Asefa Estudiantes : al borde del abismo

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En el común de los aficionados, el Estudiantes, como el Joventut, despierta simpatías. Es un equipo cuya reputación se ha modelado a través de un cuidadoso trabajo con la cantera. El equipo estudiantil ha sido uno de los mejores viveros de la selección nacional. Y no digamos del Real Madrid, aunque mejor pasar de puntillas por ese asunto porque no despierta el mejor humor entre los aficionados dementes. Con razón, el Estu representa el ideal romántico de muchos aficionados al baloncesto: un equipo de colegio, sabiamente ensamblado, que lleva más de seis decenios peleando en un deporte profesionalizado, cuyas señas de identidad son gente de la casa, talento en buenas sumas y un espíritu contracultural y luchador que ha ganado muchos adeptos para la causa. Pero desgraciadamente el equipo alentado por el catedrático Antonio Magariños no vive sus mejores momentos. Juan Luis Barbero reúne ojo clínico y humor (que nunca hay que perder ni en las malas) para explicarnos las carencias y posibilidades de un equipo que tiene toda la pinta de sufridor para lo que resta de temporada. 

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Asefa Estudiantes : al borde del abismo

Juan Luis Barbero

11.febrero.2012

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Lofton , nuevo mesías colegial. Fuente de foto: www.clubestudiantes.es



A partir de ahora, aparte de los artículos NBA, mi colaboración con los amigos de Fiebrebaloncesto se va a extender a la cobertura de un histórico de la Liga Endesa como es el Asefa Estudiantes. Tras la crónica de debut, me gustaría hacer una radiografía del equipo colegial a día de hoy, con la mayor parte de la segunda vuelta liguera por delante. La película podría perfectamente titularse «Estudiantes: un clásico en apuros».

La situación del equipo del Ramiro es francamente delicada. Muy cerca de las plazas de descenso a la LEB (con las desastrosas consecuencias que tal suceso traería a las ya famélicas arcas del club), va a ser necesario que equipo, técnico y plantilla redoblen esfuerzos para salir del fango y competir con rivales para nada inferiores a la tropa actual de Pepu. 

Con el actual nivel de la Liga Endesa, dejando fuera a los grandes trasatlánticos como Madrid y Barcelona (y Caja Laboral y Valencia en menor medida), es de vital importancia acertar con ese extra de calidad que los jugadores americanos están llamados a aportar a las plantillas. Estudiantes comenzó el curso con Antoine Wright y Cedric Simmons, además del dominicano Luis Flores. Estos 3 elementos eran los elegidos para liderar el roster colegial…Y los resultados arrojan una conclusión evidente: apuesta descaradamente fallida por este particular Big Three.

Antoine Wright, con resaltable experiencia NBA, fue despedido por el club tras unos meses en los que regaló a los fans del Palacio de los Deportes un record de valoración negativa (-19 en partido frente al Valencia Basket), varios partidos infames y rumores que destacaban su inmejorable adaptación a la vida nocturna de la capital. Una pena porque el tipo parecía tener talento más que suficiente para anotar y ayudar al rebote con solvencia, pero ninguna gana de volcar sus ambiciones sobre el parquet. 

El caso de Cedric Simmons es diferente. Con una experiencia previa en la liga americana mucho más modesta que la de su colega Antoine, el pívot de Carolina del Norte no ha engañado nunca a nadie (si acaso a los ojeadores del Ramiro): tras observarle un par de minutos es fácil determinar que sus habilidades se ciñen única y exclusivamente a intimidar y rebotear. El talento ofensivo de Simmons no pasa de dejar en el cesto balones debajo del aro y en situaciones de ventaja, no hay más. Un especialista que, gracias a su flamante pasaporte búlgaro, sería idóneo para una poderosa plantilla con varios jugadores capaces de aportar puntos en la pintura, desde luego no para la del Estu.

Y acabando con los que hemos llamado el Big Three, está Luis Flores. Para el que escribe estas líneas, el dominicano ha sido de largo el que más ha aportado durante su estancia en la capital, confirmando sobradamente su conocido talento ofensivo. Llegado para ocupar la plaza en principio reservada para Lofton, el cañonero caribeño ha huido de la quema bajo excusas de índole familiar para no volver. Todo un ejemplo de identificación con el equipo.

Así, el futuro del equipo se encuentra en manos de los que continúan conformando el roster del técnico campeón del Mundo con España (que llegó a presentar su dimisón hace no mucho, revocada por la directiva). La vuelta de Lofton, ya recuperado de su lesión, debe aportar una anotación exterior que se necesita como el respirar. Granger en la dirección (fantástica la evolución este año del uruguayo, que está haciendo un temporadón) y el instinto y talento de Germán Gabriel por dentro serán los otros pilares en la batalla por mantener la categoría. Además está el trabajo de Carlos Jiménez, los fogonazos puntuales de un Jaime Fernández muy verde, más lo que puedan ayudar Simmons, el veterano Rodrigo De la Fuente y los jóvenes (aunque no sobradamente preparados) Clark y Driesen. Estas son las armas para luchar contra Gran Canaria, FIATC Joventut, UCAM Murcia, Blusens y Blanco de Rueda. Viviendo al borde del abismo…

 



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