selecciones tan potentes en fútbol, basket, balonmano, voleibol o waterpolo. Ahora con Djokovic se han asomado también a la élite del tenis. Los Balcanes son así. He visto a 50 niños de 7 años practicando fundamentos en una “minipista” de baloncesto. Si a eso le añadimos el gen competitivo con el que nacen…



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LA MENTE HUMANA

La imagen muestra la batería de un teléfono móvil. Concretamente, de un Nokia 6021. Un ¿aficionado? partisano lanzó este teléfono móvil a la cancha. Así como suena. ¿Qué se le puede pasar a un tipo/a por la cabeza para cometer semejante salvajada? El árbitro Facchini recogió los restos del parqué y se los entregó al comisario de mesa. La expedición madridista regresó a casa con un arsenal de mecheros y monedas de 1 dinar serbio. La mente humana es así. Ese “animal” debería estar en un zoológico.



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LA NIEVE

Me gusta la nieve, me encanta la nieve. Añoro mis días en la montaña leonesa, cuando mi abuelo me llegó a meter entero dentro de la nieve. Mi pueblo amanecía con unos cuantos centímetros de nieve, formando un manto blanco precioso. Estuve en Belgrado 36 horas… y 36 horas estuvo nevando. Aquí tenéis la muestra. Ese “chavalote” soy yo, más feliz que una perdiz. Siempre es un placer viajar al Este.


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