Batista y Barac: materia prima para conformar el juego interior más poderoso de la liga

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¿Qué  le parece el juego de Esteban Batista a corto y medio plazo en la ACB? Sargento Ivanovic mira a su interlocutor y se toma un segundo de pausa. “Me parece que es uno de los mejores pivots que a día de hoy tiene la competición. Es fuerte y potente. Va muy bien al rebotes y posee recursos en el poste bajo. Como he dicho antes (parpadea) hoy nos ha puesto en muchas dificultades (22 puntos, 11 rebotes y 2 asistencias del pívot charrúa en la quinta jornada de la ACB, en el partido que le enfrentó al Caja Laboral en el Fernando Buesa Arena). Es un jugador que perfectamente puede jugar en la Euroliga, como en su momento demostró en el Macabi”. Sargento clava aún más la mirada en el periodista, se diría que quiere robarle el alma, o por lo menos averiguar que oscuro designio le ha llevado a formular esa pregunta.

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Batista y Barac: materia prima para conformar el juego interior más poderoso de la liga

Pedro Fernaud

7.enero.2011

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Esteban Batista es el segundo jugador con mejores valoraciones de la competición, así como el segundo mejor reboteador de la ACB; con esas credenciales llega al Caja Laboral, equipo al que reforzará en la pintura. Fuente de foto: acb.com

 

Ya en ese momento, el Caja Laboral estaba siguiendo con lupa el rendimiento del pívot uruguayo. En realidad, intentaron ficharle en verano. Pero las cantidades que ofrecieron no se acercaban “ni de lejos” a lo que la entidad  madrileña pedía. Concretada la petición de su majestad Dusko, en fiebre analizamos sus puntos fuertes y los de su compañero en la posición de cinco, por separado y combinados, al tiempo que analizamos cuál puede ser su impacto en la cúspide de la ACB.


Esteban Damián Batista Hernández


Puntos fuertes de su juego: Pívot en estado de movimiento. Aunque no es muy alto para la posición que ocupa (2’08), suple su falta de centímetros con una considerable corpulencia. Dinamiza sus movimientos en el poste bajo con un interesante muestrario de fintas de pie y de tiro. Adoba su juego en el poste con un resultón semigancho, que puede sacar por los dos costados. Carga muy fuerte el rebote en defensa y ataque. No en vano, estamos hablando del segundo máximo reboteador de la competición, con 8.36 rebotes por velada. También del segundo jugador con mejor valoración media, justo por detrás del que a partir de ahora será su compañero, Fernando San Emeterio.



Puntos débiles. La dispersión te roba el alma, dijo el filósofo. Y Estaban sabe bien a lo que se estaba refriendo. La misma energía que le permite ser un emperador del rebote lastra su conexión con los partidos en algunas fases de los mismos. Se deja llevar y comete pasos con frecuencia, producto de sus carencias técnicas (empezó a jugar a esto a los 16 años) pero sobre todo por su ansiedad. En defensa, le pasa algo parecido. A veces se desconecta y no defienda ni con la intensidad ni con la anticipación de la que es capaz. Sobre todo, si no le están entrando los tiros en ataque. Trabajar más y mejor en la regularidad (faceta mental) es su gran asignatura pendiente. Y parece que la disciplina y exigencia que pide a cada momento ‘Sargento Ivanovic’ pude ayudarle a centrarse.


Mejora a Barac en…


-Carácter competitivo. Es más espabilado, más ágil y tiene un orgullo competitivo como una plaza de toros, lo que le hace crecerse en las situaciones más adversas. Dicho en plata: “tiene más sangre”


Facilidad anotadora. Apenas cuantificable, cierto: 12,9 puntos por velada frente a los 12,6 de Barac. No hace falta ser un lumbreras para predecir que el tiempo en cancha de ambos disminuirá y en consecuencia también su facturación anotadora.


-Capacidad reboteadora. Al final, estamos hablando de pequeños detalles. Porque ambos pívots ocupan la medalla de plata y de bronce en el terreno de mejores ‘capturadores’. El mejor reboteador de la competición es Robert Kurz, del Granada, con 9,57 capturas por velada. Segundo es Batista con 8,36 y tercero, Barac, con 7,79. El uruguayo atrapa más balones por algo que no se puede computar estadísticamente: el deseo. Se toma esos balones como algo personal. Va a por ellos dándolo todo por puro instinto. Barac ha progresado notablemente en esta suerte, pero no tiene ni la movilidad ni la potencia del uruguayo. A favor del croata, su juventud (es decir, su margen de mejora) y su potencial (los remos de este 2’17 indican que puede rebañar más rebotes a poco que siga inyectando concentración e intensidad a su juego).


-La continuidad física durante la temporada. Batista es una fuerza de la naturaleza. Sólo ha tenido una lesión importante en su carrera. Fue la temporada pasada (y estuvo poco más de dos meses fuera de las pistas). Mientras que en el caso de Barac su elevado tallaje y ciertos problemas de movilidad le llevan a su sufrir percances físicos con cierta frecuencia. Por ejemplo, este verano se quedó sin vacaciones para trabajar los músculos de su maltrecha espalda y a principios del mes de diciembre sufrió un esguince en su rodilla derecha.


-Experiencia en la cúspide. El charrúa es un hombre de mundo. Estuvo en los Atlanta Hawks y los Boston Celtics. Y brilló en Europa con el Macabi. Esa experiencia ha depurado su capacidad para competir y dar lo mejor de sí mismo. También para superarse en situaciones límites. El uruguayo tiene 27 años por 24 del croata.

 

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Stanko Barac verá mermada su cantidad de minutos (y rendimiento puramente estadístico) con la llegada de Batista. Pero paradójicamente la llegada del pívot urguayo puede ayudarle a rendir más y mejor cuando juegue. Fuente de foto: deportes.orange.es

 

Stanko Barac


Puntos fuertes. Stanko va a ser el principal damnificado por la llegada de Estaban. No lo estaba haciendo mal, pero a día de hoy está lejos de tener la misma influencia en el juego que ‘sus predecesores en el cargo’, Luis Scola y Tiago Splitter. Si Batista es el décimo anotador de la competición, con 10’9 puntos y el pívot croata es undécimo, con 12.6, es que ambos tienen capacidades muy parecidas para anotar. También se parecen en su ‘modus jugandi’. Ambos se colocan muy cerca de la pintura; así que presumiblemente no coincidirán casi tiempo en la pista (en el baloncesto actual, el común de los equipos juega con un cuatro abierto que te fríe desde la media y larga distancia si tienes a un mastodonte esperándole en la zona). Como ha habido inclusión de cromo, lo normal es que decrezcan los números de Barac (si cambias algo, es porque no te acaba de convencer lo que ya tenías…). De todos modos, hay que poner en valor la temporada que se está marcando este joven center, anotando con fluidez y siendo más rocoso que nunca en facetas como el rebote o la defensa. Intimida más que Batista (mide 2’17) y tiene potencial para ser más dominante que el charrúa cerca del aro, aunque es bastante más lento.



Puntos débiles. Comparte con Batista cierta endeblez mental. Tiene margen de mejora también en el aspecto físico. Aunque ha progresado en ambas facetas. Pero todavía transmite la impresión en la pista de “podría hacerlo mejor”. No obstante, estamos hablando de un chico que, aunque internacional con su país desde hace seis años, todavía tiene 24. Lo que tiene difícil arreglo es su falta de agilidad y movilidad en según que situaciones de juego, carencia que suple con un poso dominante en la pintura cuando recibe la pelota cerca del aro y con una incuestionable capacidad intimidante en defensa, lo que no es óbice para que suela tener problemas con las faltas personales, ya que a veces se carga de penalizaciones con facilidad.


Mejora a Batista en…


Capacidad intimidante. La fría estadística dice que son igual de intimidantes, ya que los dos han puesto el mismo número de tapones en estas primeras 14 jornadas: 15. Lo que da una media de 1’1 ‘gorros’ por partido. Ahora bien, lo que no expresan los números es la cantidad de trayectorias de tiro que ha desviado o ha condicionado el gigante croata con la magnitud de su envergadura, que en defensa es una invitación al fallo para el rival.


Potencial de su juego. También de su físico. La altura es clave en su puesto. Y gracias a su ética de trabajo ha progresado notablemente en su fortaleza y su movilidad. Mejora que se explica también desde una mejor actitud. Tiene trazas para ser un center dominante en Europa. Sólo tiene que creérselo más, jugar con más agresividad (como ya está haciendo en algunos lances de esta temporada) y seguirá progresando en todas las facetas.


Resumen: Qué supone la llegada de Batista para el Caja Laboral


Amplía la calidad y cantidad de rotaciones en su juego interior. Supondrá una inyección de vitalismo en la pintura. Dará más descanso a Barac y hará más mortífera (y concentrada) la aportación del pívot croata, todavía en construcción. Eso sí, ambos pivots verán mermada su presencia en cancha por partido, así como sus guarismos individuales. Pero a cambio, el juego del Caja Laboral tendrá un mejor equilibrio entre juego interior y exterior. Ambos abrirán muchas opciones de juego para que se la juegue desde fuera Teletovic, Marcelinho o Logan. Y dará más alternativas a San Emeterio para doblar el balón cuando las defensas rivales intenten neutralizar sus penetraciones a canasta.


En suma, Batista aportará una mejor textura competitiva a su equipo, tanto en ataque como en defensa, con más intensidad. Eso sí, necesitará un periodo de acoplamiento de un par de meses hasta que capte la complejidad del entramado táctico baskonista y sincronice su intensidad y concentración con la que pide a cada momento Ivanovc. En principio, es poco probable que comparta muchos minutos con Barac, por la tendencia del basket moderno a jugar con cuatro abiertos. Pero también cabe la opción de que Ivanovic apueste para hacerles jugar juntos en según que tramos de los encuentros y aprovechar así su incuestionable poderío en la pintura, sobre todo si el adversario no tiene el día desde la larga distancia.